Bridesmaids: Ves lo qué sucede cuando dejas a una mujer conducir
Bridesmaids (Damas en Guerra) es una comedia donde las féminas toman el control total de la trama y se aleja del clásico “cine para chicas”. Producción de Judd Apatow y todas bajo la dirección de Paul Feig.
Annie (Kristen Wiig), se encuentra sumida una crisis total mientras que su mejor amiga Lillian (Maya Rudolph) le anuncia su compromiso matrimonial. Aun así Annie está dispuesta a ayudarla en todo lo necesario para la boda y por lo cual se une a las demás damas de honor que en este caso son la futura cuñada Megan (Melissa McCarthy), la “perfecta” y adinerada Helen (Rose Byrne), la experimentada ama de casa Rita (Wendi McLendon-Covey) y la esposa novata Becca (Ellie Kemper). Pero mientras intentan organizar la boda nos encontramos con problemáticas, enredos y desvaríos de cada una de ellas, sobre todo de Annie que ve amenazada su amistad con Lillian por culpa de Helen.
La mayoría de las comedias donde las mujeres tienen el rol protagónico es del tipo romántica y es grato saber que este elemento tan cansino y gastado es mostrado en su mínima expresión y en cambio se expone una comedia de tonos vulgares, mordaces, sin complejos ni tabúes y todo esto en el clásico marco de la amistad cercana y la solución de problemas femeninos con personajes realistas. Y aun cuando en conclusión nos encontramos con el clásico “final feliz” este no arruina la experiencia que nos ofrece la cinta con su ya mencionado tono de burla hacia las expectativas que se forman muchas mujeres en cuanto al día de su boda, y posterior vida marital, ven como la realidad se les complica al no poder cumplir dichas perspectivas y que terminan por sentirse deprimidas por ello aun cuando intentan mostrar lo contrario. Dichas problemáticas son manejas de manera formidable como por ejemplo Rita que la vida hogareña se ha convertido en un infierno, Becca que al carecer de experiencias sexuales previas al matrimonio desconoce sus gustos, Helen que debajo se su perfecta apariencia de dama se esconde una mujer solitaria y falta de afecto, pero quien es totalmente la protagonista es Annie quien no solo se encuentra sumida en una crisis existencial sino que desborda sentimientos negativos en cada cosa que toca incluyendo en su amiga Lillian.
Aún cuando cuenta con una bien estructurada historia y con actuaciones que se encuentran encima de promedio por instantes la cinta puede perder el ritmo y resultar larga y aburrida aunque dichos lapsos no se extienden por mucho si afecta dicho la vena cómica que trata de mostrar, sin olvidad que ciertos personajes se quedaron a medio camino de explorar sus problemáticas y soluciones a estas. A pesar de dicha falla el director Paul Feig logra sacar a delante el producto y nos entrega una cinta cargada de crítica, humor y emotividad con un elenco femenino grandioso.
En resumidas cuentas es una buena comedia, vulgar pero comedia al fin, digna de ver con un ya conocido toque de emotividad y melodrama.
Annie (Kristen Wiig), se encuentra sumida una crisis total mientras que su mejor amiga Lillian (Maya Rudolph) le anuncia su compromiso matrimonial. Aun así Annie está dispuesta a ayudarla en todo lo necesario para la boda y por lo cual se une a las demás damas de honor que en este caso son la futura cuñada Megan (Melissa McCarthy), la “perfecta” y adinerada Helen (Rose Byrne), la experimentada ama de casa Rita (Wendi McLendon-Covey) y la esposa novata Becca (Ellie Kemper). Pero mientras intentan organizar la boda nos encontramos con problemáticas, enredos y desvaríos de cada una de ellas, sobre todo de Annie que ve amenazada su amistad con Lillian por culpa de Helen.
La mayoría de las comedias donde las mujeres tienen el rol protagónico es del tipo romántica y es grato saber que este elemento tan cansino y gastado es mostrado en su mínima expresión y en cambio se expone una comedia de tonos vulgares, mordaces, sin complejos ni tabúes y todo esto en el clásico marco de la amistad cercana y la solución de problemas femeninos con personajes realistas. Y aun cuando en conclusión nos encontramos con el clásico “final feliz” este no arruina la experiencia que nos ofrece la cinta con su ya mencionado tono de burla hacia las expectativas que se forman muchas mujeres en cuanto al día de su boda, y posterior vida marital, ven como la realidad se les complica al no poder cumplir dichas perspectivas y que terminan por sentirse deprimidas por ello aun cuando intentan mostrar lo contrario. Dichas problemáticas son manejas de manera formidable como por ejemplo Rita que la vida hogareña se ha convertido en un infierno, Becca que al carecer de experiencias sexuales previas al matrimonio desconoce sus gustos, Helen que debajo se su perfecta apariencia de dama se esconde una mujer solitaria y falta de afecto, pero quien es totalmente la protagonista es Annie quien no solo se encuentra sumida en una crisis existencial sino que desborda sentimientos negativos en cada cosa que toca incluyendo en su amiga Lillian.
Aún cuando cuenta con una bien estructurada historia y con actuaciones que se encuentran encima de promedio por instantes la cinta puede perder el ritmo y resultar larga y aburrida aunque dichos lapsos no se extienden por mucho si afecta dicho la vena cómica que trata de mostrar, sin olvidad que ciertos personajes se quedaron a medio camino de explorar sus problemáticas y soluciones a estas. A pesar de dicha falla el director Paul Feig logra sacar a delante el producto y nos entrega una cinta cargada de crítica, humor y emotividad con un elenco femenino grandioso.
En resumidas cuentas es una buena comedia, vulgar pero comedia al fin, digna de ver con un ya conocido toque de emotividad y melodrama.
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