Trolljegeren: Tú eres una Fea Cosa
Sumándose a la creciente tendencia de filmar Mockumentaries, expresión anglosajona para referirse a los Falsos Documentales, y tomando como punto de partida la “existencia” de criaturas de la mitología escandinava el director noruego André Øvredal presenta: Trolljegeren (Trol, La Verdad Detrás de la Leyenda).
Un grupo de jóvenes con cámara en mano, Thomas (Glenn Erland Tosterud), Johanna (Johanna Mørck), y su camarógrafo Kalle (Tomas Alf Larsen), buscan la verdad sobre la masacre de osos en los bosques noruegos, suponen que tienen algo que ver un sujeto llamado Hans (Otto Jespersen). Mientras intentar descubrir la verdad detrás de este fenómeno se revela un secreto de estado que amenaza la paz social de su país.
Como en la mayoría de los falsos documentales tenemos las obligatorias notas de advertencia al principio de la cinta, indicándonos cierto grado de veracidad a lo que de primera vista puede parecer una broma. Y a diferencia del resto de los exponentes del género no hay excusas que pretenden resanar las deficiencias de un trabajo que se busca terminar lo más pronto posible y que pretende hacerlo ver como “vídeo aficionado” como por ejemplo los interminables movimientos cámara, escenas borrosas de baja calidad, falta de iluminación. La cámara se encuentra enfocada cuando debe hacerlo, no perdemos detalle de lo que sucede y lo más importante fue que los creadores no se acobardaron al mostrarnos a los troles.
La película es interesante por el simple hecho de ver a todo detalle a los troles, a comparación de algunos directores que optan por sombras o movimientos de arboles para hacer notar su presencia, aquí André Øvredal no se reprime en mostrarnos la variedad de criaturas, que por lo visto abundan en los bosques. Por otra parte los guionistas se esfuerzan en dar “veracidad” a la película al dar una explicación “coherente” de la conducta de los seres mitológicos, como por ejemplo su odio de los cantos cristianos, su predilección por las llantas, las piedras y la carne de cabras y ovejas.
En cambio su mayor defecto es que falla al momento de transmitir miedo a la audiencia, en parte por los actores que no son reflejan el terror en sus rostros al encontrarse en peligro mortal o al menos gritos aterradores porque los van a devorar, con la excepción del personaje de Otto Jespersen (Hans) pues muestra a un cazador curtido por loa experiencia pero que se encuentra cansado de su ya fastidioso trabajo. El guión tampoco es perfecto, todo esta en función a seguir con el documental, los personajes no importan al ser reemplazables y no tienen mayores expresiones que las de sentirse “sorprendidos”. Al final de cuentas lo importante es “dar a conocer” la existencia de estas criaturas, los troles.
No está del todo mal, es aceptable aún cuando pretende utilizar los mismos trucos de siempre. Resulta ser original con el tema que trata, sólo que si se requiere de mucha fe en dejarse llevar por la fantasía de seres gigantes rondando los bosques. Si sobreviven a la primera mitad, el resto les será agradable.
Un grupo de jóvenes con cámara en mano, Thomas (Glenn Erland Tosterud), Johanna (Johanna Mørck), y su camarógrafo Kalle (Tomas Alf Larsen), buscan la verdad sobre la masacre de osos en los bosques noruegos, suponen que tienen algo que ver un sujeto llamado Hans (Otto Jespersen). Mientras intentar descubrir la verdad detrás de este fenómeno se revela un secreto de estado que amenaza la paz social de su país.
Como en la mayoría de los falsos documentales tenemos las obligatorias notas de advertencia al principio de la cinta, indicándonos cierto grado de veracidad a lo que de primera vista puede parecer una broma. Y a diferencia del resto de los exponentes del género no hay excusas que pretenden resanar las deficiencias de un trabajo que se busca terminar lo más pronto posible y que pretende hacerlo ver como “vídeo aficionado” como por ejemplo los interminables movimientos cámara, escenas borrosas de baja calidad, falta de iluminación. La cámara se encuentra enfocada cuando debe hacerlo, no perdemos detalle de lo que sucede y lo más importante fue que los creadores no se acobardaron al mostrarnos a los troles.
La película es interesante por el simple hecho de ver a todo detalle a los troles, a comparación de algunos directores que optan por sombras o movimientos de arboles para hacer notar su presencia, aquí André Øvredal no se reprime en mostrarnos la variedad de criaturas, que por lo visto abundan en los bosques. Por otra parte los guionistas se esfuerzan en dar “veracidad” a la película al dar una explicación “coherente” de la conducta de los seres mitológicos, como por ejemplo su odio de los cantos cristianos, su predilección por las llantas, las piedras y la carne de cabras y ovejas.
En cambio su mayor defecto es que falla al momento de transmitir miedo a la audiencia, en parte por los actores que no son reflejan el terror en sus rostros al encontrarse en peligro mortal o al menos gritos aterradores porque los van a devorar, con la excepción del personaje de Otto Jespersen (Hans) pues muestra a un cazador curtido por loa experiencia pero que se encuentra cansado de su ya fastidioso trabajo. El guión tampoco es perfecto, todo esta en función a seguir con el documental, los personajes no importan al ser reemplazables y no tienen mayores expresiones que las de sentirse “sorprendidos”. Al final de cuentas lo importante es “dar a conocer” la existencia de estas criaturas, los troles.
No está del todo mal, es aceptable aún cuando pretende utilizar los mismos trucos de siempre. Resulta ser original con el tema que trata, sólo que si se requiere de mucha fe en dejarse llevar por la fantasía de seres gigantes rondando los bosques. Si sobreviven a la primera mitad, el resto les será agradable.
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