Nacimiento
Los dioses abandonaron la Tierra hace eones y con ellos se habían llevado sus creaciones vivas y solo dejaron atrás al Árbol Eterno, la única señal de vida en medio del Yermo que existía, y el único lugar donde aparentemente existía agua pues el Árbol Eterno se encontraba en medio de un pequeño lago. Y así el tiempo transcurría…
Y entonces una corriente cálida del norte acarició con su brisa las hojas y ramas del Árbol Eterno y espontáneamente este empezó a arder hasta convertirse en cenizas y del lodo que se formo cuando estas entraron en contacto con el agua surge un ídolo humanoide de color rojo de cabellos dorados; ingenuo de su lo que le aguardaba en su nuevo mundo pero con una infinita capacidad de aprendizaje y sabiduría, y mientras contemplaba a su alrededor en el interior de él brotan antiguos pensamientos, ideas primigenias almacenadas en el Árbol Eterno y que fueron transmitidas a él y después de meditar por un tiempo indefinido dedujo que podía, con el poder que se encontraba en su interior, volver realidad aquellas ideas. Pero ¿Cómo hacerlo?, ¿Que acción le permitiría realizar esa hazaña?, y de forma espontánea su boca emitió un sonido que si algún humano lo hubiese escuchado lo interpretaría como una palabra y con ello empezó a crecer lo que alguna vez se conoció como pasto en los limites externos del lago.
Ahora conocía el procedimiento para realizar sus creaciones pues en su boca y en las palabras que de ella se desprendían surgía el milagro pero pronto se dio cuenta que no solo formas finas y exquisitas surgían sino también grotescas y burdas pero no carentes de espectacularidad y belleza para sus cándidos ojos. Y así logro recrear los que con anterioridad se conocían como mares, desiertos, montañas, pantanos, volcanes y precipicios, darles el tamaño y las formas que él deseara, las infinitas posibilidades de creación estaban en sus manos pero a pesar de ese inmenso poder todo permanecía estático, inmutable pues en sus obras no se reflejaba la belleza que en su mente existía. Con ello se dio cuenta que algo hacia falta pero carecía de la comprensión de aquello que le daría el punto final a su creación pero también discernía que si aquella idea no se encontraba almacenada en sus recuerdos debería encontrarse más allá de sus creaciones y por consiguiente ahora su tarea era encontrarla.
Cuentos de Luzos a su Hijo.
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