Warrior: Confrontar a Nuestros Hermanos
Al igual que el relato bíblico del Génesis donde Caín abate a Abel por rencillas y malos entendidos Warrior (La Última Pelea) de Gavin O'Connor relata la disputa de hermanos enfrentados en un torneo de lucha.
Tommy Conlon (Tom Hardy) es un ex marine y héroe de guerra venido a menos que busca superar las heridas mentales generadas por el combate y Brendan Conlon (Joel Edgerton) padre de familia casado con Tess (Jennifer Morrison) y es maestro de escuela con problemas financieros. Entonces, ambos deciden regresar al deporte de las artes marciales combinadas, el cual abandonaron cuando se rompió su relación fraternal. Pero ahora la meta de los hermanos Conlon es el prestigioso torneo "Sparta", donde está en juego una cuantiosa suma de dinero que podría resolver sus respectivos problemas.
Pareciera que en las películas sobre deporte abundan los clichés melodramáticos que son insertados para identificarnos mejor con los personajes. Por ejemplo: dificultades financieras que impulsan a uno de ellos a regresar a la arena de lucha; el ex-soldado que no encuentra su lugar en la vida civil; el rencor entre hermanos; el padre ex-alcohólico cuyo sincero arrepentimiento no basta para recuperar el amor y respeto de sus hijos. Elementos muy básicos que utilizados por un director y guionistas mediocres daría como resultado una cinta totalmente olvidable y manipuladora sentimentalmente pero este no es el caso.
Pues bien Gavin O‘Connor logro que La Última Pelea contara con un libreto bien construido, actuaciones creíbles donde lo importante no son las escenas de pelea dentro de un octágono sino lo que impulsa a cada uno de los hermanos a seguir adelante en contra de todo pronostico y como al final su confrontación mutua culmina de manera catártica y satisfactoria para ambos, y de paso reconciliarse con su progenitor, todo ello visto de forma melancólica pero realista. Los actores Joel Edgerton y Tom Hardy funcionan a la perfección como hermanos/rivales con turbulentas emociones por debajo de su lacónica fortaleza; y desde luego trabajan igualmente bien durante las peleas, vistosamente coreografiadas y editadas para hacernos sentir el sudor, los golpes y las complejas "llaves" utilizadas en este feroz deporte. Por otro lado tenemos a un Nick Nolte bien actuado que desea antes que nada ser perdonado y respetado por sus hijos y a Jennifer Morrison adecuada para el papel de una esposa que esta en contra de las peleas pero que sin embargo a poya a su marido hasta el final.
A final de cuentas La Última Pelea es un drama humano enmarcado en el contexto de las peleas de Artes Marciales Mixtas. No esperemos grandes y largas escenas de peleas, aunque las existentes como se menciono con anterioridad están bien logradas. Pero bueno, disfruté La Última Pelea y merece una recomendación, no solo por contar bien su historia, sino por desafiar nuestras expectativas sobre lo que puede alcanzar una película fundamentada en tipos rudos golpeándose para entretenimiento de un frenético público.
Tommy Conlon (Tom Hardy) es un ex marine y héroe de guerra venido a menos que busca superar las heridas mentales generadas por el combate y Brendan Conlon (Joel Edgerton) padre de familia casado con Tess (Jennifer Morrison) y es maestro de escuela con problemas financieros. Entonces, ambos deciden regresar al deporte de las artes marciales combinadas, el cual abandonaron cuando se rompió su relación fraternal. Pero ahora la meta de los hermanos Conlon es el prestigioso torneo "Sparta", donde está en juego una cuantiosa suma de dinero que podría resolver sus respectivos problemas.
Pareciera que en las películas sobre deporte abundan los clichés melodramáticos que son insertados para identificarnos mejor con los personajes. Por ejemplo: dificultades financieras que impulsan a uno de ellos a regresar a la arena de lucha; el ex-soldado que no encuentra su lugar en la vida civil; el rencor entre hermanos; el padre ex-alcohólico cuyo sincero arrepentimiento no basta para recuperar el amor y respeto de sus hijos. Elementos muy básicos que utilizados por un director y guionistas mediocres daría como resultado una cinta totalmente olvidable y manipuladora sentimentalmente pero este no es el caso.
Pues bien Gavin O‘Connor logro que La Última Pelea contara con un libreto bien construido, actuaciones creíbles donde lo importante no son las escenas de pelea dentro de un octágono sino lo que impulsa a cada uno de los hermanos a seguir adelante en contra de todo pronostico y como al final su confrontación mutua culmina de manera catártica y satisfactoria para ambos, y de paso reconciliarse con su progenitor, todo ello visto de forma melancólica pero realista. Los actores Joel Edgerton y Tom Hardy funcionan a la perfección como hermanos/rivales con turbulentas emociones por debajo de su lacónica fortaleza; y desde luego trabajan igualmente bien durante las peleas, vistosamente coreografiadas y editadas para hacernos sentir el sudor, los golpes y las complejas "llaves" utilizadas en este feroz deporte. Por otro lado tenemos a un Nick Nolte bien actuado que desea antes que nada ser perdonado y respetado por sus hijos y a Jennifer Morrison adecuada para el papel de una esposa que esta en contra de las peleas pero que sin embargo a poya a su marido hasta el final.
A final de cuentas La Última Pelea es un drama humano enmarcado en el contexto de las peleas de Artes Marciales Mixtas. No esperemos grandes y largas escenas de peleas, aunque las existentes como se menciono con anterioridad están bien logradas. Pero bueno, disfruté La Última Pelea y merece una recomendación, no solo por contar bien su historia, sino por desafiar nuestras expectativas sobre lo que puede alcanzar una película fundamentada en tipos rudos golpeándose para entretenimiento de un frenético público.
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