Mockingjay - Part 1: Arco Largo
Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) ha llegado al misterioso Distrito 13, después de sobrevivir a los últimos Juegos del Hambre, en dicho distrito se alojan los principales líderes rebeldes de Panem, la Presidenta Alma Coin (Julianne Moore) y su asesor Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman). Desde allí, intentarán convertir a Katniss en un ícono revolucionario capaz de enfrentarse al totalitario Presidente Snow (Donald Sutherland), para ello, Katniss será enviada a zonas beligerantes a hacer videos de propaganda con el propósito de encender la llama de la revolución. Mientras tanto el Capitolio utiliza como contramedida a la propaganda de los insurrectos a Peeta Mellark (Josh Hutcherson), quien implora por el cese de fuego.
En esta ocasión el desafío de la protagonista no es sobrevivir a un torneo a muerte, sino que deberá ser la figura central de una insurrección que se gesta en contra del poder central, rebelión en la que ambos bandos utilizaran toda la propaganda mediática que tienen a su disposición para ganar adeptos, o mantenerlos sometidos, posición que pone a la heroína en situaciones llenas de intrigas, peligros y tragedias.
Dicha posición en la que la protagonista debe de cumplir con el objetivo final: Derrocar el sistema dictatorial, asimismo mantener la cordura a pesar de las tragedias que suceden a su alrededor, son elementos que permiten que la trama consiga un tono más adulto con respecto a sus predecesoras, dicho tono es gracias a la dirección de Francis Lawrence y al gran trabajo de Danny Strong y Peter Craig, quienes son los encargados de realizar la adaptación de la novela de Suzanne Collins. Dicha adaptación representa de forma apropiada el germen de la revolución, acto provocativo y desafiante de un pueblo inconforme y hambriento hacia un poder corrupto y opresor, la dura alegoría de la propaganda en tiempos de guerra y lo que representa el ser una figura mediática para el pueblo, sin embargo el haber cortado la trama en dos partes, repercute enormemente en el producto final ya que los momentos más álgidos de la novela quedan para la siguiente entrega y con ello una parte fundamental del relato: la resolución del conflicto dramático, dejando al espectador con una sensación agridulce, ya que tendrá que esperar un año para conocer la conclusión de esta saga.
Al igual que en las entregas anteriores, la cinta recae enteramente sobre los hombros de Jennifer Lawrence, quien mantiene un buen nivel actoral, retratando a una Srita. Everdeen furiosa y quebrada emocionalmente, por otra parte, hay que destacar el trabajo de Josh Hutcherson quien se muestra como un Sr. Mellark torturado y psicológicamente fracturado. Asimismo los actores secundarios, Philip Seymour Hoffman, Woody Harrelson, Julianne Moore, Donald Sutherland, Stanley Tucci y Elizabeth Banks realizan un trabajo sobrio, no así Liam Hemsworth quien en varias ocasiones se muestra parco, inexpresivo y carente de peso dramático.
En términos generales Los Juegos del Hambre: Sinsajo Parte 1 no es una mala película, simplemente le afecta el hecho de ser un capítulo de transición para el Gran Finale, lo cual demuestra que hay adaptaciones que no deben ser cortadas por la mitad. Gracias a su virtuoso elenco y a una carismática protagonista esta tercera entrega se salva de caer bajo. Solo nos queda esperar la excitante conclusión el año que viene.
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