Buried: Tafiofobia

El director español Rodrigo Cortés y el guionista Chris Sparling recurren a una trama sencilla convertida en thriller donde existe un solo actor y un solo lugar a lo largo de ella, me refiero a Buried (Sepultado).

Paul Conroy (Ryan Reynolds) es un simple camionero que presta su servicio al ejército Norteamericano apostado en Iraq que despierta maniatado y amordazado dentro de un ataúd, el cual presumiblemente esta enterrado en la arena. Por ahora solo cuenta con un celular, un encendedor y la voluntad necesaria para buscar y encontrar ayuda antes de que sea demasiado tarde.

Rodrigo Cortés logra aprovechar la simplicidad del guión donde solo vemos al personaje principal hacer llamada tras llamada para buscar la forma de salir de su encierro, usando atinados elementos de cámara percibimos que no hay nada más que madera y arena alrededor acentuando la claustrofobia inherente de esa situación. Además de que ello logra crear que el espectador se sienta apesadumbrado con la situación de Paul que por más que intenta buscar salida parece que nada ni nadie vendrán a ayudarlo, si a eso le añadimos que la luz existente esta limitada y puede consumir el poco aire respirable que tiene, al mismo tiempo el celular con el que cuenta no tiene mucha carga de batería para comunicarse y en apariencia los actos de aquellos con los que se comunica en el exterior parecen que no son de mucha ayuda. Con ello el director reconoce la influencia de Alfred Hitchcock y sus películas.

Otro elemento a destacar es el guión de Chris Sparling que termina por ser una crítica a la burocracia en general que olvida a las personas del otro lado de la línea, ignora sus preocupaciones y busca sólo el que la empresa o gobierno no sufran daño. En caso particular podemos ver como la empresa para la que labora Paul se deslinda totalmente de la seguridad de su empleado y lo deja a su suerte sin contemplación alguna.

Por ultimo Ryan Reynolds, para que lo identifiquen mejor es el esposo de Scarlett Johansson, nos presenta una actuación con una carga emocional tan intensa que el miedo y la preocupación en ningún momento se sienten falsos o sobreactuados, Reynolds pretende hacernos ver que no solo es una cara bonita e inexpresiva sino que si sabe actuar, aunque tenga que ser encerrado para demostrarlo.

No es una película para todos los gustos, se necesita tener cierto grado de imaginación y estomago para las escenas tan claustrofóbicas y que no muestran nada más allá de la madera que encierra al protagonista. Aún así es altamente recomendable si deseas sentir el drama y suspenso en las entrañas.

Nota: ¿Acaso existe un celular tan sofisticado que puede transmitir señal aun debajo de la tierra, y más aun que puede mandar imágenes y vídeo a alta velocidad? Yo creo que solo en la imaginación del guionista.

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