Stoker: La Casa de las Fieras

Stoker (Lazos Perversos) significa el debut, al menos en la industria cinematográfica de Hollywood, de Park Chan-Wook, director surcoreano, quien se volvió famoso por sus obras llenas de sangre, violencia y venganza.

La joven India Stoker (Mia Wasikowska), al cumplir los 18 años, recibe como siniestro regalo la fatal noticia de que su padre Richard (Dermot Mulroney) ha fallecido en un trágico accidente automovilístico. Mientras se encuentra en duelo, y acompañada de su madre Evie (Nicole Kidman), llega a su vida Charlie (Matthew Goode), hermano de su padre, del cual no sabe nada. Con su llegada, las vidas de Evie e India se verán trastocadas a niveles que ponen en riesgo su integridad tanto familiar como mental.

He de advertir que Lazos Perversos no es del gusto de todos, pues las cintas rodadas por el director sudcoreano se encuentran llenas de violencia, crudeza y carecen de finales felices, simplemente debemos mirar Oldeuboi (Cinco Días para Vengarse) o Bakjwi (Sed de Sangre), las cuales provocan shock en el auditorio de mente conservadora o habituada a historias edulcoradas que en menos de 10 minutos agotan la trama. Pero es ese tipo de temática la que puede llegar a enganchar a un público de mentalidad abierta o de estómago fuerte, pues el director sabe mantener la tensión durante el metraje de cada una de sus cintas, tensión que puede llegar a desesperar a más de uno pero que, sin embargo, no dejan indiferente a nadie con sus historias desgarradoras y tremebundas. Por lo cual advertidos están.

Y es que en Lazos Perversos también encontramos los elementos tan distintivos de las cintas del director, la crudeza, lo violenta y desgarradora de sus historias, sin olvidad que además cuenta con elementos propios como los oscuros secretos que encierra el personaje de Charlie y los grotescos acontecimientos que protagonizan los demás miembros de la familia Stoker. Hechos que son narrados desde el principio por la propia protagonista, India, quien señala que "No somos responsables de en quién nos convertimos", máxima con la cual deja entrever que muchas veces nuestras acciones e ideas en realidad, sobre todo aquellas con repercusiones negativas, se encuentran influenciadas de forma externa, ya sea por las ideas de terceros o por las acciones de estos.

Tal percepción, de la influencia externa en nuestros actos e ideologías, es gracias al guión del debutante Wentworth Miller, argumento repleto de elementos morbosos y por momentos obscenos y lascivos que causan estupor en quienes esperan una cinta de suspenso ordinaria. Y si a ello le añadimos la virtuosa fotografía de Chung Chung-hoon nos encontramos con uno de los thrillers más siniestros y perturbadores de los últimos años.

Y es que aparte del excelente trabajo por parte del director y del guionista, la labor del reparto les dejaran los ojos abiertos, pues la actuación de Mia Wasikowska es sobresaliente y alucinante al mostrarnos como su personaje va perdiendo la inocencia, inocencia que pierde gracias a una impenetrable, misterioso y seductor Charlie quien es interpretado por el carismático Matthew Goode, igualmente nos encontramos con una sobresaliente, aunque por momentos plástica y artificial, Nicole Kidman.

Lazos Perversos en principio enmudecerán a más de uno y al final darán mucho de qué hablar por sus retorcidos planteamientos que alterarán la conciencia de quien se adentre en la dinámica de una familia con personajes llenos de secretos insondables. Y eso es digno de de aplaudir con gran estruendo.

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