Extremely Loud & Incredibly Close: Incluso en la Muerte, Me Guía
A poco más de diez años desde el ataque terrorista del 11 de Septiembre del 2001 el director Stephen Daldry adapta Extremely Loud & Incredibly Close (Tan Fuerte y Tan Cerca) novela homónima de Jonathan Safran Foer que cuenta algunas circunstancias relacionadas con este trágico evento.
Oskar Schell (Thomas Horn), un niño 10 años, cuyo padre Thomas (Tom Hanks) acostumbraba mandarlo estimular la mente del niño con acertijos escondidos en diferentes partes de la ciudad de Nueva York. Sin embargo Thomas fallece durante el ataque del 11 de Septiembre, y como consecuencia Oskar empezó a alejarse emocionalmente de su madre Linda (Sandra Bullock). Entonces Oskar descubre entre las pertenencias de su padre una llave marcada con la palabra "Black", y la toma como punto de partida para descubrir el último mensaje de su padre y mantener vivo su recuerdo tanto tiempo como sea posible.
Un concepto interesante donde un niño, aunque podría ser cualquier persona, inicia una investigación de un misterio que lo une a su padre después de que este inevitablemente fallece y no logro despedirse apropiadamente, por lo cual, este caso Oskar, busca desesperadamente resolver este misterio que le proporcione la catarsis que alivie el dolor generado por la perdida. Sin embargo el director Stephen Daldry, torna la trama de forma inocente y demasiado sentimental rayando en lo inverosímil y melodramático como si quisiera que el público se identificara inmediatamente con la protagonista dada su perdida creando un duelo colectivo al recordar, los acontecimientos de El 11 de Septiembre con lo cual se corre el riesgo de banalizar los hechos. El concepto es encantador y genuino al ofrecer devastadoras observaciones sobre culpa y responsabilidad pero no convence nada su peso dramático que llega a incomodar e incluso “insultar” la inteligencia del espectador.
En otro apartado la actuación del niño Thomas Horn es verdaderamente extraordinaria, el problema es que el personaje por momentos puede volverse molesto ya que constantemente entra en rabietas y desfiguros como si solo él pudiera sentir dolor y aflicción. Además de Tom Hanks y Sandra Bullock tenemos al veterano Max von Sydow sí que es un monstruo, porque emana tensión dramática sin apenas moverse en un papel silencioso pero muy expresivo y lamentablemente irrelevante.
Hay que reconocer el esfuerzo al tener un reparto de renombre y realizar un buen montaje, pero prácticamente ni un solo minuto de la trama se hace verosímil. Excelente premisa para una cinta sobre tan dramático acontecimiento pero que se apega mucho a los momentos melodramáticos y moralinos.
Oskar Schell (Thomas Horn), un niño 10 años, cuyo padre Thomas (Tom Hanks) acostumbraba mandarlo estimular la mente del niño con acertijos escondidos en diferentes partes de la ciudad de Nueva York. Sin embargo Thomas fallece durante el ataque del 11 de Septiembre, y como consecuencia Oskar empezó a alejarse emocionalmente de su madre Linda (Sandra Bullock). Entonces Oskar descubre entre las pertenencias de su padre una llave marcada con la palabra "Black", y la toma como punto de partida para descubrir el último mensaje de su padre y mantener vivo su recuerdo tanto tiempo como sea posible.
Un concepto interesante donde un niño, aunque podría ser cualquier persona, inicia una investigación de un misterio que lo une a su padre después de que este inevitablemente fallece y no logro despedirse apropiadamente, por lo cual, este caso Oskar, busca desesperadamente resolver este misterio que le proporcione la catarsis que alivie el dolor generado por la perdida. Sin embargo el director Stephen Daldry, torna la trama de forma inocente y demasiado sentimental rayando en lo inverosímil y melodramático como si quisiera que el público se identificara inmediatamente con la protagonista dada su perdida creando un duelo colectivo al recordar, los acontecimientos de El 11 de Septiembre con lo cual se corre el riesgo de banalizar los hechos. El concepto es encantador y genuino al ofrecer devastadoras observaciones sobre culpa y responsabilidad pero no convence nada su peso dramático que llega a incomodar e incluso “insultar” la inteligencia del espectador.
En otro apartado la actuación del niño Thomas Horn es verdaderamente extraordinaria, el problema es que el personaje por momentos puede volverse molesto ya que constantemente entra en rabietas y desfiguros como si solo él pudiera sentir dolor y aflicción. Además de Tom Hanks y Sandra Bullock tenemos al veterano Max von Sydow sí que es un monstruo, porque emana tensión dramática sin apenas moverse en un papel silencioso pero muy expresivo y lamentablemente irrelevante.
Hay que reconocer el esfuerzo al tener un reparto de renombre y realizar un buen montaje, pero prácticamente ni un solo minuto de la trama se hace verosímil. Excelente premisa para una cinta sobre tan dramático acontecimiento pero que se apega mucho a los momentos melodramáticos y moralinos.
Comentarios