Get the Gringo: Disfrute de un tiroteo sobre nuestro hermoso patio trasero
Mel Gibson regresa en lo mejor que sabe hacer el clásico héroe de acción con ciertas reminiscencias melancólicas y con ansias de poner en su lugar a quien ose perjudicarlo pero con noble corazón, y con Get the Gringo (Atrapen al Gringo) de Adrian Grünberg lo logra.
"El Gringo" (Mel Gibson) y su moribundo cómplice huyen de la policía norteamericana y se dirigen a México en un desesperado intento por evadir a sus perseguidores. Y aunque "El Gringo" logra cruzar la frontera esto parece que fue inútil pues agentes federales mexicanos lo arrestan y trasladan a la prisión denominada "El Pueblito", mientras los policías mexicanos se dividen el botín que "El Gringo" portaba. Este está acostumbrado a estar en presidio pero no en un lugar como este. Entonces, con ayuda de un avispado Niño (Kevin Hernández), empieza a formar su plan para escapar y recuperar su dinero, lo cual no será fácil, pues todos quieren una "rebanada del pastel".
Mel Gibson no solo protagoniza, sino que además produce y escribe el guión de esta cinta cuya trama raya en lo risible, un ladrón que con su sola presencia provoca que un penal mexicano se convierta en un problema tan grande para todos, tanto para los internos que ahí habitan como para las autoridades que supuestamente lo manejan, que al final provoque su cierre. Pero dejando la forma de lado tenemos el trasfondo que nos entrega una lectura política de la corrupción en las cárceles mexicanas, una clara crítica al México dominado por el crimen organizado. No obstante, el concepto es mejor que la ejecución ya que encontraremos ante demasiadas coincidencias y eventos inverosímiles que contradicen la lógica de la película y del espectador.
Más allá de la falla anteriormente mencionada tenemos una eficiente dirección de Adrian Grunberg con un desparrame de presupuesto y recursos fílmicos, actuaciones realistas, o al menos hasta donde la cinta lo permite, del propio Mel Gibson así como de Kevin Hernández, Peter Stormare, Dean Norris, Bob Gunton, Jesús Ochoa, Gustavo Sánchez Parra, Daniel Giménez Cacho, Dolores Heredia, Tenoch Huerta y Roberto Sosa y además cuenta con violentas escenas de acción, incluyendo una impresionante balacera en cámara lenta como las mostradas en los westerns de Sam Peckinpah.
Atrapen al Gringo tiene algo a su favor: la idea no es mala y está bien filmada. Entonces puedo recomendar Atrapen al Gringo, tanto como un retrato de una cárcel mexicana, el cual sirve para esbozar los más grandes problemas que fomentaron esta extrema degradación del sistema político, social y judicial como un medio de entretenimiento puro.
"El Gringo" (Mel Gibson) y su moribundo cómplice huyen de la policía norteamericana y se dirigen a México en un desesperado intento por evadir a sus perseguidores. Y aunque "El Gringo" logra cruzar la frontera esto parece que fue inútil pues agentes federales mexicanos lo arrestan y trasladan a la prisión denominada "El Pueblito", mientras los policías mexicanos se dividen el botín que "El Gringo" portaba. Este está acostumbrado a estar en presidio pero no en un lugar como este. Entonces, con ayuda de un avispado Niño (Kevin Hernández), empieza a formar su plan para escapar y recuperar su dinero, lo cual no será fácil, pues todos quieren una "rebanada del pastel".
Mel Gibson no solo protagoniza, sino que además produce y escribe el guión de esta cinta cuya trama raya en lo risible, un ladrón que con su sola presencia provoca que un penal mexicano se convierta en un problema tan grande para todos, tanto para los internos que ahí habitan como para las autoridades que supuestamente lo manejan, que al final provoque su cierre. Pero dejando la forma de lado tenemos el trasfondo que nos entrega una lectura política de la corrupción en las cárceles mexicanas, una clara crítica al México dominado por el crimen organizado. No obstante, el concepto es mejor que la ejecución ya que encontraremos ante demasiadas coincidencias y eventos inverosímiles que contradicen la lógica de la película y del espectador.
Más allá de la falla anteriormente mencionada tenemos una eficiente dirección de Adrian Grunberg con un desparrame de presupuesto y recursos fílmicos, actuaciones realistas, o al menos hasta donde la cinta lo permite, del propio Mel Gibson así como de Kevin Hernández, Peter Stormare, Dean Norris, Bob Gunton, Jesús Ochoa, Gustavo Sánchez Parra, Daniel Giménez Cacho, Dolores Heredia, Tenoch Huerta y Roberto Sosa y además cuenta con violentas escenas de acción, incluyendo una impresionante balacera en cámara lenta como las mostradas en los westerns de Sam Peckinpah.
Atrapen al Gringo tiene algo a su favor: la idea no es mala y está bien filmada. Entonces puedo recomendar Atrapen al Gringo, tanto como un retrato de una cárcel mexicana, el cual sirve para esbozar los más grandes problemas que fomentaron esta extrema degradación del sistema político, social y judicial como un medio de entretenimiento puro.
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