The Adventures of Tintin: Explorador
28 años después de que Spielberg se hiciera de los derechos de la obra grafica de Hegré y con ayuda de Peter Jackson lanza en formato de animación digital The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn (Las Aventuras de Tintin) y toma como parámetros 3 de las obras del autor El Secreto del Unicornio, El Tesoro de Rackham El Rojo y El Cangrejo de las Pinzas de Oro.
El joven reportero Tintin y su fiel perro Milou adquieren la replica a escala de un barco del siglo XVII: El Unicornio que es buscado activamente por Sakharine, un caballero de dudosa reputación, lo cual lleva al valiente reportero a indagar los secretos que oculta dicha replica y lo conduce directamente al Capitán Haddock quien tiene una relación directa con dicha pieza y con el barco original. Todo ello nos conduce a historias de piratas, acertijos sobre tesoros perdidos, venganzas ancestrales y un sinnúmero de emocionantes aventuras.
Steven Spielberg siempre se ha caracterizado por dotar sus películas de una realización elegante, con un extraordinario atractivo visual, y Las aventuras de Tintin es un espectáculo formidable en cuanto a animación se refiere, formato que es usado por primera vez por Spielberg, pues la técnica motion-capture es aprovechada al máximo ya que por momentos las texturas, los movimientos tanto de cámara como de los personajes así como los trazos son indistinguibles de lo real. Si a estas tomas le agregamos los soberbios momentos de acción tenemos una cinta redonda y capaz de complace a chicos y a grandes por igual.
El guión corre a cargo de Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish quienes tuvieron la tarea de adecuar una narrativa de más de 50 años a la generación actual, lo cual logran eficientemente pero por momentos se centran demasiado en dichos espectadores y olvidan a aquellos mayores de 25 años y por ellos estos últimos pueden ver la trama un poco infantil y descuidada, aún con este pequeño desliz el guión esta muy bien estructurado y excelentemente plasmado en la pantalla. Por otra parte la música de John Williams sorprende pues otorga un ritmo trepidante a Las Aventuras de Tintin, pasando desapercibida durante la búsqueda de pistas y volviéndose un elemento fundamental en momentos de mayor tensión como los enfrentamientos climáticos. En el renglón de la fotografía Janusz Kaminski usa con total libertad el movimiento de cámara que solo la animación puede dar pues logra mostrarnos de forma fluida y sin cortes rincones y tomas pocas veces vistas y/o pensadas.
Ciertamente habrá versiones dobladas, como ocurre con el cine “familiar” que se estrena en México, cuyos colaboradores en esta ocasión si lograron entregar un trabajo eficiente y cuidadoso en dicha área, pero los invito a buscar la versión con sus voces originales y disfrutar de ambos formatos para que tengan una mejor idea de lo que Spielberg y su equipó intentaron transmitirnos más allá de la animación. Una cinta entretenida, única y bien armada en todos sus elementos, disfrutable de principio a fin.
El joven reportero Tintin y su fiel perro Milou adquieren la replica a escala de un barco del siglo XVII: El Unicornio que es buscado activamente por Sakharine, un caballero de dudosa reputación, lo cual lleva al valiente reportero a indagar los secretos que oculta dicha replica y lo conduce directamente al Capitán Haddock quien tiene una relación directa con dicha pieza y con el barco original. Todo ello nos conduce a historias de piratas, acertijos sobre tesoros perdidos, venganzas ancestrales y un sinnúmero de emocionantes aventuras.
Steven Spielberg siempre se ha caracterizado por dotar sus películas de una realización elegante, con un extraordinario atractivo visual, y Las aventuras de Tintin es un espectáculo formidable en cuanto a animación se refiere, formato que es usado por primera vez por Spielberg, pues la técnica motion-capture es aprovechada al máximo ya que por momentos las texturas, los movimientos tanto de cámara como de los personajes así como los trazos son indistinguibles de lo real. Si a estas tomas le agregamos los soberbios momentos de acción tenemos una cinta redonda y capaz de complace a chicos y a grandes por igual.
El guión corre a cargo de Steven Moffat, Edgar Wright y Joe Cornish quienes tuvieron la tarea de adecuar una narrativa de más de 50 años a la generación actual, lo cual logran eficientemente pero por momentos se centran demasiado en dichos espectadores y olvidan a aquellos mayores de 25 años y por ellos estos últimos pueden ver la trama un poco infantil y descuidada, aún con este pequeño desliz el guión esta muy bien estructurado y excelentemente plasmado en la pantalla. Por otra parte la música de John Williams sorprende pues otorga un ritmo trepidante a Las Aventuras de Tintin, pasando desapercibida durante la búsqueda de pistas y volviéndose un elemento fundamental en momentos de mayor tensión como los enfrentamientos climáticos. En el renglón de la fotografía Janusz Kaminski usa con total libertad el movimiento de cámara que solo la animación puede dar pues logra mostrarnos de forma fluida y sin cortes rincones y tomas pocas veces vistas y/o pensadas.
Ciertamente habrá versiones dobladas, como ocurre con el cine “familiar” que se estrena en México, cuyos colaboradores en esta ocasión si lograron entregar un trabajo eficiente y cuidadoso en dicha área, pero los invito a buscar la versión con sus voces originales y disfrutar de ambos formatos para que tengan una mejor idea de lo que Spielberg y su equipó intentaron transmitirnos más allá de la animación. Una cinta entretenida, única y bien armada en todos sus elementos, disfrutable de principio a fin.
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