Godzilla: Si Tuviera una Súper Arma

Godzilla, el rey de los monstruos, nacido en el seno de los Estudios Tōhō vuelve por todo lo alto gracias a Warner Bros. y Legendary Pictures, quienes han puesto al frente al realizador británico Gareth Edwards.

El científico estadounidense, radicado en Japón, Joe Brody (Bryan Cranston), sobreviviente a un terremoto que destruyó la central nuclear donde laboraba, asegura que dicho evento telúrico no fue de origen natural, además sospecha que las autoridades pretenden encubrir dicho hecho, e intenta desesperadamente convencer a su hijo Ford (Aaron Taylor-Johnson) de ello. Pronto Ford descubre que su padre tenía razón y que detrás de todo existe un monstruo colosal y una fuerza de la naturaleza denominada Gojira [Godzilla] capaz de neutralizar a dicho monstruo.

Con esta versión del 2014, a Warner Bros. y Legendary Pictures quieren dejar satisfecho a todos los espectadores, ya sea a fanáticos a ultranza del legendario monstruo como a espectadores neófitos y para intentar lograr tal propósito el realizador Gareth Edwards y el guionista Max Borenstein respetan la esencia del origen y génesis del personaje ocurrido hace 60 años apoyándose con puntuales referencias a hechos catastróficos ocurridos durante los últimos 15 años. Por otra parte, el director también realiza múltiples referencias a diversas películas de monstruos y criaturas atacantes, sin olvidarse de la extensa filmografía del Rey de los Monstruos, incluida la tan vilipendiada versión de Roland Emmerich.

Más allá de las múltiples referencias que realizan el director y el responsable del guión, hay que tener en cuenta los aspectos importantes de la trama, por un lado tenemos al titánico e imponente protagonista que le da nombre a la cinta y por otro se encuentran los diversos personajes humanos testigos de los hechos, los cuales son representados por actores de renombre como el estimado Bryan Cranston, la siempre correcta Juliette Binoche, el estupendo Ken Watanable, los emergente Aaron Taylor-Johnson y Elizabeth Olsen, sin embargo el gran potencial del reparto es completamente desaprovechado dado el pobre desarrollo de sus personajes por partes del guion, personajes que deberían ser los pilares emocionales de una historia de pérdidas y reencuentros con el telón de fondo de la catástrofe provocada por los monstruos, empero ninguno de los personajes logran mostrar verdadera emotividad, desesperación, valentía o al menos algo de humor. Solamente Bryan Cranston luce con su actuación, dado que es el único personaje con alma, con cierto trasfondo y claras motivaciones.

Pero si hay un aspecto en el que destaca Godzilla, es visualmente una maravilla que bordea la brillantez; la puesta en escena del realizador británico es intachable y poderosa, sumándose al buen hacer del director tenemos la excelsa fotografía de Seamus McGarvey y el gran acompañamiento de la banda sonora de Alexandre Desplat. Resumiéndose todo en una producción admirable que nos confirma que la elección de Gareth Edwards ha sido un acierto para resucitar a la criatura de los estudios Tōhō.

Resumiendo, Godzilla es una película con un guión un tanto inconsistente, los actores están completamente desaprovechados, sin embargo su director, Gareth Edwards, le otorga su merecido lugar al colosal protagonista al mostrar su valor como icono de la cultura pop del siglo XX en pleno siglo XXI. Sólo el tiempo nos dirá si el Rey de los Monstruos mantiene la corona.

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