Skyfall: Furiosa Redención
Son 50 años de la franquicia más longeva, exitosa y prolífica de la historia del cine y no es otra que aquella protagonizada por el agente secreto británico Bond, James Bond, No hay una serie de cintas de largometraje con un mismo personaje que sea tan extensa. Skyfall (Operación Skyfall) es la cinta número 23 de la serie, es sin duda la mejor película de Bond en años, reivindicándolo ante todo los espectadores.
James Bond (Daniel Craig) falla en su última misión y debido a ello MI6 sufre una filtración en cuanto a los alias de los agentes que se encuentran de incógnito en el mundo del terrorismo y el crimen internacional, los cuales han sido expuestos y asesinados. Esto, provoca una crisis para M (Judi Dench), que es cuestionada por el Ministro de Inteligencia y Seguridad Gareth Mallory (Ralph Fiennes). De entre todos sus agentes, el único que sobrevivió es, naturalmente, Bond, James Bond que se ve forzado a volver a Inglaterra, para encabezar una operación y descubrir quién es el terrorista que organizó la debacle aunque sea utilizando estrategias de "la vieja escuela".
Podría considerarse que Sam Mendes no es un director adecuado para dirigir alguna película sobre el Comandante Bond pero su dirección elegante y con ritmo constante además de saber cómo contar una historia y presentar escenas memorables en sus anteriores trabajos lo hacen más que merecedor para dicho trabajo. Y es que con Mendes se esfuerza y demuestra con esta cinta su amor y pasión por la saga del 007. En su primera incursión en el cine de acción utiliza elementos clásicos de Bond, pero sin perder la modernidad de los tiempos en donde se desarrolla, sobre todo de aquellas películas dirigidas por Terence Young, Guy Hamilton y en menor medida la primera dirigida por Martin Campbell, curiosamente dichas producciones protagonizan Sean Connery, Roger Moore y Pierce Brosnan, los cuales muchos fanáticos consideran como los que mejor interpretan al Agente Británico. Gracias a dichos elementos Mendes establece su propia óptica y juega con el material dotando a Bond sorprendentemente humano, al cual le pesan los años de servicio activo y excesos que ha tenido a lo largo de su vida, por momentos pareciera que ha perdido el paso si se le compara con alguno de sus adversarios, sin embargo ello no lo desalienta a continuar de forma dinámica en un juego en el cual ha participado ya por mucho tiempo. Los años lo han dotado de una expresividad más directa al momento de enfrentarse con alguien que lo cuestione añadiéndole su ya conocido humor socarrón que es intrínseco al personaje.
Sam Mendes utiliza elementos teatrales para presentarnos al protagonista y más adelante al antagonista de la cinta, Raoul Silva (Javier Bardem), ya que recurre a simple uso de sombras y, en el caso del villano, de conversaciones y gesticulaciones que nos muestran la peligrosidad de dicho personaje. Esta forma de introducción es magnifica ya que no necesita de grandes secuencias de acción para demostrarnos quien es quien y cuales son sus intenciones dentro de la trama.
Pero más allá de la soberbia dirección de Mendes también debemos reconocer los esfuerzos de los guionistas Neal Purvis, Robert Wade y John Logan. Quienes inician la trama con un tono épico sobre el alcance global que tiene el villano en turno, y que reducen gradualmente la escala hasta un conflicto profundamente personal, todo ello concentrándose en el suspenso y el impacto de la acción sin dejar de lado el desarrollo de los personajes. Principalmente se centran en la esencia misma de James Bond, ahondando en su pasado y la relación que tiene con su Jefa M. En otras palabras, tanto Mendes como sus guionistas realizan una sincera "carta de amor" al personaje.
Un aspecto que sin duda es excelente de Skyfall y que sobresale del resto de las otras películas de 007, es su cinematografía. La fotografía corre a cargo de Roger Deakins es sencillamente el mejor sello que deja esta cinta.
En cuanto a las actuaciones nos encontramos con un Daniel Craig mucho más cómodo personificando al Comandante Bond, tal parece que necesitaba de un buen director para sacar todo su potencial actoral al interpretar este personaje. Esto lo lleva la actuación de Javier Bardem, el temible Raoul Silva, que se interpreta un villano ligeramente exagerado y teatral pero que fácilmente saca de sus casillas al héroe y lo lleva a jugar una guerra de guerrillas donde el Comandante debe aprovechar todo su potencial para poder ganar la partida. Judi Dench sigue siendo portentosa como M, pero es en esta ocasión donde se profundiza más sobre su personaje y la relación con Bond, y por ello irónicamente se convierte en la chica Bond principal de la cinta. El resto de las chicas Bond, Bérénice Marlohe como la sensual y misteriosa Sévérine y Naomie Harris como la agente Eve, son dinamita pura al recordarnos una vez más el lugar que ocupan muchas veces las damas dentro de las tramas del Universo Bond.
Algunos aspectos que si podríamos notar como “debilidades” dentro de la producción son la música que corre a cargo de Thomas Newman, quien entrega piezas cargadas de acción pero que nunca sobresalen o acentúan la emotividad que presentan las escenas. Y el otro aspecto negativo los encontramos en los trailers de presentación pues casi nos cuentas el como se desarrollara la cinta y quitándole cierta carga de suspenso a la misma.
Operación Skyfall es un filme de evasión entretenido, logrado y con algunos momentos conmovedores y otros impactantes, que conecta de inmediato con los espectadores casuales. Pero también nos encontramos ante un James Bond que regresa a sus raíces de la mano de un hábil director británico que recompensa a los más fieles fanáticos de la saga. Tal vez muchos ya habían descartado al personaje como una reliquia histórica incapaz de sobrevivir en un entorno dominado por más exitosos imitadores, como Jason Bourne o Ethan Hunt pero Mendes y su equipo nos demuestran que Bond, sigue siendo James Bond que ha resurgido con el vigor y energía de antaño. A final de cuentas nadie como él.
