Silver Linings Playbook: Bipolares que Viven Amando
David O. Russell, en su nuevo filme, Silver Linings Playbook (Los Juegos del Destino), vuelve a incidir en las relaciones familiares. Y lo hace centrándose en un joven bipolar profesor de escuela que intenta reconciliarse con la vida y sobrellevar su condición mental.
Pat Jr. (Bradley Cooper) es un profesor que acaba de salir, tras ocho meses internado, del hospital psiquiátrico de Baltimore después de golpear al amante de su esposa. Pat sufre un trastorno de bipolaridad y aspira a recuperar a su esposa de cualquier manera, ya que es incapaz de olvidarla. Será entonces cuando aparezca en su vida Tiffany (Jennifer Lawrence), una joven viuda con problemas psíquicologicos y que intentará ganarse, no sin esfuerzos, el amor del desorientado Pat.
Las familias disfuncionales y los enfermos mentales dan mucho de sí en el mundo del cine. Normalmente, el tratamiento de estos temas es más bien sórdido y depresivo. Y es que la trama de Los Juegos del Destino es triste pues tenemos a unos seres perdidos a los que la sociedad no comprende y parece que no quiere. Por un lado tenemos a Pat Jr. y sus continuos ataques de desequilibrio emocional y por otro esta Tiffany, una joven recién enviudada que ha sembrado la mala de ser “de cascos ligeros”. Dos trenes que terminaran por colisionar, dos personajes que sufren las heridas de una pérdida y tratan de salir adelante con sus repentinos cambios de humor a cuestas. En este mundo de locos que vivimos, encontramos personas como nuestros protagonistas que se encuentran y viven su particular historia en la que aprenden a pasar página para acabar por aceptarse a sí mismos y ser más felices. Pero O’Russell afronta los problemas psíquicos de los protagonistas en tono de comedia con toques muy sutiles de melodrama y narra la historia con un ritmo vertiginoso, algo que se agradece pues hace que el público asimile y se identifique de forma más fácil con los protagonistas y sus problemas.
Por otro lado, aparte del guion escrito por él mismo que adapta la novela de Matthew Quick, debemos agradecerle las estupendas actuaciones que logra de su reparto. En el protagónico tenemos a Bradley Cooper, quien logra la mejor interpretación que le he visto, quien es un hombre ansioso, torturado, con cambios de humor marcados y que no tiene pudor al momento de expresarse. Jennifer Lawrence que, además de ser bastante bella, sigue demostrando su capacidad interpretativa con el rol de Tiffany, sale en pantalla y ya todo ha merecido la pena. Da gusto poder disfrutar de nuevo a un Robert De Niro entregado a la actuación pues posee momentos emotivos y divertidos dando vida a Pat Sr., el hombre que muestra una obsesión supersticiosa y enfermiza con el futbol. Jacki Weaver es Dolores, la madre de Pat Jr., que pone orden en el desequilibrado hogar donde viven, logrando un personaje al que se le coge cariño de inmediato. Chris Tucker es Danny, compañero clínico de Pat y que siempre mantiene su optimismo. John Ortiz y Jula Stiles forman el matrimonio “idílico” formado por Ronnie y Veronica, amigo y compañero de juergas deportivas de Pat y hermana de Tiffany respectivamente, causantes de que los protagonistas se conozcan.
Los Juegos del Destino es un producto sencillo y funcional, de agradable visión, que se alimenta de un buen guion, repleto de diálogos y situaciones ingeniosas, y de un considerable número de entrañables personajes secundarios. Otra agradable película que me demuestra que se puede llegar a ser mejor persona y superar problemas debido a ese sanísimo optimismo que destila toda su proyección.
Pat Jr. (Bradley Cooper) es un profesor que acaba de salir, tras ocho meses internado, del hospital psiquiátrico de Baltimore después de golpear al amante de su esposa. Pat sufre un trastorno de bipolaridad y aspira a recuperar a su esposa de cualquier manera, ya que es incapaz de olvidarla. Será entonces cuando aparezca en su vida Tiffany (Jennifer Lawrence), una joven viuda con problemas psíquicologicos y que intentará ganarse, no sin esfuerzos, el amor del desorientado Pat.
Las familias disfuncionales y los enfermos mentales dan mucho de sí en el mundo del cine. Normalmente, el tratamiento de estos temas es más bien sórdido y depresivo. Y es que la trama de Los Juegos del Destino es triste pues tenemos a unos seres perdidos a los que la sociedad no comprende y parece que no quiere. Por un lado tenemos a Pat Jr. y sus continuos ataques de desequilibrio emocional y por otro esta Tiffany, una joven recién enviudada que ha sembrado la mala de ser “de cascos ligeros”. Dos trenes que terminaran por colisionar, dos personajes que sufren las heridas de una pérdida y tratan de salir adelante con sus repentinos cambios de humor a cuestas. En este mundo de locos que vivimos, encontramos personas como nuestros protagonistas que se encuentran y viven su particular historia en la que aprenden a pasar página para acabar por aceptarse a sí mismos y ser más felices. Pero O’Russell afronta los problemas psíquicos de los protagonistas en tono de comedia con toques muy sutiles de melodrama y narra la historia con un ritmo vertiginoso, algo que se agradece pues hace que el público asimile y se identifique de forma más fácil con los protagonistas y sus problemas.
Por otro lado, aparte del guion escrito por él mismo que adapta la novela de Matthew Quick, debemos agradecerle las estupendas actuaciones que logra de su reparto. En el protagónico tenemos a Bradley Cooper, quien logra la mejor interpretación que le he visto, quien es un hombre ansioso, torturado, con cambios de humor marcados y que no tiene pudor al momento de expresarse. Jennifer Lawrence que, además de ser bastante bella, sigue demostrando su capacidad interpretativa con el rol de Tiffany, sale en pantalla y ya todo ha merecido la pena. Da gusto poder disfrutar de nuevo a un Robert De Niro entregado a la actuación pues posee momentos emotivos y divertidos dando vida a Pat Sr., el hombre que muestra una obsesión supersticiosa y enfermiza con el futbol. Jacki Weaver es Dolores, la madre de Pat Jr., que pone orden en el desequilibrado hogar donde viven, logrando un personaje al que se le coge cariño de inmediato. Chris Tucker es Danny, compañero clínico de Pat y que siempre mantiene su optimismo. John Ortiz y Jula Stiles forman el matrimonio “idílico” formado por Ronnie y Veronica, amigo y compañero de juergas deportivas de Pat y hermana de Tiffany respectivamente, causantes de que los protagonistas se conozcan.
Los Juegos del Destino es un producto sencillo y funcional, de agradable visión, que se alimenta de un buen guion, repleto de diálogos y situaciones ingeniosas, y de un considerable número de entrañables personajes secundarios. Otra agradable película que me demuestra que se puede llegar a ser mejor persona y superar problemas debido a ese sanísimo optimismo que destila toda su proyección.
Comentarios