Dallas Buyers Club: La Búsqueda de Woodroof

Dallas Buyers Club (Dallas Buyers Club, El Club de los Desahuciados) es una historia basada en hechos reales, un drama biográfico de Ron Woodroof, un hombre corriente que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron apenas un mes de vida. Cinta a cargo de Jean-Marc Vallée, en cuyo reparto destacan Matthew McConaughey, Jennifer Garner y Jared Leto.

Ron Woodroof (Matthew McConaughey) un vaquero de rodeo texano, drogadicto y mujeriego al que en 1986, le diagnostican el VIH y le dan 30 días de vida. Ron comenzó a tomar un medicamento experimental denominado como AZT, la única droga legal disponible en los EE.UU. en aquellos momentos, la cual le llevó al borde de la muerte debido a sus destructivos efectos secundarios. Para sobrevivir, comenzó a tomar otros medicamentos alternativos tanto legales como ilegales. Otros pacientes de SIDA buscaron sus medicamentos renunciando a los hospitales, a los doctores y al AZT. Con la ayuda de su doctora Eva Saks (Jennifer Garner) y otro paciente, Rayon (Jared Leto), Ron creó el Dallas Buyers Club, el cual proporcionaba a sus miembros pagar por estos medicamentos alternativos. El Club fue creciendo, en números y clientes, llamando la atención de la FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos) y de las compañías farmacéuticas, las cuáles hicieron una campaña contra Ron.



En principio Dallas Buyers Club parece una película con buenas intenciones, construida desde la sinceridad y la humildad tratando de contar una historia cercana. En realidad el director Jean Marc Vallée ironiza dicha historia, de cómo el protagonista, Ron Woodroof, intenta sobrevivir a su enfermedad, de como un pendenciero, parrandero e intolerante vaquero enfermo de la denominada plaga del fin de siglo XX termina por apoyarse en aquellos a los que antes despreciaba.

En todo momento, Vallée intenta evitar los pasajes lacrimógenos y/o moralistas, todo lo retrata de forma sobria, pálida y veraz, sin trucos sentimentaloides y ciñéndose, a la indiscutible dureza del tema. Aquí nada es bonito, todos los colores que se muestran son enfermizos, dando una sensación de repugnancia y a la vez un extraño encanto a un ambiente lleno de personas de moral cuestionable y enfermos terminables.

Asimismo lanza una crítica a la FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos) por sus políticas de aprobar medicamentos dudosos y confiscar medicamentos extranjeros previamente aprobados para el consumo. Igualmente, Dallas Buyers Club, es la historia de una sociedad intolerante, llena de prejuicios y vicios, donde es más fácil encontrar consuelo en vasos de whisky barato que en aquellos que dicen apoyar al necesitado.

Todo este vaivén de situaciones y momentos llenos de cinismo y crítica son magistralmente levados por sus protagonistas, Matthew McConaughey y Jared Leto. McConaughey, interpreta a Ron Woodroof, un homofóbico y racista que al descubrir su condición de seropositivo se niega a aceptar su condición para más tarde aceptarlo a regañadientes. Para el papel Matthew McConaughey adelgazó más de 20 kilos, más allá de la transformación física del tejano, su labor transmite la fragilidad, desesperación y deterioro físico del personaje; por muchos años, el histrión fue duramente criticado por su limitado rango actoral y ahora viene a demostrar que ha madurado actoralmente y que puede ser capaz de interpretar personajes complejos y frágiles. Por otra parte tenemos a Jared Leto como Rayon, un transexual simpático y extrovertido que guarda en su interior a una persona castigada por años de rechazo e intolerancia al que su carácter autodestructivo se emparenta con Ron, su polo opuesto, en quien se apoya moralmente para subsistir. Ambos actores cumplen su cometido y dan muestras buenas de profesionalidad, quienes son el verdadero corazón y alma de la película.

Vale la pena ver Dallas Buyers Club, por ser una cinta arriesgada, valiente e interesante que extrae de sus actores principales magníficas interpretaciones.

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