The Hangover Part III: Finalizando (Esperemos)

The Hangover Part III (¿Qué Pasó Ayer? Parte III) resulta ser, y muchos esperamos eso, el final de una trilogía cuya la primera entrega fue estrenada en el 2009. En esta tercera entrega nadie está a punto de casarse y no hay despedida de solteros en el horizonte. Pero eso no es impedimento para que La Manada de Lobos se metan en problemas.

Leslie Chow (Ken Jeong) ha huido de prisión. Mientras tanto, Alan (Zach Galifianakis) ha alcanzado el máximo en la excentricidad, esta situación hace que su padre, Sid (Jeffrey Tambor), le dé un ataque cardiaco y muera, por lo que la “Manada” decide que es necesaria una intervención clínica y así Alan recupere el camino. Pero durante el viaje en carretera, Alan, Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) son asaltados por Marshall (John Goodman), un criminal, que busca a Chow por robarle 21 millones de dólares en oro, y cree que el grupo tiene posibilidades de encontrarlo así que rapta a Doug con la promesa de que lo liberara cuando Chow le sea entregado. Así los 3 compañeros restantes tendrán que idear la manera de encontrar a Chow con el dinero de Marshall para salvar la vida de su amigo Doug.

En esta tercera parte de ¿Qué Pasó Ayer? no habrá guarapetas de albañil, o sea borracheras épicas, ni amnesia grupal y ni resacas, en realidad hay drama, comedia, acción, suspenso y situaciones políticamente semi-incorrectas. Con ello la cinta intenta alejarse completamente de la fórmula de las dos cintas anteriores donde el grupo se dedicaba a averiguar lo ocurrido en una noche de juerga y en esta ocasión se muestran las consecuencias de los estragos de noches sin control. Y es ahí donde la cinta cambia con respecto a sus predecesoras pues se convierte en una película moralina y donde lo adecuado es formar parte de la sociedad y madurar.

Es cierto, la cinta es divertida y por momentos hilarante, pero no logra llegar a la locura de la primera parte, tal sea por el hecho de querer cuidar más ciertas posturas socialmente aceptadas y no caer en el esquema desgastado y grotesco de la segunda entrega. Por otra parte, he de mencionar que uno de los grandes lastres de la cinta, aparte de pretender ser moralina y educadora, es que el personaje de Zack Galifianakis, Alan, quien la mayor parte de la cinta se comporta como un niño malcriado e irresponsable, provocando pena ajena en el espectador; es cierto esta conducta ya había sido mostrada de forma sutil en la primera parte pero aquí se exagera dicha conducta sólo para que al final se vuelva un hombre responsable; se necesitaron 3 películas para que Alan (Zack Galifianakis) nos hartara con su comportamiento, aunque estuvo a nada de que lo odiáramos, o al menos yo lo odiara. Y hablando de personajes insoportables no olvidemos a Ken Jeong quien repite ad nauseam sus gestos, ademanes y tonos de voz. La gracia de su personaje se perdió incluso antes de iniciar la cinta.

¿Qué Pasó Ayer? Parte III prometió ser la magnífica conclusión de estas cintas sobre fiestas casuales salidas de control, pero, ¿lo consigue? Apenas, pues resulta un agridulce colofón a la saga, una cruda amarga donde todo lo realizado bajo la euforia de la borrachera regresa con la fuerza de un bumerang para cobrar cuentas, dejando todo sucio, con una pizca de gracia y apenas con brillo.

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