Chloe: Deseo y Posesión
Un remake de la película francesa Nathalie (2003), nos llega Chloe (Una Propuesta Atrevida) a cargo del director Atom Egoyan y con el patrocinio de Ivan Reitman.
Chloe (Amanda Seyfried) es una prostituta de alta categoría que un día es contratada por la Dra. Catherine Stewart (Julianne Moore) pues ella sospecha que su marido David Stewart (Liam Neeson) le es infiel, así que con ello pondrá a prueba dicho predicamento, el inconveniente con ello es que desatara una co-dependencia entre ambas mujeres y la supuesta infidelidad llega a pasar aun segundo plano.
Siempre me he sido reacio hacia las películas del tipo Thriller Erótico pues la mayoría fracasa rotundamente al querer montar una historia de suspenso con escenas cargadas de sexo y erotismo, pues al final terminan por darle más importancia lo segundo. En este caso el director Atom Egoyan construye una película muy sobria con excelente manejo tanto del suspenso como de las escenas eróticas, pues la dota de un suspenso del tipo hitchcockiano que se mantiene a lo largo de la trama.
Lo que en realidad se lleva las palmas son las actuaciones de las protagonistas Julianne Moore y Amanda Seyfried, la primera nos demuestra una vez más que es capaz de llevar muy bien sus personajes no importando que clase de película este involucrada y la segunda nos calla la boca pues logra ponerse al nivel de Moore y se muestra valiente ante la cámara al posar desnuda en más de un sentido; quien diría que la niña bobalicona de Chicas Pesadas sabe actuar (Toma eso Lindsay Lohan). El que queda muy rezagado, en cuanto a su personaje, no en actuación, es Liam Neeson pues su participación queda de lado cuando dentro de todo el entramado que se construye alrededor de Moore y Seyfried.
Las películas casi siempre nos muestra los aspectos humanos, ya sean negativos como positivos, y en este caso vemos como las telarañas mentales nos dominan y nos llevan a tomar decisiones equivocadas por el simple hecho de desconfiar en la pareja y no tratar de poner las cartas sobre la mesa para solucionar la problemática que al final terminará por afectar a ambos. Si a esto le añadimos que muchas veces la falta de afecto sincero y desinteresado por parte de las personas nos convertirnos en seres “posesivos” y “dependientes” que no paran hasta logra mantener a la víctima sometida. En realidad el problema no esta en que no nos sentimos apreciados sino que no buscamos el verdadero aprecio y solo queremos dar lastima para ver si alguien nos salva.
En fin Chloe representa una película atrevida, que debería ser vista, al menos para saber por que Julianne Moore y Amanda Seyfried se ven tan hermosas en las escenas de cama.
Comentarios