Super 8: Expediente de Campo
J.J. Abrams, altamente reconocido en la televisión por sus series, ahora dirige una historia original de su autoría Super 8 (Súper 8) con el apoyo en la producción de Steven Spielberg. Cuya participación garantiza, en la mayoría de los casos un excelente producto cinematográfico.
1979: Un grupo de adolecentes inicia la filmación de una película amateur donde Charles (Riley Griffiths) es el tenaz director, acompañado de su mejor amigo Joe (Joel Courtney) quien es especialista en maquillaje y efectos especiales, Cary (Ryan Lee), el inmaduro experto en fuegos artificiales y Alice (Elle Fanning) la atractiva niña protagonista de la cinta. Mientras se encuentran en una locación son testigos presenciales de un accidente en el cual se descarrila un tren militar. Horas después inician una serie de extraños fenómenos, como el robo de implementos eléctricos, desapariciones de personas y animales, y una creciente presencia de soldados que buscan frenéticamente algo que quizás escapó del tren después del accidente.
J.J. Abrams se forjó inicialmente en la televisión y hasta hace algunos años dio el salto definitivo al cine donde mostró lo anteriormente aprendido, enfatizando que como todo principiante tuvo ligeros errores durante su opera prima, los cuales corregiría posteriormente como por ejemplo el manejo del drama y el creciente suspenso con la que cuenta la trama, además de que su manejo con la cámara es muy fluido y no le tiembla la mano al momento de realizar tomas múltiples y complejas donde se conjugan la acción, el suspenso y el drama. Sin olvidar de que ha mejorado considerablemente su labor con los actores, ya que muchos directores olvidan o no logran conseguir que sus protagonistas obtengan una actuación realista o simplemente empática con el espectador. No obstante de contar con estas virtudes, Abrams todavía debe de refinar otros aspectos como un desarrollo de la trama con la que trabaja, ya que por instantes fuerza la resolución de algunos eventos para que terminen por encajar dentro de la historia que nos esta contando, asimismo ideas individuales del realizador no logran conectarlas de forma adecuada entre si dando pie a que luzcan a los ojos del espectador de forma gratuita o innecesaria, en otro aspecto tenemos de que cuando presenta a una amenaza esta no se muestra directamente ni a la primera, al contrario es vista hasta el final, recursos que ya ha sido usado innumerables veces pero Abrams debe de hacerlo de forma más nítida y precisa. Las cuestiones aquí vertidas no representan el peor de los casos pero si desea consolidarse como un excelente director deberá corregir estos detalles, los cuales claro afinara con el pasar de los años y proyectos que lleve a cabo.
Por otra parte el talento del elenco es incuestionable ya que cada uno, principalmente los jóvenes histriones, logran transmitir fidedignamente las emociones que surgirían requeridas para situaciones con naturaleza como la que ellos tienen, además de que cuentan con la inocencia de jóvenes con edad afín donde buscamos nuevas aventuras y hallazgos pero no dejamos de maravillarnos por cada aspectos que estamos descubriendo.
En un contexto totalmente diferente J.J. Abrams logra permear toda la cinta con un toque nostálgico y candor como aquellas películas producidas hace 25, 30, 35 años donde los jóvenes espectadores se maravillaban con las aventuras mostradas y que además nos recuerdan un poco a un cine más lleno de esperanza y corazón donde el final feliz sacaba una genuina sonrisa y una grata sensación de bienestar.
Al final de cuentas Súper 8 es un claro homenaje a las cintas de Spielberg, tanto las propias como las que patrocino hace 25, 30 año. Y aun cuando esta cinta cuenta con virtudes y defectos nos hace recordar por momentos años más llenos de magia y menos cínicos de los que hemos vivido últimamente. Si deseas recordar sinceramente esos momentos esta es tu película.
1979: Un grupo de adolecentes inicia la filmación de una película amateur donde Charles (Riley Griffiths) es el tenaz director, acompañado de su mejor amigo Joe (Joel Courtney) quien es especialista en maquillaje y efectos especiales, Cary (Ryan Lee), el inmaduro experto en fuegos artificiales y Alice (Elle Fanning) la atractiva niña protagonista de la cinta. Mientras se encuentran en una locación son testigos presenciales de un accidente en el cual se descarrila un tren militar. Horas después inician una serie de extraños fenómenos, como el robo de implementos eléctricos, desapariciones de personas y animales, y una creciente presencia de soldados que buscan frenéticamente algo que quizás escapó del tren después del accidente.
J.J. Abrams se forjó inicialmente en la televisión y hasta hace algunos años dio el salto definitivo al cine donde mostró lo anteriormente aprendido, enfatizando que como todo principiante tuvo ligeros errores durante su opera prima, los cuales corregiría posteriormente como por ejemplo el manejo del drama y el creciente suspenso con la que cuenta la trama, además de que su manejo con la cámara es muy fluido y no le tiembla la mano al momento de realizar tomas múltiples y complejas donde se conjugan la acción, el suspenso y el drama. Sin olvidar de que ha mejorado considerablemente su labor con los actores, ya que muchos directores olvidan o no logran conseguir que sus protagonistas obtengan una actuación realista o simplemente empática con el espectador. No obstante de contar con estas virtudes, Abrams todavía debe de refinar otros aspectos como un desarrollo de la trama con la que trabaja, ya que por instantes fuerza la resolución de algunos eventos para que terminen por encajar dentro de la historia que nos esta contando, asimismo ideas individuales del realizador no logran conectarlas de forma adecuada entre si dando pie a que luzcan a los ojos del espectador de forma gratuita o innecesaria, en otro aspecto tenemos de que cuando presenta a una amenaza esta no se muestra directamente ni a la primera, al contrario es vista hasta el final, recursos que ya ha sido usado innumerables veces pero Abrams debe de hacerlo de forma más nítida y precisa. Las cuestiones aquí vertidas no representan el peor de los casos pero si desea consolidarse como un excelente director deberá corregir estos detalles, los cuales claro afinara con el pasar de los años y proyectos que lleve a cabo.
Por otra parte el talento del elenco es incuestionable ya que cada uno, principalmente los jóvenes histriones, logran transmitir fidedignamente las emociones que surgirían requeridas para situaciones con naturaleza como la que ellos tienen, además de que cuentan con la inocencia de jóvenes con edad afín donde buscamos nuevas aventuras y hallazgos pero no dejamos de maravillarnos por cada aspectos que estamos descubriendo.
En un contexto totalmente diferente J.J. Abrams logra permear toda la cinta con un toque nostálgico y candor como aquellas películas producidas hace 25, 30, 35 años donde los jóvenes espectadores se maravillaban con las aventuras mostradas y que además nos recuerdan un poco a un cine más lleno de esperanza y corazón donde el final feliz sacaba una genuina sonrisa y una grata sensación de bienestar.
Al final de cuentas Súper 8 es un claro homenaje a las cintas de Spielberg, tanto las propias como las que patrocino hace 25, 30 año. Y aun cuando esta cinta cuenta con virtudes y defectos nos hace recordar por momentos años más llenos de magia y menos cínicos de los que hemos vivido últimamente. Si deseas recordar sinceramente esos momentos esta es tu película.
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