Jack the Giant Slayer: ¡La Culpa es de las Habichuelas!
Una película más que se suma a la actual tendencia de re-imaginar, más bien modernizar, cuentos infantiles clásicos, en esta ocasión se trata de Jack The Giant Slayer (Jack El Cazagigantes) de Bryan Singer, que fusiona los cuentos de Juanito y las Habichuelas Mágicas y El Sastrecillo Valiente.
Jack (Nicholas Hoult) es un joven granjero que sin darse cuenta abre una puerta entre nuestro mundo y el de los gigantes quienes se esfuerzan por recuperar la tierra que una vez perdieron. Jack, en la batalla por su vida y luchando por un reino, su gente, y el amor de la princesa Isabelle (Eleanor Tomlinson), se enfrenta cara a cara con guerreros inmisericordes e imparables.
Para muchos Jack El Cazagigantes puede ser una prueba más de que Hollywood ha llegado al rotundo extremo de explotar una idea y convertirla en una moda, aunque algunos la denominen "tendencia" para que no suene tan frívolo, y a su vez, extender los límites de que tarde o temprano dicha moda culmine finalmente en el total repudio y/o hartazgo por parte del público. Dicha “tendencia” de reestructurar cuentos en la pantalla grande sólo nos han proporcionado, la mayoría de los casos filmes conformistas y hasta mediocres que intentan emular el fenómeno financiero que fue Alicia en El País de Las Maravillas de Tim Burton.
Y ese es parte del problema que tiene la producción de Bryan Singer, que se siente hueca, es decir sin un verdadero atractivo o algo que verdaderamente enganche para ser recordada. La historia es un cliché tras otro, tenemos a un chico que lo que tiene de pobre, lo tiene de héroe, se enamora de la mujer más especial del pueblo y ésta a su vez se siente completamente perdida de él, pues es el único en todo el reino que la ve como una mujer en su totalidad. Y antes de concretar su amor deberán salir airosos de una batalla que pondrá en sumo peligro a todo el reino.
Pero lo interesante del caso es que no está mal hecha. En el plano visual, el diseño de arte y el vestuario son convincentes y en conjunto con los efectos visuales logran transportarnos a las tierras y tiempos del medievo y hacia un mundo fantástico que se siente completamente creado por y para gigantes. Y de la misma forma, las escenas de acción están bastante bien resueltas.
El verdadero pero que podría ponerle a esta cinta es termina siendo un producto mediocre, vacuo y superficial, sobre todo tratándose de una cinta de Bryan Singer quien cosechó éxito y fama con las primeras partes de la adaptación al cine de X-Men. A pesar de la película en sí, Singer nos da una película lo suficientemente entretenida con muy buenas dosis de humor y acción.
Histriónicamente, la cinta cumple; Ewan McGregor es Elmont, el encantador Capitán de la Guardia Real. Nicholas Hoult, el protagonista carismático que va de campesino promedio a caballero valeroso. Eleanor Tomlinson cumple con su interpretación de la princesa rebelde en busca de aventuras. Aunque Stanley Tucci como villano está un poco desaprovechado, considerando las grandes cualidades histriónicas del actor. Por otra parte los gigantes son presentados como seres despreciables, asquerosos y viles que no tienen respeto alguno por cualquier forma de vida, lo cual los convierte en villanos aún más temibles.
Al final del día, la cinta es interesante aunque nada novedosa, el ritmo nunca decae y los personajes son divertidos. En suma, aunque no auguramos ningún tipo de éxito en premiaciones, es una película en la que un extenso público puede pasarla bien en el cine.
Jack (Nicholas Hoult) es un joven granjero que sin darse cuenta abre una puerta entre nuestro mundo y el de los gigantes quienes se esfuerzan por recuperar la tierra que una vez perdieron. Jack, en la batalla por su vida y luchando por un reino, su gente, y el amor de la princesa Isabelle (Eleanor Tomlinson), se enfrenta cara a cara con guerreros inmisericordes e imparables.
Para muchos Jack El Cazagigantes puede ser una prueba más de que Hollywood ha llegado al rotundo extremo de explotar una idea y convertirla en una moda, aunque algunos la denominen "tendencia" para que no suene tan frívolo, y a su vez, extender los límites de que tarde o temprano dicha moda culmine finalmente en el total repudio y/o hartazgo por parte del público. Dicha “tendencia” de reestructurar cuentos en la pantalla grande sólo nos han proporcionado, la mayoría de los casos filmes conformistas y hasta mediocres que intentan emular el fenómeno financiero que fue Alicia en El País de Las Maravillas de Tim Burton.
Y ese es parte del problema que tiene la producción de Bryan Singer, que se siente hueca, es decir sin un verdadero atractivo o algo que verdaderamente enganche para ser recordada. La historia es un cliché tras otro, tenemos a un chico que lo que tiene de pobre, lo tiene de héroe, se enamora de la mujer más especial del pueblo y ésta a su vez se siente completamente perdida de él, pues es el único en todo el reino que la ve como una mujer en su totalidad. Y antes de concretar su amor deberán salir airosos de una batalla que pondrá en sumo peligro a todo el reino.
Pero lo interesante del caso es que no está mal hecha. En el plano visual, el diseño de arte y el vestuario son convincentes y en conjunto con los efectos visuales logran transportarnos a las tierras y tiempos del medievo y hacia un mundo fantástico que se siente completamente creado por y para gigantes. Y de la misma forma, las escenas de acción están bastante bien resueltas.
El verdadero pero que podría ponerle a esta cinta es termina siendo un producto mediocre, vacuo y superficial, sobre todo tratándose de una cinta de Bryan Singer quien cosechó éxito y fama con las primeras partes de la adaptación al cine de X-Men. A pesar de la película en sí, Singer nos da una película lo suficientemente entretenida con muy buenas dosis de humor y acción.
Histriónicamente, la cinta cumple; Ewan McGregor es Elmont, el encantador Capitán de la Guardia Real. Nicholas Hoult, el protagonista carismático que va de campesino promedio a caballero valeroso. Eleanor Tomlinson cumple con su interpretación de la princesa rebelde en busca de aventuras. Aunque Stanley Tucci como villano está un poco desaprovechado, considerando las grandes cualidades histriónicas del actor. Por otra parte los gigantes son presentados como seres despreciables, asquerosos y viles que no tienen respeto alguno por cualquier forma de vida, lo cual los convierte en villanos aún más temibles.
Al final del día, la cinta es interesante aunque nada novedosa, el ritmo nunca decae y los personajes son divertidos. En suma, aunque no auguramos ningún tipo de éxito en premiaciones, es una película en la que un extenso público puede pasarla bien en el cine.
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