Pacific Rim: Una Súper Arma Elegante
La cultura del Anime en México es muy grande y en cierta medida ya se encuentra arraigada en el colectivo popular, desde los años 70’s los diversos géneros de este contenido han llegado a la televisión y uno de los géneros más populares ha sido el del “Kaiju” y del “Mecha” donde somos testigos de monstruos gigantescos y robots descomunales destruyen y protegen ciudades. Y Pacific Rim (Titanes del Pacífico), la nueva cinta del director Guillermo del Toro, está totalmente basada e inspirada en las series y caricaturas poblada de heroicos robots y terribles monstruos.
La Tierra sufre una invasión alienígena de seres gigantescos denominados Kaijus que llegan desde un portal transdimensional abierto en el océano Pacífico y para lograr frenar dicha incursión la comunidad internacional creó robots gigantes conocidos como Jaegers, comandados por una pareja de expertos pilotos, los cuales tienen el propósito de combatir dichas creaturas. En un principio tuvieron éxito al mantener a raya tal amenaza pero conforme pasan los años estos monstruos se vuelven más fuertes e inteligentes colocando a la humanidad al borde de la aniquilación, por ello los últimos pilotos y sus máquinas realizaran una última ofensiva y así lograr cancelar el apocalipsis.
Desde el principio de su carrera como director, Guillermo del Toro, nos ha manifestado su interés y fascinación con los monstruos y en lo monstruoso, mostrando las diversas facetas de estos, ya sea presentando a un monstruo interno y vampírico, a un ser subterráneo surgido de un cataclismo ecológico, a un pequeño monstruo secreto de un colegio, o a criaturas de una realidad alterna, o un demonio obligado por los humanos a esconderse.
Con respecto a lo anterior, Del Toro también ha manifestado su afición al anime y a series japonesas donde se presentan “mechas”, robots titánicos tripulados por humanos, pero también a películas protagonizadas por “daikaijus”, seres gigantescos y monstruosos, como Gojira (Godzilla), Mothra o Mekagojira (Mechagodzilla). Tal afición por las series y películas donde los “mechas” y “daikaiju” son parte primordial de la trama lo han llevado crear su más reciente cinta: Titanes del Pacífico. En ella podemos que series tales como Urutoraman (UltraMan), Maguma Taishi (Goldar/Monstruos del Espacio), Majingā Zetto (Mazinger Z), Festival de Robots, Tetsujin 28-gō (Iroman 28), Robotech, etc. son fuente de inspiración para la realización de dicha película, así como de las antes mencionadas Godzilla, Mechagodzilla y Mothra. Tristemente parece que la percepción del público en general, principalmente de los más jóvenes, es que estamos ante una copia de Transformers o Neon Genesis Evangelion, Esta visión tan simplista deja entrever el escaso conocimiento que muchos tienen en torno al genero de los "Kaijus" y/o los "Mechas", además que resulta odioso y penoso que realicen una comparación tan pobre, sobre todo habiendo una rica subcultura en torno a este género, como bien nos lo ha demostrado el director con su más reciente creación.
Por otro lado, también encontramos marcadas referencias a Ray Harryhausen y a Ishirô Honda, así como a las historias de H. P. Lovecraft. Del primero podemos ver que el diseño y movilidad de los Jaegers y Kaijus están basados en sus obras, mientras que de Honda y Lovecraft vemos de como los monstruos surgen del mar para destruir nuestra sociedad. Seres titánicos aparentemente invulnerables que solamente pueden ser vencidos por robots gigantes, mientras los humanos toman toda clase de medidas desesperadas para evitar su propia ruina, o, visto desde otra perspectiva, acelerándola. Y es que los monstruos somos los humanos y, como toda obra de ciencia ficción que se precie de serlo, la película habla de los humanos.
Y es que el director y su guionista, Travis Beacham, nos intentan contar con una historia muy básica y simple como los invasores encarnan nuestra desastrosa situación moral, ecológica y política. Y es que los enemigos que se perfeccionan y crecen en respuesta a unos supuestos héroes humanos que, como siempre, los subestiman. Dichos invasores son la materialización de la arrogancia humana cuando se enfrenta a la naturaleza, el como los líderes internacionales hacen de la guerra y el peligro una propaganda y después toman medidas demasiado radicales y a la vez conformistas cuando los planes iniciales no resultan totalmente efectivos, mientras que los militares y científicos deciden dar una última batalla sin importar las consecuencias, o como unos pocos le sacan provecho monetario a la situación, ya sea creando una nueva fe o vendiendo las partes de los monstruos caídos. Y en tanto el resto de la población intenta mantener una vida como la que llevaban anterior a la invasión.
