The Social Network: Pecados reales
Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg) muestra a manera de flashbacks como se dieron los acontecimientos ocurridos durante el génesis de “su concepto” mientras sobrelleva las demandas hechas por los Hermanos Cameron y Tyler Winklevoss (Armie Hammer) y por su mejor amigo Eduardo Saverin (Andrew Garfield).
Mark Zuckerberg es retratado hasta cierto punto como una persona misógina, rencorosa, con ideas firmes y además manipulable por verdaderos diablos, en este caso de Sean Parker (Justin Timberlake), que de su frustración por no tener una posición socioeconómica privilegiada, ni pertenecer a la elite y menos sobresalir del montón nace el concepto de Facebook, no es una idea totalmente de su autoría, ni realizó todo el trabajo él solo pero si supo que tenia en su manos algo grande y funcional que tarde o temprano le daría la posición de elite que tanto deseaba. Ello lo lleva a tropezar y aprender, traicionar, perdonar, perder y quedar como Dios del Caos que lo mismo crea que destruye. Así Fincher nos demuestra que los genios no existen, son personas comunes y corrientes que tienen la simple particularidad de llevar a cabo una idea genial surgida en un instante usual pero igual que los demás cometen los mismos errores y viven casi igual a nosotros. Por otro lado las personas altamente competitivas y que no están dispuestas a perder, tal es el caso de los Hermanos Winklevoss, trataran de recuperar a toda costa aquello que fue “suyo” en primer lugar, aun cuando solo aportaron la idea inicial. Y como los mejores amigos se vuelven los peores enemigos después de sentirse traicionados y apartados del camino por quienes apoyaron en principio, en este caso Eduardo Saverin. Y por ultimo tenemos al oportunista que no soltara por nada ni por nadie esa jugosa idea que ve en el horizonte solo para pretender que fue el uno de los genios que la impulso, estoy hablando de Sean Parker. Al final de cuentas todos son devorados por la avaricia y su promesa de poder.
Toda esta fabula es obra del excelente guión de Aaron Sorkin, que a decir verdad la historia no es tan dramática como muchos esperan y que esta llena de traiciones, intrigas y moral ambigua pero que es en esos mismos puntos donde radica su mayor fortaleza pues con ello se dota de un realismo más creíble para el publico en general y claro de la excelsa dirección a cargo de David Finsher que hace que cada elemento de la película, desde los diálogos rápidos e inteligentes hasta las tomas panorámicas y la música incidental, en este caso de Trent Reznor y Atticus Ross, sean representaciones simbólicas de los pensamientos y emociones de cada uno de los personajes que coexisten a través de la ficción.
En cuanto a Jesse Eisenberg, Armie Hammer y Andrew Garfield sus actuaciones son más que perfectas, principalmente Eisenberg que corre con el papel principal, incluso un actor tan mediocre como Justin Timberlake hace un buen trabajo, lo cual no debe de sorprendernos pues un excelente director puede hacer que un mal histrión actué de verdad, al menos una vez en su vida.
Una vez más Fincher nos entrega una impresionante muestra de arte cinematográfico, aun cuando muchos vean a la historia como algo de poco o mediano interés. Aún así es recomendable para quienes quieran ver una película poderosa cuyo trasfondo dramático logra su máximo cometido: Entretener. Me Gusta seria la frase más corta para catalogar esta cinta.
Nota: Su trailer es uno de los mejores que he visto en los últimos años
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