The Last Stand: ¡Prepárese para ser detenido! En realidad, no me importa si estás preparado o no
El primer protagónico de Arnold Schwarzenegger en una década y guiado por el director sudcoreano Jee-Woon Kim en esta cinta de acción llamada The Last Stand (El Último Desafío).
Gabriel Cortez (Eduardo Noriega), el más notorio capo de un cártel de droga latinoamericano, protagoniza un espectacular escape del agente del FBI John Bannister (Forest Whitaker). Con la ayuda de una banda de mercenarios dirigidos por Burrell (Peter Stormare), Cortez comienza una carrera hacia la frontera entre Estados Unidos y México. Solamente el Sheriff Ray Owens (Arnold Schwarzenegger) de la apacible Sommerton Junction y su peculiar equipo podrán detener al fugitivo y sus secuaces.
Jee-Woon Kim toma la vieja fórmula de cintas de acción de los ochenta donde las escenas son espectaculares y multitudinarias, llenas de tiroteos, explosiones y sangre a borbotones y le añade un toque de Old-Western y comedia dando como resultado una cinta disfrutable de principio a fin. Para obtener tal resultado el director contó con la libertad suficiente para plasmar su particular visión, tanto en lo narrativo como en lo técnico. Novedosos encuadres y movimientos de cámara terminan de aportarle frescura a esta mezcla de acción con comedia y western. Una amalgama de lo viejo con lo nuevo para crear una combinación excitante y muy divertida.
El acierto más importante del director es dividir la trama entre lo que sucede en el pueblo y la persecución del forajido manteniendo al público atento a cada momento de la cinta. Otro acierto, por así decirlo es que el protagonista, Arnold Schwarzenegger, sabe que ha envejecido pero ello no es impedimento para repartir golpes, balas y sus ya celebres frases.
Hay varios personajes y todos reciben la oportunidad de dejar cierta huella en el espectador. Hasta Johnny Knoxville como “el loco del pueblo” llega a caer bien. También Rodrigo Santoro, Luis Guzmán y Génesis Rodríguez logran brillar. Tanto Noriega como Stormare logran sobrepasar las limitaciones de sus estereotipados villanos.
Es ciertos hay algunos momentos en la película que descuadran al carecer de explicaciones lógicas y coherentes. Inclusive hay pequeños bajones en el ritmo narrativo, ¡pero estamos hablando de una buena película acción!
Arnold Schwarzenegger ha regresado en un proyecto que no sólo provoca nostalgia por los años dorados de la acción sino que permite disfrutar el toque mágico que pareció perder hace tiempo. Véanla como lo que es, una película de acción con un viejo héroe que todavía da guerra.
Gabriel Cortez (Eduardo Noriega), el más notorio capo de un cártel de droga latinoamericano, protagoniza un espectacular escape del agente del FBI John Bannister (Forest Whitaker). Con la ayuda de una banda de mercenarios dirigidos por Burrell (Peter Stormare), Cortez comienza una carrera hacia la frontera entre Estados Unidos y México. Solamente el Sheriff Ray Owens (Arnold Schwarzenegger) de la apacible Sommerton Junction y su peculiar equipo podrán detener al fugitivo y sus secuaces.
Jee-Woon Kim toma la vieja fórmula de cintas de acción de los ochenta donde las escenas son espectaculares y multitudinarias, llenas de tiroteos, explosiones y sangre a borbotones y le añade un toque de Old-Western y comedia dando como resultado una cinta disfrutable de principio a fin. Para obtener tal resultado el director contó con la libertad suficiente para plasmar su particular visión, tanto en lo narrativo como en lo técnico. Novedosos encuadres y movimientos de cámara terminan de aportarle frescura a esta mezcla de acción con comedia y western. Una amalgama de lo viejo con lo nuevo para crear una combinación excitante y muy divertida.
El acierto más importante del director es dividir la trama entre lo que sucede en el pueblo y la persecución del forajido manteniendo al público atento a cada momento de la cinta. Otro acierto, por así decirlo es que el protagonista, Arnold Schwarzenegger, sabe que ha envejecido pero ello no es impedimento para repartir golpes, balas y sus ya celebres frases.
Hay varios personajes y todos reciben la oportunidad de dejar cierta huella en el espectador. Hasta Johnny Knoxville como “el loco del pueblo” llega a caer bien. También Rodrigo Santoro, Luis Guzmán y Génesis Rodríguez logran brillar. Tanto Noriega como Stormare logran sobrepasar las limitaciones de sus estereotipados villanos.
Es ciertos hay algunos momentos en la película que descuadran al carecer de explicaciones lógicas y coherentes. Inclusive hay pequeños bajones en el ritmo narrativo, ¡pero estamos hablando de una buena película acción!
Arnold Schwarzenegger ha regresado en un proyecto que no sólo provoca nostalgia por los años dorados de la acción sino que permite disfrutar el toque mágico que pareció perder hace tiempo. Véanla como lo que es, una película de acción con un viejo héroe que todavía da guerra.
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