Hacia la Luz y Fuera de la Oscuridad
Una lóbrega noche donde no había luna ni estrellas y la planicie lucia solitaria y silenciosa, lo cual acentuaba el escalofrío que recorría su espalda al encontrarse en dichas condiciones. Pero luces, pequeñas luces que deambulaban por el horizonte llamaron su atención, luces portadas en antorchas por siluetas humanas, hombres y mujeres que se dirigían a lo que parecía un inmenso montículo donde iniciarían una hoguera; y sí, de rápidamente todos empezaron a formarse alrededor de lo que sería la enorme pira iniciando a cantar o pronunciar oraciones, o al parecer eso era. Y mientras las palabras de aquellos hombres y mujeres continuabas aquellas antorchas eran lanzadas en medio del montículo y daba inicio a una fogata que irradiaba una luz de un blanco tan brillante y un calor tan intenso que Luzos, que se encontraba una gran distancia, se sorprendió de cómo la muchedumbre podría mantenerse tan cerca si él apenas podría soportarlo; y mientras él contemplaba esta idea ellos empezaro