G.I. Joe: Retaliation: Entre la Cobra y un Lugar Duro
Hasbro ha encontrado su nueva mina de oro al permitir la adaptación cinematográfica de sus líneas de juguetes más famosas, en el caso que nos concierne se trata de las figuras de acción G.I. Joe; adaptación que ya cuenta con secuela y que lleva por nombre G.I. Joe: Retaliation (G.I. Joe: El Contraataque).
El equipo de fuerzas especiales de élite G. I. Joe es acusado de alta traición hacia su nación y eliminado debido a una orden presidencial. Después de ser víctimas de un certero ataque que elimina a casi todos sus efectivos, los miembros sobrevivientes, Roadblock (Dwayne Johnson), Flint (D. J. Cotrona), Lady Jaye (Adrianne Palicki) y Snake Eyes (Ray Park), se enfrentan a miembros de la Organización Cobra que se han infiltrado hasta los máximos niveles de la política y para ganar esta batalla deben de acudir al soldado Joe original: El General Joe Colton (Bruce Willis).
Cuando se estrenó la primera entrega de esta ya creciente saga, G.I. Joe - El Origen de Cobra, existieron reacciones adversas al tal cinta las cuales la criticaban de contar con secuencias de acción inverosímiles y personajes innecesario dentro de la trama. Y para lograr materializar una secuela que fuera mayormente aceptada los ejecutivos y productores decidieron cambiar algunos elementos existentes, en este caso prescindieron de personajes, cambiaron ligeramente la línea argumental y por supuesto al director.
Más allá de los defectos con los que cuenta la primera parte hay que recordad que la cinta cumple con el cometido para lo que fue creada y ese es el de entretener al público por un par de horas. Y esa es la principal virtud de G.I. Joe: El Contraataque, se trata de un proyecto típico de Hollywood y concebido únicamente como un medio de entretenimiento, y por consiguiente como un negocio. En este caso no podemos poner tan críticos sobre la calidad de la trama y/o las actuaciones, simplemente debemos vivir el momento.
Para vincular esta cinta con su predecesora se han recuperado a varios actores participes de la primera parte, como por ejemplo, Byung-hun Lee (Storm Shadow), Ray Park (Snake Eyes) y Jonathan Pryce (Presidente/Zartan); y se suma nombres importantes como los de Dwayne “The Rock” Johnson (Roadblock) y Bruce Willis (General Joe Colton), los cuales se lucen al momento de mezclar acción y humor en la cinta, Adrianne Palicki (Lady Jaye) y Ray Stevenson (Firefly) apenas cumplen con sus personajes. Aunque Elodie Yung (Jinx), D. J. Cotrona (Flint) y Luke Bracey (Comandante Cobra) no logran convencer al público con sus personajes, sobre todo el villano, El Comandante Cobra, quien no logra intimidar por mucho que porte una máscara.
Las secuencias de acción cumplen y parecen más “realistas” que en su predecesora, quizás porque son más sencillas, y el CGI es el adecuado para este tipo de producciones. En pocas palabras la inversión de la producción no decepciona.
Está segunda parte deja la mesa puesta para continuar la franquicia sin mayor problema. Mucha acción, actores conocidos y muchos elementos ya explotados/copiados/homenajeados de otras cintas nos dan un producto que atraerá a los cines a todos aquellos espectadores ávidos de acción, de risas y con pocas ganas de pensar.
El equipo de fuerzas especiales de élite G. I. Joe es acusado de alta traición hacia su nación y eliminado debido a una orden presidencial. Después de ser víctimas de un certero ataque que elimina a casi todos sus efectivos, los miembros sobrevivientes, Roadblock (Dwayne Johnson), Flint (D. J. Cotrona), Lady Jaye (Adrianne Palicki) y Snake Eyes (Ray Park), se enfrentan a miembros de la Organización Cobra que se han infiltrado hasta los máximos niveles de la política y para ganar esta batalla deben de acudir al soldado Joe original: El General Joe Colton (Bruce Willis).
Cuando se estrenó la primera entrega de esta ya creciente saga, G.I. Joe - El Origen de Cobra, existieron reacciones adversas al tal cinta las cuales la criticaban de contar con secuencias de acción inverosímiles y personajes innecesario dentro de la trama. Y para lograr materializar una secuela que fuera mayormente aceptada los ejecutivos y productores decidieron cambiar algunos elementos existentes, en este caso prescindieron de personajes, cambiaron ligeramente la línea argumental y por supuesto al director.
Más allá de los defectos con los que cuenta la primera parte hay que recordad que la cinta cumple con el cometido para lo que fue creada y ese es el de entretener al público por un par de horas. Y esa es la principal virtud de G.I. Joe: El Contraataque, se trata de un proyecto típico de Hollywood y concebido únicamente como un medio de entretenimiento, y por consiguiente como un negocio. En este caso no podemos poner tan críticos sobre la calidad de la trama y/o las actuaciones, simplemente debemos vivir el momento.
Para vincular esta cinta con su predecesora se han recuperado a varios actores participes de la primera parte, como por ejemplo, Byung-hun Lee (Storm Shadow), Ray Park (Snake Eyes) y Jonathan Pryce (Presidente/Zartan); y se suma nombres importantes como los de Dwayne “The Rock” Johnson (Roadblock) y Bruce Willis (General Joe Colton), los cuales se lucen al momento de mezclar acción y humor en la cinta, Adrianne Palicki (Lady Jaye) y Ray Stevenson (Firefly) apenas cumplen con sus personajes. Aunque Elodie Yung (Jinx), D. J. Cotrona (Flint) y Luke Bracey (Comandante Cobra) no logran convencer al público con sus personajes, sobre todo el villano, El Comandante Cobra, quien no logra intimidar por mucho que porte una máscara.
Las secuencias de acción cumplen y parecen más “realistas” que en su predecesora, quizás porque son más sencillas, y el CGI es el adecuado para este tipo de producciones. En pocas palabras la inversión de la producción no decepciona.
Está segunda parte deja la mesa puesta para continuar la franquicia sin mayor problema. Mucha acción, actores conocidos y muchos elementos ya explotados/copiados/homenajeados de otras cintas nos dan un producto que atraerá a los cines a todos aquellos espectadores ávidos de acción, de risas y con pocas ganas de pensar.
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