Hecho en México: Esta es Nuestra Tierra
En los últimos años se ha desarrollado en México una creciente tendencia de producir y proyectar en cartelera nacional documentales, sobre todo aquellos que retratan tendencias sociales existentes en el México actual. Y en esta ocasión El director Duncan Bridgeman dirige Hecho en México con la colaboración de músicos nacionales, personajes famosos y héroes anónimos para mostrarnos un multi-mosaico del México contemporáneo en términos de su identidad.
Un documental que refleja el sentido de ser mexicano en estos tiempos difíciles y de grandes cambios, conducido bajo la dinámica de entretejer canciones, interpretadas por diversos músicos, con puntos de vista explicados por alguno de los participantes.
Hecho en México cuenta con un interesante argumento y es el mostrar el otro lado de México todos hemos olvidado, un escenario lejos de los decapitados y las balaceras que asedian el país, el de la diversidad cultural, espiritual, social, visual, ideológica y musical que convergen en el país y cómo sus diferentes pueblos conviven día a día con sus propias esperanzas, sueños y sentimientos. Dicho caleidoscopio resulta llamativo ya que se es enteramente respaldado por una música que permite al espectador acercarse de forma mucho más amena y cómoda a las opiniones realizadas, por autores, músicos, intelectuales, líderes espirituales, muchos de ellos nacionales, que opina sobre migración, libertad, adicciones, la idiosincrasia de ser mexicano, etcétera. Que sin embargo dichos temas pierden fuerza porque todos ellos derivan en una visión insuficiente y superficial que remite inmediatamente al estereotipo del mexicano, además de que en ningún momento logra que el espectador realice cuestionamientos de dichos temas que lo lleven a profundizar en lo mostrado en pantalla. Por otra parte nunca se nos dicen quiénes son los participantes que están en pantalla y se tendrá que esperar a los créditos finales para saber quién habló acerca de la situación social en México.
En cuanto a técnica, Hecho en México acierta en el uso de la fotografía ya que es impactante, y la edición es dinámica y fluida y el sonido es excelente.
La música, que funciona como hilo conductor de la película, es ecléctica y diversa, combina a duplas como Don Cheto y Amandititita, Molotov y Residente Calle 13 o a Lupe Esparza y Lila Downs. Además de contar con intervenciones de Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Alejandro Fernández, Los Tucanes de Tijuana, Gloria Trevi o Kinky, así como la de músicos regionales y de música tradicional como Slajem K’op o Vendo Azul.
Hecho en México es finalmente un escaparate de sobre lo que es ser mexicano y el ámbito en el que vivimos donde se nota el cariño que el director intento transmitir, algo necesario para estos tiempos. Como propaganda turística la película hace maravillas, pero muchos encontraran Hecho en México ligeramente sentimental y condescendiente, aun con ello es una gran recomendación para conocer un poco más sobre la cultura musical existente en México.
Un documental que refleja el sentido de ser mexicano en estos tiempos difíciles y de grandes cambios, conducido bajo la dinámica de entretejer canciones, interpretadas por diversos músicos, con puntos de vista explicados por alguno de los participantes.
Hecho en México cuenta con un interesante argumento y es el mostrar el otro lado de México todos hemos olvidado, un escenario lejos de los decapitados y las balaceras que asedian el país, el de la diversidad cultural, espiritual, social, visual, ideológica y musical que convergen en el país y cómo sus diferentes pueblos conviven día a día con sus propias esperanzas, sueños y sentimientos. Dicho caleidoscopio resulta llamativo ya que se es enteramente respaldado por una música que permite al espectador acercarse de forma mucho más amena y cómoda a las opiniones realizadas, por autores, músicos, intelectuales, líderes espirituales, muchos de ellos nacionales, que opina sobre migración, libertad, adicciones, la idiosincrasia de ser mexicano, etcétera. Que sin embargo dichos temas pierden fuerza porque todos ellos derivan en una visión insuficiente y superficial que remite inmediatamente al estereotipo del mexicano, además de que en ningún momento logra que el espectador realice cuestionamientos de dichos temas que lo lleven a profundizar en lo mostrado en pantalla. Por otra parte nunca se nos dicen quiénes son los participantes que están en pantalla y se tendrá que esperar a los créditos finales para saber quién habló acerca de la situación social en México.
En cuanto a técnica, Hecho en México acierta en el uso de la fotografía ya que es impactante, y la edición es dinámica y fluida y el sonido es excelente.
La música, que funciona como hilo conductor de la película, es ecléctica y diversa, combina a duplas como Don Cheto y Amandititita, Molotov y Residente Calle 13 o a Lupe Esparza y Lila Downs. Además de contar con intervenciones de Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Alejandro Fernández, Los Tucanes de Tijuana, Gloria Trevi o Kinky, así como la de músicos regionales y de música tradicional como Slajem K’op o Vendo Azul.
Hecho en México es finalmente un escaparate de sobre lo que es ser mexicano y el ámbito en el que vivimos donde se nota el cariño que el director intento transmitir, algo necesario para estos tiempos. Como propaganda turística la película hace maravillas, pero muchos encontraran Hecho en México ligeramente sentimental y condescendiente, aun con ello es una gran recomendación para conocer un poco más sobre la cultura musical existente en México.
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