Turbo: Mírenme, ¡Soy El Rocketeer!

Cada año los estudios de animación se esfuerzan por quien produce la mejor película animada de la temporada y Dreamworks Animations apuesta por su carta fuerte: Turbo, primer largometraje del director David Soren.

Theo, es un caracol de jardín que sueña con ser el mejor corredor del mundo, el campeón de Indy 500, tal como Guy Gagné (Goyo Ganador). Un día sufre un accidente cayendo en el turbocompresor de un auto de carreras, fusionando su ADN con el óxido nitroso y con ello adquiere una increíble velocidad, así como algunas de las características de un coche real. Entonces es capturado por Tito, quien lo usa como divertimento pero después de descubrir sus impresionantes dotes, Tito tiene la loca idea de ¡hacerlo competir en Indy 500! Y es a partir de ese momento que Theo adquiere el mote de Turbo y con ello se embarca en un extraordinario viaje para lograr lo imposible: ¡Ganar una carrera automovilística!

Turbo tiene elementos sacados de Rápido y Furioso, carreras de bólidos, vehículos tuneados elementos que hacen destacar una trama ya contada: Aunque un sueño que parezca simplemente ser imposible, la determinación te llevará a donde nadie, en este caso un diminuto caracol, pensó que podría llegar y para ello es necesario siempre creer en uno mismo y no dejar que los demás, ni siquiera la propia familia, sean un obstáculo en la búsqueda de hacer realidad los sueños.

Dicha trama, aunque trillada, resulta interesante en la forma que es presentada pero Turbo no logra mantener un ritmo constante, por momentos se torna lenta y los momentos divertidos se encuentran muy distanciados entre sí lo cual, en mi caso particular, provoca que el espectador vaya perdiendo poco a poco el interés a lo largo de la cinta, aunque al final recupera nuestra atención con la espectacular carrera que presenta.

A pesar del ritmo lento de la película, la cinta busca aportar un mensaje positivo a los pequeños y alentarlos a seguir sus sueños aunque éstos parezcan imposibles para todo mundo pero siempre existe la posibilidad de lograrlos si se cree en uno mismo y siempre hay una manera de enfrentar los problemas.

En cuanto a los efectos visuales de la película, sólo queda decir que son buenos, uno de los aspectos en los que Dreamworks jamás ha escatimado en gastos. Y es que el uso de la cámara lenta y los asombrosos y coloridos escenarios puede ser bastante llamativo para los pequeños del hogar.

Turbo resulta ser una película muy divertida que será del agrado de toda la familia con un mensaje alentador que seguramente que gustara a más de una persona pero lamentablemente no aporta nada nuevo al tema de la superación personal, Turbo es una buena y divertida película animada pero nada más, aun así es merecedora de ser vista por la familia.

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