Let Me In: Por Favor, Siéntete como en Casa
Con el auge actual de películas sobre vampirismo el director Matt Reeves decide realizar Let Me In (Déjame Entrar) basada originalmente en la novela sueca Låt Den Rätte Komma In del escritor John Ajvide Lindqvist y con la participación de Chloe Moretz y Kodi Smit-McPhee.
1983, Los Álamos Nuevo México: Owen (Kodi Smit-McPhee) es un adolescente que vive infelizmente con su madre divorciada y constantemente es blanco de acosadores (bullies) mayores que él. Pero todo cambia cuando conoce a Abby (Chloe Moretz), su nueva vecina, con quien empieza a formar una intensa amistad a pesar de los peligrosos secretos que oculta la niña. Y así vemos como mejoran las vidas de ambos, fortaleciéndose mutuamente hasta que factores externos amenazan con separarlos.
Con anterioridad el libro de Ajvide Lindqvist ya había sido adaptado al cine en el 2008 en su natal Suecia y cuyo nombre era el similar Låt Den Rätte Komma In (Déjame Entrar). Ahora como es costumbre en el cine hollywoodense, al menos en la actualidad deciden rehacerla con mayor producción y ofreciéndoles un mayor alcance mundial del que podrían tener la producción original. Lo cual nos lleva a la ineludible pregunta: ¿Es mejor que la versión original? Y la respuesta es No, pero antes desecharla por el simple hecho de tratarse de un remake debemos analizar sus puntos débiles y fuertes propios de la película que nos compete.
Ahora bien por principio de cuentas debo admitir que la película es una maravilla, aun cuando las películas de terror y sobretodo las de vampiros han sufrido un gran desprestigio en los últimos años. Ya que logra exponer de forma clara y sin convertir toda la trama en un pretexto moral de como los adolescentes presentan problemas y que muchas veces no son atendidos con responsabilidad como por ejemplo el bully que algunos sufren en las escuelas, la desatención por parte de los padres, sobre todo cuando hay problemas de pareja, el desarrollo del concepto del bien y mal lleno de prejuicios, los rasgos sicopáticos que pueden surgir y un sin numero de problemas sociales enunciados en la historia. En todos estos aspectos le es fiel a su origen literario pues el escritor John Ajvide Lindqvist también fungió como guionista de la misma. Además de que el director de Matt Reeves logra enfocarse en la relación que tienen Owen y Abby quienes descubren el primer amor, las fortalezas y debilidades que tiene cada uno de ellos y que cambian cuando se convierten en pareja, la confianza desarrollada aun cuando Owen descubre el verdadero secreto de Abby. Por otra parte los protagonistas Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz enfocan claramente todos los sentimientos que sus personajes necesitan para desenvolverse en pantalla, sus caracterizaciones son muy maduras para ser apenas unos infantes.
En caso contrario su lado negativo, obviando el hecho de que no es una versión original, es que las escenas de terror nos son tan impactantes como una película de este tipo lo amerita, sus efectos en CGI se ven baratos y falsos como si el presupuesto no les alcanzara para hacer algo mejor. Aunque en contraparte hay escenas mejor realizadas y sin necesidad de efectos computacionales.
Al final de cuentas Let Me In (Déjame Entrar), es un buen filme; aun cuando es casi una calca del original, pues simplemente es una versión para un publico más comercial. Y como en la mayoría de los casos, lo mejor es ver ambas películas y apreciar cada una por lo que le sobresale.
1983, Los Álamos Nuevo México: Owen (Kodi Smit-McPhee) es un adolescente que vive infelizmente con su madre divorciada y constantemente es blanco de acosadores (bullies) mayores que él. Pero todo cambia cuando conoce a Abby (Chloe Moretz), su nueva vecina, con quien empieza a formar una intensa amistad a pesar de los peligrosos secretos que oculta la niña. Y así vemos como mejoran las vidas de ambos, fortaleciéndose mutuamente hasta que factores externos amenazan con separarlos.
Con anterioridad el libro de Ajvide Lindqvist ya había sido adaptado al cine en el 2008 en su natal Suecia y cuyo nombre era el similar Låt Den Rätte Komma In (Déjame Entrar). Ahora como es costumbre en el cine hollywoodense, al menos en la actualidad deciden rehacerla con mayor producción y ofreciéndoles un mayor alcance mundial del que podrían tener la producción original. Lo cual nos lleva a la ineludible pregunta: ¿Es mejor que la versión original? Y la respuesta es No, pero antes desecharla por el simple hecho de tratarse de un remake debemos analizar sus puntos débiles y fuertes propios de la película que nos compete.
Ahora bien por principio de cuentas debo admitir que la película es una maravilla, aun cuando las películas de terror y sobretodo las de vampiros han sufrido un gran desprestigio en los últimos años. Ya que logra exponer de forma clara y sin convertir toda la trama en un pretexto moral de como los adolescentes presentan problemas y que muchas veces no son atendidos con responsabilidad como por ejemplo el bully que algunos sufren en las escuelas, la desatención por parte de los padres, sobre todo cuando hay problemas de pareja, el desarrollo del concepto del bien y mal lleno de prejuicios, los rasgos sicopáticos que pueden surgir y un sin numero de problemas sociales enunciados en la historia. En todos estos aspectos le es fiel a su origen literario pues el escritor John Ajvide Lindqvist también fungió como guionista de la misma. Además de que el director de Matt Reeves logra enfocarse en la relación que tienen Owen y Abby quienes descubren el primer amor, las fortalezas y debilidades que tiene cada uno de ellos y que cambian cuando se convierten en pareja, la confianza desarrollada aun cuando Owen descubre el verdadero secreto de Abby. Por otra parte los protagonistas Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz enfocan claramente todos los sentimientos que sus personajes necesitan para desenvolverse en pantalla, sus caracterizaciones son muy maduras para ser apenas unos infantes.
En caso contrario su lado negativo, obviando el hecho de que no es una versión original, es que las escenas de terror nos son tan impactantes como una película de este tipo lo amerita, sus efectos en CGI se ven baratos y falsos como si el presupuesto no les alcanzara para hacer algo mejor. Aunque en contraparte hay escenas mejor realizadas y sin necesidad de efectos computacionales.
Al final de cuentas Let Me In (Déjame Entrar), es un buen filme; aun cuando es casi una calca del original, pues simplemente es una versión para un publico más comercial. Y como en la mayoría de los casos, lo mejor es ver ambas películas y apreciar cada una por lo que le sobresale.
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