A pesar del trasfondo que se nos intenta mostrar, la premisa resulta ser muy básica y simple, claro, hay elementos que podrían ayudar a desarrollar los personajes pero dichos elementos sólo son cosméticos y por ende superficiales al grado de que resultan más fascinantes la historias y leyendas de los grandes robots defensores de nuestro mundo. Cada Jaegers cuentan con una identidad visual correspondiente a su país de origen, el protagonista Gipsy Danger, de E.U. que nos recuerda a gigantescos los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial; Cherno Alpha, de origen Ruso, con un diseño y manejo industrial, aparentemente obsoleto pero altamente funcional; Crimson Typhoon, el poderío de la maquinaria China, con tres brazos y tres pilotos; y el representante australiano Striker Eureka, el más moderno, rápido y poderoso de todos.
Con respecto al trabajo visual realizado por Del Toro y su fotógrafo de cabecera Guillermo Navarro sólo diré que es impresionante y realista, al menos tan realista como es una película de ciencia ficción, y para ello se sirven de elementos antes vistos en películas como Blade Runner, 1984, La Guerra de los Mundos. El manejo de ritmo de la cinta es dinámico pero sin caer en la confusión, y las peleas a gran escala lucen gracias a la edición de Peter Amundson y John Gilroy. Aunado a un trabajo de efectos especiales a cargo de Industrial Light & Magic y a la música de Ramin Djawadi se nos brindan una cinta que no defraudará a quienes quieren ver espectacularidad en pantalla.
En resumidas cuentas, Titanes de Pacífico es la cinta que me ha dejado el mejor sabor de boca hasta el momento. Su manejo de ritmo dinámico deja pocos descansos a quien quiere acción y espectacularidad en cada escena, las cuales son visualmente impresionantes. Si van buscando un apocalipsis pomposo y redundante, sin sello ni pasión, vayan olvidándolo pues en Titanes del Pacífico el Apocalipsis está Cancelado. Y lo hace estupendamente bien
La Tierra sufre una invasión alienígena de seres gigantescos denominados Kaijus que llegan desde un portal transdimensional abierto en el océano Pacífico y para lograr frenar dicha incursión la comunidad internacional creó robots gigantes conocidos como Jaegers, comandados por una pareja de expertos pilotos, los cuales tienen el propósito de combatir dichas creaturas. En un principio tuvieron éxito al mantener a raya tal amenaza pero conforme pasan los años estos monstruos se vuelven más fuertes e inteligentes colocando a la humanidad al borde de la aniquilación, por ello los últimos pilotos y sus máquinas realizaran una última ofensiva y así lograr cancelar el apocalipsis.
Desde el principio de su carrera como director, Guillermo del Toro, nos ha manifestado su interés y fascinación con los monstruos y en lo monstruoso, mostrando las diversas facetas de estos, ya sea presentando a un monstruo interno y vampírico, a un ser subterráneo surgido de un cataclismo ecológico, a un pequeño monstruo secreto de un colegio, o a criaturas de una realidad alterna, o un demonio obligado por los humanos a esconderse.
Con respecto a lo anterior, Del Toro también ha manifestado su afición al anime y a series japonesas donde se presentan “mechas”, robots titánicos tripulados por humanos, pero también a películas protagonizadas por “daikaijus”, seres gigantescos y monstruosos, como Gojira (Godzilla), Mothra o Mekagojira (Mechagodzilla). Tal afición por las series y películas donde los “mechas” y “daikaiju” son parte primordial de la trama lo han llevado crear su más reciente cinta: Titanes del Pacífico. En ella podemos que series tales como Urutoraman (UltraMan), Maguma Taishi (Goldar/Monstruos del Espacio), Majingā Zetto (Mazinger Z), Festival de Robots, Tetsujin 28-gō (Iroman 28), Robotech, etc. son fuente de inspiración para la realización de dicha película, así como de las antes mencionadas Godzilla, Mechagodzilla y Mothra. Tristemente parece que la percepción del público en general, principalmente de los más jóvenes, es que estamos ante una copia de Transformers o Neon Genesis Evangelion, Esta visión tan simplista deja entrever el escaso conocimiento que muchos tienen en torno al genero de los "Kaijus" y/o los "Mechas", además que resulta odioso y penoso que realicen una comparación tan pobre, sobre todo habiendo una rica subcultura en torno a este género, como bien nos lo ha demostrado el director con su más reciente creación.
