Frankenweenie: Desde los Huesos

Muchos consideran a Tim Burton como todo un genio al pues sus cintas e historias se desarrollan en universos plagados de un estilo gótico, excéntrico e incluso romántico donde aborda temas que van desde lo macabro hasta infantil pero donde sus personajes son considerados parias simplemente por ser diferentes. En esta ocasión Burton regresa a sus orígenes con Frankenweenie, escenario en el que expone el como un niño pierde a su mascota. Todo ello en Animación Stop-Motion y a Blanco y Negro.

Víctor Frankenstein es un niño inventor, amante de la ciencia y director amateur de cintas de terror. Dueño de un peculiar perro llamado Sparky, pero un terrible accidente termina con la vida del can. Ante tal acontecimiento Víctor decide poner en práctica sus conocimientos de ciencia y regresa de la muerte a su mejor amigo. Sin embargo, desea mantener todo secreto  pero un compañero de escuela lo descubre y lo incita a repetir el experimento lo cual lleva a situaciones fuera de control.

La trama planteada en la cinta no es de todo original pues Burton ya la había explotado con anterioridad en su cortometraje homónimo Frankenweenie, por el cual fue fuera expulsado de Disney en 1984 y 28 años dicha compañía produce algunos de sus largometrajes. En dicha cinta podemos encontrar un claro homenaje al cine de horror así como a monstruos clásicos del cine tales como Frankenstein, Drácula, la Novia de Frankenstein, el Hombre-Lobo, la Momia, el Monstruo de la Laguna Negra y Godzilla así como a cintas como Gremlins, Los Pájaros y La Mancha Voraz.

Pero más allá de un simple homenaje al cine clásico de horror, Frankenweenie resulta ser escaparate que nos recuerda la relación que tiene un niño y su mascota, el lazo que nos une con esa compañía fiel y que nos acerca a una triste realidad cuando esta relación se rompe. Dicho vínculo es retratado por Tim Burton de forma honesta y sin exageraciones.  Por otra parte Burton  recurre a un interesante discurso poco explotado las en cintas infantiles: la ciencia y la experimentación donde la ciencia es utilizada para materializar un sueño, aun cuando este sea demasiado fantástico para cualquier adulto. Con ello nos enseña que el método científico, una teoría y un experimento nunca van peleados con la creencia en uno mismo.

En cuanto a la técnica de  animación utilizada, stop-motion, combinado algunos efectos visuales, logran una relación perfecta, proporcionándole una atmósfera única a la cinta donde cada elemento fluye de manera natural. Por otro lado, el 3D no ayuda en nada a la cinta pues por momentos se pierde la profundidad que intenta crear, así como el hecho de que por momentos las imágenes se observan más oscuras de lo que son perdiendo detalles esenciales para el disfrute de la misma.

Con Frankenweenie, Burton rencuentra su estilo y sello característico gótico pero entrañable donde los personajes únicos y hasta cierto punto extraños. Sin lugar a dudas es un film que todos los fanáticos de Tim Burton tienen que ver, y los que no son tan entusiastas del director saldrán con una gran satisfacción de la sala de cine.

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