James Bond (Daniel Craig) falla en su última misión y debido a ello MI6 sufre una filtración en cuanto a los alias de los agentes que se encuentran de incógnito en el mundo del terrorismo y el crimen internacional, los cuales han sido expuestos y asesinados. Esto, provoca una crisis para M (Judi Dench), que es cuestionada por el Ministro de Inteligencia y Seguridad Gareth Mallory (Ralph Fiennes). De entre todos sus agentes, el único que sobrevivió es, naturalmente, Bond, James Bond que se ve forzado a volver a Inglaterra, para encabezar una operación y descubrir quién es el terrorista que organizó la debacle aunque sea utilizando estrategias de "la vieja escuela".
Podría considerarse que Sam Mendes no es un director adecuado para dirigir alguna película sobre el Comandante Bond pero su dirección elegante y con ritmo constante además de saber cómo contar una historia y presentar escenas memorables en sus anteriores trabajos lo hacen más que merecedor para dicho trabajo. Y es que con Mendes se esfuerza y demuestra con esta cinta su amor y pasión por la saga del 007. En su primera incursión en el cine de acción utiliza elementos clásicos de Bond, pero sin perder la modernidad de los tiempos en donde se desarrolla, sobre todo de aquellas películas dirigidas por Terence Young, Guy Hamilton y en menor medida la primera dirigida por Martin Campbell, curiosamente dichas producciones protagonizan Sean Connery, Roger Moore y Pierce Brosnan, los cuales muchos fanáticos consideran como los que mejor interpretan al Agente Británico. Gracias a dichos elementos Mendes establece su propia óptica y juega con el material dotando a Bond sorprendentemente humano, al cual le pesan los años de servicio activo y excesos que ha tenido a lo largo de su vida, por momentos pareciera que ha perdido el paso si se le compara con alguno de sus adversarios, sin embargo ello no lo desalienta a continuar de forma dinámica en un juego en el cual ha participado ya por mucho tiempo. Los años lo han dotado de una expresividad más directa al momento de enfrentarse con alguien que lo cuestione añadiéndole su ya conocido humor socarrón que es intrínseco al personaje.
Sam Mendes utiliza elementos teatrales para presentarnos al protagonista y más adelante al antagonista de la cinta, Raoul Silva (Javier Bardem), ya que recurre a simple uso de sombras y, en el caso del villano, de conversaciones y gesticulaciones que nos muestran la peligrosidad de dicho personaje. Esta forma de introducción es magnifica ya que no necesita de grandes secuencias de acción para demostrarnos quien es quien y cuales son sus intenciones dentro de la trama.
Pero más allá de la soberbia dirección de Mendes también debemos reconocer los esfuerzos de los guionistas Neal Purvis, Robert Wade y John Logan. Quienes inician la trama con un tono épico sobre el alcance global que tiene el villano en turno, y que reducen gradualmente la escala hasta un conflicto profundamente personal, todo ello concentrándose en el suspenso y el impacto de la acción sin dejar de lado el desarrollo de los personajes. Principalmente se centran en la esencia misma de James Bond, ahondando en su pasado y la relación que tiene con su Jefa M. En otras palabras, tanto Mendes como sus guionistas realizan una sincera "carta de amor" al personaje.
Un aspecto que sin duda es excelente de Skyfall y que sobresale del resto de las otras películas de 007, es su cinematografía. La fotografía corre a cargo de Roger Deakins es sencillamente el mejor sello que deja esta cinta.
En cuanto a las actuaciones nos encontramos con un Daniel Craig mucho más cómodo personificando al Comandante Bond, tal parece que necesitaba de un buen director para sacar todo su potencial actoral al interpretar este personaje. Esto lo lleva la actuación de Javier Bardem, el temible Raoul Silva, que se interpreta un villano ligeramente exagerado y teatral pero que fácilmente saca de sus casillas al héroe y lo lleva a jugar una guerra de guerrillas donde el Comandante debe aprovechar todo su potencial para poder ganar la partida. Judi Dench sigue siendo portentosa como M, pero es en esta ocasión donde se profundiza más sobre su personaje y la relación con Bond, y por ello irónicamente se convierte en la chica Bond principal de la cinta. El resto de las chicas Bond, Bérénice Marlohe como la sensual y misteriosa Sévérine y Naomie Harris como la agente Eve, son dinamita pura al recordarnos una vez más el lugar que ocupan muchas veces las damas dentro de las tramas del Universo Bond.
Algunos aspectos que si podríamos notar como “debilidades” dentro de la producción son la música que corre a cargo de Thomas Newman, quien entrega piezas cargadas de acción pero que nunca sobresalen o acentúan la emotividad que presentan las escenas. Y el otro aspecto negativo los encontramos en los trailers de presentación pues casi nos cuentas el como se desarrollara la cinta y quitándole cierta carga de suspenso a la misma.
Operación Skyfall es un filme de evasión entretenido, logrado y con algunos momentos conmovedores y otros impactantes, que conecta de inmediato con los espectadores casuales. Pero también nos encontramos ante un James Bond que regresa a sus raíces de la mano de un hábil director británico que recompensa a los más fieles fanáticos de la saga. Tal vez muchos ya habían descartado al personaje como una reliquia histórica incapaz de sobrevivir en un entorno dominado por más exitosos imitadores, como Jason Bourne o Ethan Hunt pero Mendes y su equipo nos demuestran que Bond, sigue siendo James Bond que ha resurgido con el vigor y energía de antaño. A final de cuentas nadie como él.
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