Monsters: Habrá una Gran Cantidad de Dificultades en el Camino
Una de las vertientes del cine de ciencia ficción es el tema de monstruos e invasiones alienígenas y Monsters (Monstruos: Zona Infectada) es una cinta inglesa de corte independiente dirigida por Gareth Edwards y protagonizada por Scoot McNairy y Whitney Able que se suma a este género cinematográfico.
2015, en el norte de México, una nave de la NASA con muestras vida extraterrestre se estrella y dadas las condiciones esta se desarrolla rápidamente. Para protegernos de los colosales seres desconocidos, la zona es atrincherada, bombardeada incesantemente por los E.U. y puesta en cuarentena. Sobre este apocalíptico escenario, al fotoperiodista Andrew Kaulder (Scoot McNairy) le imponen la misión de salvar a la hija de su jefe, Samantha (Whitney Able), y regresarla sana y salva a EUA. Pero diversas complicaciones los harán emprender el viaje a través del área invadida.
Gareth Edwards utiliza como pretexto la invasión de monstruosos alienígenas para hacer una critica a la política intervencionista de los E.U., y tal vez de algunas otras potencias mundiales, sobre el resto de los países pero también intenta retratar con este marco el como afecta la migración ilegal que ocurre continuamente desde la parte sur de dicho territorio y como este país de primer mundo intenta desesperadamente imponer medidas para frenar dicho fenómeno. Además de dar una cierta mirada a los problemas que ocurren actualmente en un país como México, como por ejemplo la corrupción, los enfrentamientos armados, la pobreza y la conformidad de muchos de sus habitantes. Aún cuando es intención de Edwards alzar la voz y hacer critica sobre estas problemáticas este tratamiento se diluye un poco darle mayor énfasis a la historia romántica que surge entre Andrew y Samantha, que a diferencia de otras cintas, en ésta los protagonistas no intentan salvar al mundo, sino simplemente quieren sobrevivir.
El director utiliza tomas largas y poca acción para narrar la historia, lo que se contrapone al característico dinamismo de la cintas “sci-fi”, ya que dosifica las escenas de adrenalina y suspenso, situaciones, que además se resuelven sin grandes aspavientos. Hay que reconocer es que los gigantescos extraterrestres tienen un diseño “original”; lo cual se complementa con el diseño de producción de un escenario apocalíptico enmarcado en una atmósfera desesperanzadora. Probablemente esta nueva aproximación al género, que ha sido tantas veces abordado, se deba a es un filme británico, aunque también no está exento de lugares comunes.
La mayor parte de la película recae sobre los hombros de la pareja protagonista, Scoot McNairy y Whitney Able, quienes realizan un buen trabajo y demuestran la química suficiente como para sostener la historia.
Tal vez no se trate de una cinta que marque un hito histórico pero si da un tono reflexivo al mundo contemporáneo, sobre todo a la problemática acaecida en México.
2015, en el norte de México, una nave de la NASA con muestras vida extraterrestre se estrella y dadas las condiciones esta se desarrolla rápidamente. Para protegernos de los colosales seres desconocidos, la zona es atrincherada, bombardeada incesantemente por los E.U. y puesta en cuarentena. Sobre este apocalíptico escenario, al fotoperiodista Andrew Kaulder (Scoot McNairy) le imponen la misión de salvar a la hija de su jefe, Samantha (Whitney Able), y regresarla sana y salva a EUA. Pero diversas complicaciones los harán emprender el viaje a través del área invadida.
Gareth Edwards utiliza como pretexto la invasión de monstruosos alienígenas para hacer una critica a la política intervencionista de los E.U., y tal vez de algunas otras potencias mundiales, sobre el resto de los países pero también intenta retratar con este marco el como afecta la migración ilegal que ocurre continuamente desde la parte sur de dicho territorio y como este país de primer mundo intenta desesperadamente imponer medidas para frenar dicho fenómeno. Además de dar una cierta mirada a los problemas que ocurren actualmente en un país como México, como por ejemplo la corrupción, los enfrentamientos armados, la pobreza y la conformidad de muchos de sus habitantes. Aún cuando es intención de Edwards alzar la voz y hacer critica sobre estas problemáticas este tratamiento se diluye un poco darle mayor énfasis a la historia romántica que surge entre Andrew y Samantha, que a diferencia de otras cintas, en ésta los protagonistas no intentan salvar al mundo, sino simplemente quieren sobrevivir.
El director utiliza tomas largas y poca acción para narrar la historia, lo que se contrapone al característico dinamismo de la cintas “sci-fi”, ya que dosifica las escenas de adrenalina y suspenso, situaciones, que además se resuelven sin grandes aspavientos. Hay que reconocer es que los gigantescos extraterrestres tienen un diseño “original”; lo cual se complementa con el diseño de producción de un escenario apocalíptico enmarcado en una atmósfera desesperanzadora. Probablemente esta nueva aproximación al género, que ha sido tantas veces abordado, se deba a es un filme británico, aunque también no está exento de lugares comunes.
La mayor parte de la película recae sobre los hombros de la pareja protagonista, Scoot McNairy y Whitney Able, quienes realizan un buen trabajo y demuestran la química suficiente como para sostener la historia.
Tal vez no se trate de una cinta que marque un hito histórico pero si da un tono reflexivo al mundo contemporáneo, sobre todo a la problemática acaecida en México.
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