Por otro lado, también encontramos marcadas referencias a Ray Harryhausen y a Ishirô Honda, así como a las historias de H. P. Lovecraft. Del primero podemos ver que el diseño y movilidad de los Jaegers y Kaijus están basados en sus obras, mientras que de Honda y Lovecraft vemos de como los monstruos surgen del mar para destruir nuestra sociedad. Seres titánicos aparentemente invulnerables que solamente pueden ser vencidos por robots gigantes, mientras los humanos toman toda clase de medidas desesperadas para evitar su propia ruina, o, visto desde otra perspectiva, acelerándola. Y es que los monstruos somos los humanos y, como toda obra de ciencia ficción que se precie de serlo, la película habla de los humanos.
Y es que el director y su guionista, Travis Beacham, nos intentan contar con una historia muy básica y simple como los invasores encarnan nuestra desastrosa situación moral, ecológica y política. Y es que los enemigos que se perfeccionan y crecen en respuesta a unos supuestos héroes humanos que, como siempre, los subestiman. Dichos invasores son la materialización de la arrogancia humana cuando se enfrenta a la naturaleza, el como los líderes internacionales hacen de la guerra y el peligro una propaganda y después toman medidas demasiado radicales y a la vez conformistas cuando los planes iniciales no resultan totalmente efectivos, mientras que los militares y científicos deciden dar una última batalla sin importar las consecuencias, o como unos pocos le sacan provecho monetario a la situación, ya sea creando una nueva fe o vendiendo las partes de los monstruos caídos. Y en tanto el resto de la población intenta mantener una vida como la que llevaban anterior a la invasión.
A pesar del trasfondo que se nos intenta mostrar, la premisa resulta ser muy básica y simple, claro, hay elementos que podrían ayudar a desarrollar los personajes pero dichos elementos sólo son cosméticos y por ende superficiales al grado de que resultan más fascinantes la historias y leyendas de los grandes robots defensores de nuestro mundo. Cada Jaegers cuentan con una identidad visual correspondiente a su país de origen, el protagonista Gipsy Danger, de E.U. que nos recuerda a gigantescos los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial; Cherno Alpha, de origen Ruso, con un diseño y manejo industrial, aparentemente obsoleto pero altamente funcional; Crimson Typhoon, el poderío de la maquinaria China, con tres brazos y tres pilotos; y el representante australiano Striker Eureka, el más moderno, rápido y poderoso de todos.
Con respecto al trabajo visual realizado por Del Toro y su fotógrafo de cabecera Guillermo Navarro sólo diré que es impresionante y realista, al menos tan realista como es una película de ciencia ficción, y para ello se sirven de elementos antes vistos en películas como Blade Runner, 1984, La Guerra de los Mundos. El manejo de ritmo de la cinta es dinámico pero sin caer en la confusión, y las peleas a gran escala lucen gracias a la edición de Peter Amundson y John Gilroy. Aunado a un trabajo de efectos especiales a cargo de Industrial Light & Magic y a la música de Ramin Djawadi se nos brindan una cinta que no defraudará a quienes quieren ver espectacularidad en pantalla.
En resumidas cuentas, Titanes de Pacífico es la cinta que me ha dejado el mejor sabor de boca hasta el momento. Su manejo de ritmo dinámico deja pocos descansos a quien quiere acción y espectacularidad en cada escena, las cuales son visualmente impresionantes. Si van buscando un apocalipsis pomposo y redundante, sin sello ni pasión, vayan olvidándolo pues en Titanes del Pacífico el Apocalipsis está Cancelado. Y lo hace estupendamente bien
Comentarios