The Lone Ranger: Despierta John

The Lone Ranger (El Llanero Solitario) es un proyecto que el actor Johnny Deep anhelaba concretar y para ello recurre a viejos conocidos como Gore Verbinski y Jerry Bruckheimer, director y productor respectivamente.

San Francisco, 1933, un anciano amerindio de nombre Toro ([Tonto] Johnny Depp) cuenta la historia del surgimiento de El Llanero Solitario ([The Lone Ranger] Armie Hammer), quien originalmente era un abogado de nombre John Reid y es declarado muerto después de fracasar en su intento de apresar al forajido Butch Cavendish (William Fichtner). Toro [Tonto] logra rescatarlo, curarlo y le ofrece su ayuda para llevar ante la justicia a Cavendish pero para ello deberá convertirse en un jinete enmascarado, sin embargo, pronto se dará cuenta, al igual que su compañero indígena, que Cavendish sólo es una parte gran estratagema con muchos intereses económicos y la pareja debe luchar contra ello en una aventura que los convertirá en leyendas.

Actualmente El Llanero Solitario es uno de los héroes menos reconocidos por parte del público, ya que su cúspide de popularidad fue hace más de 50 años y poco fue menguando y sólo aquellos verdaderos fanáticos la recuerdan con cariño. Ello nos lleva a pensar que alguien como Johnny Deep, quien admite que sus últimas películas las ha realizados con el fin de que sus pequeños hijos las puedan ver, y contando con el apoyo de la casa Disney y de Bruckheimer, decida resucitar dicho universo y con ello iniciar una exitosa franquicia.

Pero a pesar de las buenas intenciones del reconocido actor existe una ligera indiferencia por parte de la audiencia, quienes simplemente están interesados en la cinta ya que el nombre de Deep figura en ella. Y es que para que una cinta sobre el salvaje oeste sobresalga en una cartelera plagada de superhéroes de comics, cintas de ciencia ficción y comedias medio entretenidas esta debe aportar elementos singulares e inmejorables que las otras cintas no aporten o que al menos llamen mucho más la atención a un público que ya tiene una “mayor variedad” para disfrutar. Y este resulta ser uno de los inconvenientes para la cinta pues no aporta nada nuevo, ni siquiera los elementos que presenta son mostrados de forma “original” ya que por momentos el director, y en su caso Johnny Deep, sólo repiten aquello que presentaron en Piratas del Caribe, lo cual en su momento fue divertido y entretenido.

El que Gore Verbinski decida utilizar los mismos elementos mostrados con anterioridad en sus cintas sobre piratas obedece a que los productores pretendan vender la cinta como un producto familiar, en realidad como una cinta para niños pero el director se contradice a si mismo al mostrar en pantalla muchas escenas violentas y sangrientas. Pero muy al margen de si el director se copia a si mismo he de destacar que muchas de las escenas resultan desangeladas, mediocres y hasta cierto punto aburridas, sin mencionar que el nivel del humor raya en lo bobalicón y simplista, aunque un par de secuencias, el inicio y el final de la cinta, son explosivas y logran que el público se emocione.

Por otra parte la actuación de Depp resulta ser algo fastidiosa pues su personaje es una mala copia de Juanito Gorrión, perdón quise decir el Capitán Jack Sparrow, combinada con una pizca de Jar Jar Binks lo que nos hace preguntar si el actor no se estará encasillando en su ya reconocido personaje. Pero si Deep resulta algo insoportable, el pobre de Armie Hammer se lleva los abucheos pues no logra definir la motivación de su personaje, porque por momentos busca justicia y en otros intenta obtener venganza contra el villano en turno. No es que Hammer sea mal actor pero la forma en que interpreta a su personaje le perjudica. Tal vez parte de la culpa sea del director. El único que si supo hacer su trabajo fue William Fichtner como el villano Butch Cavendish quien resulta ser un personaje ruin y desalmado que no se tienta el corazón con tal de concretar sus perversos planes.

Aun después de todo lo dicho con anterioridad la cinta tiene puntos positivos como la gran variedad de escenarios que nos remontan a la época y al lugar en el que nos situamos, lugares que ya habían sido visitados por grandes directores del cine western como John Ford o Sergio Leone, escenarios retratados de forma soberbia por Bojan Bazelli, aunado a efectos especiales realizados de manera eficiente y a la música realizada por Hans Zimmer.

Puede resultar contradictoria mi crítica pues en sí misma la cinta no es mala, resulta medianamente entretenida, o al menos lo suficientemente entretenida para los niños y los fanáticos de Johnny Deep. Y es que para disfrutarla, o más bien no salir echando peste sobre la misma, hay que tener una baja expectativa de la misma. Mala no es pero pudo haber sido mucho, mucho mejor película.

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