Kung Fu Panda 2: La Garra de un Héroe

Después de convertirse en un arrollador éxito tanto en críticas como en taquilla en el 2008 llega su esperada secuela Kung Fu Panda 2.

Lord Chen es un pavorreal que inicia el uso de la pólvora para fines militares y de conquista, tal uso pone en peligro a los maestros del Kung Fu y guardianes de la paz por lo que Po, El guerrero Dragón y Los 5 Furiosos deberán detenerlo antes que sea demasiado tarde pero en el camino Po conocerá parte de su pasado y su relación con tan infame pavorreal.

Una de los aciertos que tuvo Dreamworks Animations con Kung fu Panda fue el de tomas la historia del clásico héroe improbable pero con un futuro épico y legendario, sin el humor sarcástico y agrio de otros personajes principales de la compañía y ahora nos presenta a Po en una faceta de búsqueda de su identidad, su lugar en el mundo más allá del lugar donde habita y demás limitantes que pueda tener. Una tipo de historia por demás contada pero que a final de cuentas la directora Jennifer Yuh y sus guionistas Jonathan Aibel y Glenn Berger logran sacar adelante con buenos resultados con excelentes escenas de acción y drama que existen a lo largo de la película. Secuencias que se realizan tanto en animación CGI como en animación tradicional con trazos tipo anime, además de que los efectos de las partículas y fuego son dignos de ver pues dan una sensación terriblemente hermosa. Por otra parte la música tiene un gran peso dentro de toda la película pues se conforma de elementos chinos con toques modernos de forma equilibrada y potenciando todas y cada una de las escenas.

Uno de los mayores inconvenientes con toda la realización es que el personaje principal, Po, no evoluciona, no tiene rasgos de madures y sigue presentándose como el mismo panda tonto y hasta cierto punto inútil de la primera parte, como si el aprendizaje sobre el Kung fu no le hubiese servido de nada. Y es que cuando tenemos un gran aprendizaje tendemos a cambiar casi radicalmente, en el caso de él siendo El Guerrero Dragón debería verse más decidido, un poco más centrado y maduro en sus convicciones, no solo el “niñote y payaso” que pretende ser. Por otra parte pierde un poco del humorismo que caracterizaba a la primera, tal vez sea por el doblaje hecho por Omar Chaparro en México y no es que él sea malo pero muchas veces se pretende regionalizar el doblaje y eso merma la calidad de una cinta animada.

Aun cuando Kung Fu Panda 2 no logra igualar la calidad y emotividad de su predecesora si es una muy buena cinta animada para ver y disfrutar.

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