Seven Psychopaths: Me Gustan las Locuras
Seven Psychopaths (Sie7e Psicópatas y un Perro), del director irlandés Martin McDonagh, se presenta como una película con una extraña narrativa que resulta efectiva. Protagonizan Colin Farrell, Christopher Walken, Woody Harrelson y Sam Rockwell.
Marty (Colin Farrell) es un guionista bloqueado mentalmente que busca personajes para su trama: Siete psicópatas. Mientras busca inspiración y sin darse cuenta, Marty se ve involucrado, junto con su amigo Billy (Sam Rockwell) y su cómplice Hans (Christopher Walken), en el secuestro de un perro Shih Tzu perteneciente a Charlie (Woody Harrelson), miembro de la mafia de Los Ángeles. Dando como resultado un periplo bastante surrealista.
Sie7e Psicópatas y un Perro se presenta como una comedia, mejor dicho como una sátira, una farsa plagada de humor negro, tan negro que llega a incomodar al espectador casual, aquel espera encontrarse con la trama payasa llena de “humor de pastelazo” y situaciones vulgares y escatológicas, cuando en realidad nos encontramos con una trama llena de tintes racistas, machistas y absurdos con historias secundarias que se complementan e intentan mostrar el verdadero trasfondo del todo.
Dichas sub-tramas pudieran volverse irrelevantes y caer en un enredo que terminaría cansando a la mayoría del público pero el director Martin McDonagh las utiliza como un medio que le permite hacer un comentario válido sobre el proceso creativo en Hollywood, los vericuetos, obstáculos limitaciones, clichés y prejuicios existentes en la industria. Además tal comentario sirve como una mofa a la obsesión por la violencia, el cómo lo tétrico y cruel se convierte en productos de consumo masivo. Para acentuar más el comentario farsico el director hace uso de un metalenguaje cinematográfico que genera controversia, ya que no concede una distinción clara entre la “realidad” y la “ficción”. Como ejercicio funciona gracias a la amargura que presenta, a la obsesión por la violencia banal y por la subversión de las reglas narrativas de Hollywood.
Más allá de una trama tan profunda y llena de elementos autorreferentes nos encontramos con una producción digna de grandes producción como una fotografía sencilla pero efectiva, una selección musical tan adecuado que acentuara la experiencia de la cinta.
En cuanto al elenco tenemos a actores de primer nivel como Colin Farrel, Christopher Walken y Sam Rockwell cuyas interpretaciones generan una dinámica divertidísima y muy atinada. Quien se lleva la gloria es Christopher Walken demostrando por enésima vez porque es una leyenda viviente dentro del gremio de actores.
Sie7e Psicópatas y un Perro es una cinta recomendable para todo aquel que goce del sarcasmo, la acción, el suspenso y el drama. Donde los detalles visuales como la fotografía, símbolos y autor referencias terminan conformando una película que vale mucho la pena disfrutar y analizar.
Marty (Colin Farrell) es un guionista bloqueado mentalmente que busca personajes para su trama: Siete psicópatas. Mientras busca inspiración y sin darse cuenta, Marty se ve involucrado, junto con su amigo Billy (Sam Rockwell) y su cómplice Hans (Christopher Walken), en el secuestro de un perro Shih Tzu perteneciente a Charlie (Woody Harrelson), miembro de la mafia de Los Ángeles. Dando como resultado un periplo bastante surrealista.
Sie7e Psicópatas y un Perro se presenta como una comedia, mejor dicho como una sátira, una farsa plagada de humor negro, tan negro que llega a incomodar al espectador casual, aquel espera encontrarse con la trama payasa llena de “humor de pastelazo” y situaciones vulgares y escatológicas, cuando en realidad nos encontramos con una trama llena de tintes racistas, machistas y absurdos con historias secundarias que se complementan e intentan mostrar el verdadero trasfondo del todo.
Dichas sub-tramas pudieran volverse irrelevantes y caer en un enredo que terminaría cansando a la mayoría del público pero el director Martin McDonagh las utiliza como un medio que le permite hacer un comentario válido sobre el proceso creativo en Hollywood, los vericuetos, obstáculos limitaciones, clichés y prejuicios existentes en la industria. Además tal comentario sirve como una mofa a la obsesión por la violencia, el cómo lo tétrico y cruel se convierte en productos de consumo masivo. Para acentuar más el comentario farsico el director hace uso de un metalenguaje cinematográfico que genera controversia, ya que no concede una distinción clara entre la “realidad” y la “ficción”. Como ejercicio funciona gracias a la amargura que presenta, a la obsesión por la violencia banal y por la subversión de las reglas narrativas de Hollywood.
Más allá de una trama tan profunda y llena de elementos autorreferentes nos encontramos con una producción digna de grandes producción como una fotografía sencilla pero efectiva, una selección musical tan adecuado que acentuara la experiencia de la cinta.
En cuanto al elenco tenemos a actores de primer nivel como Colin Farrel, Christopher Walken y Sam Rockwell cuyas interpretaciones generan una dinámica divertidísima y muy atinada. Quien se lleva la gloria es Christopher Walken demostrando por enésima vez porque es una leyenda viviente dentro del gremio de actores.
Sie7e Psicópatas y un Perro es una cinta recomendable para todo aquel que goce del sarcasmo, la acción, el suspenso y el drama. Donde los detalles visuales como la fotografía, símbolos y autor referencias terminan conformando una película que vale mucho la pena disfrutar y analizar.
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