Dawn of the Planet of the Apes: Irreconciliables
En 2011, El Planeta de los Simios: (R)Evolución, sorprendió a más de uno, pues tomo un concepto ya tratado con anterioridad, dándole un giro completamente renovado. Tres años después nos llega Dawn of the Planet of the Apes (El Planeta de los Simios: Confrontación), secuela que sigue los pasos de su predecesora.
Han transcurrido 10 años desde que el simio César (Andy Serkis) lideró el escape de un grupo de simios de la ciudad de San Francisco, quien ahora los dirige y gobierna en una comunidad ubicada en el bosque Muir. Así mismo, el virus ALZ-113, conocido como “gripe simia” causó el colapso de la civilización humana. Ahora la sociedad de simios se encuentra con un grupo de humanos liderado por Malcolm (Jason Clarke), que buscan acceder a una presa hidroeléctrica que se encuentra en el territorio de los simios para obtener suministro ilimitado de enérgica eléctrica. Encuentro que crea una tensa relación entre humanos y simios ya que ambas partes se ponen al borde de una guerra que determinará quién va a surgir como especie dominante de la Tierra.
En esta ocasión la silla del director la ocupa Matt Reeves, quien hace de esta cinta una historia de varias capas, ya que muestra ambas caras de una misma moneda, por un lado está el rechazo de algunos individuos hacia la otra sociedad, ya sea simios o humanos y por otro quienes buscan fomentar los lazos entre las ambas comunidades, dando como resultado tensas situaciones entre ambas sociedades, al mismo tiempo
Por otra parte nos muestra como ambas sociedades crecen de forma diferente, mientras que los simios han aprendido a controlar el fuego y cazar de forma organizada, los humanos siguen dependiendo de todas las comodidades perdidas en esos 10 años.
En el juego de espejos planteado en la cinta hay matices en ambos lados, personajes que pretender dominar por medio de la fuerza y el terror, otros que buscan mantener la paz y tranquilidad entre ambas sociedades, así como las reacciones que varios individuos, ya sea simios o humanos, ante lo desconocido.
En ambos lados existe la necesidad de dominar territorialmente al otro, de avasallarlo y explotar su riqueza, en los dos bandos la desgracia se asoma, las víctimas del poder sufren por las decisiones de sus líderes, ya sean simios o humanos. Ahí es donde encontramos un mensaje pesimista: estamos marcados por nuestro propio lado oscuro, característica compartida con las especies vecinas. Ni siquiera una nueva evolución eliminará el estigma.
Técnicamente, la película es impecable, los efectos visuales son magníficos, los simios muestran expresiones muy realistas, tanto corporal como facialmente. Sin duda alguna, este es un logro de la sorprendente tecnología de motion-capture que le da vida a los simios en la historia.
Sin lugar a dudas, lo mejor del producto estriba en la presencia de Andy Serkis, quien da vida a César, demostrando que su talento siempre se impondrá a las innovaciones tecnológicas, las cuales, a este respecto, sirven muy bien a la historia. Por otra parte las actuaciones de Jason Clarke y Gary Oldman son muy buenas.
El Planeta de los Simios: Confrontación es una película que vale la penar ir a ver al cine, pues ofrece espectáculo, emoción y una excelente moraleja. Excelente trabajo por parte de Matt Reeves.
De seguir la misma línea argumental que El Planeta de los Simios de 1968, algún día veremos a astronautas llegando a una Tierra dominada por simios. Que el Dios Chango nos agarre confesados.
Han transcurrido 10 años desde que el simio César (Andy Serkis) lideró el escape de un grupo de simios de la ciudad de San Francisco, quien ahora los dirige y gobierna en una comunidad ubicada en el bosque Muir. Así mismo, el virus ALZ-113, conocido como “gripe simia” causó el colapso de la civilización humana. Ahora la sociedad de simios se encuentra con un grupo de humanos liderado por Malcolm (Jason Clarke), que buscan acceder a una presa hidroeléctrica que se encuentra en el territorio de los simios para obtener suministro ilimitado de enérgica eléctrica. Encuentro que crea una tensa relación entre humanos y simios ya que ambas partes se ponen al borde de una guerra que determinará quién va a surgir como especie dominante de la Tierra.
En esta ocasión la silla del director la ocupa Matt Reeves, quien hace de esta cinta una historia de varias capas, ya que muestra ambas caras de una misma moneda, por un lado está el rechazo de algunos individuos hacia la otra sociedad, ya sea simios o humanos y por otro quienes buscan fomentar los lazos entre las ambas comunidades, dando como resultado tensas situaciones entre ambas sociedades, al mismo tiempo
Por otra parte nos muestra como ambas sociedades crecen de forma diferente, mientras que los simios han aprendido a controlar el fuego y cazar de forma organizada, los humanos siguen dependiendo de todas las comodidades perdidas en esos 10 años.
En el juego de espejos planteado en la cinta hay matices en ambos lados, personajes que pretender dominar por medio de la fuerza y el terror, otros que buscan mantener la paz y tranquilidad entre ambas sociedades, así como las reacciones que varios individuos, ya sea simios o humanos, ante lo desconocido.
En ambos lados existe la necesidad de dominar territorialmente al otro, de avasallarlo y explotar su riqueza, en los dos bandos la desgracia se asoma, las víctimas del poder sufren por las decisiones de sus líderes, ya sean simios o humanos. Ahí es donde encontramos un mensaje pesimista: estamos marcados por nuestro propio lado oscuro, característica compartida con las especies vecinas. Ni siquiera una nueva evolución eliminará el estigma.
Técnicamente, la película es impecable, los efectos visuales son magníficos, los simios muestran expresiones muy realistas, tanto corporal como facialmente. Sin duda alguna, este es un logro de la sorprendente tecnología de motion-capture que le da vida a los simios en la historia.
Sin lugar a dudas, lo mejor del producto estriba en la presencia de Andy Serkis, quien da vida a César, demostrando que su talento siempre se impondrá a las innovaciones tecnológicas, las cuales, a este respecto, sirven muy bien a la historia. Por otra parte las actuaciones de Jason Clarke y Gary Oldman son muy buenas.
El Planeta de los Simios: Confrontación es una película que vale la penar ir a ver al cine, pues ofrece espectáculo, emoción y una excelente moraleja. Excelente trabajo por parte de Matt Reeves.
De seguir la misma línea argumental que El Planeta de los Simios de 1968, algún día veremos a astronautas llegando a una Tierra dominada por simios. Que el Dios Chango nos agarre confesados.
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