The Grey: ¿Esa es toda la ferocidad para un viejo como yo?
Basada en un cuento corto Ghost Walker de Ian Mackenzie Jeffers, The Grey (Un día para Sobrevivir) es dirigida por Joe Carnahan con el auspicio de los hermanos Scott y protagonizada por Liam Neeson.
John Ottway (Liam Neeson), un francotirador que se encarga de matar lobos mientras sus compañeros trabajan en una planta petrolífera de Alaska. Deprimido, taciturno y hasta cierto punto, sin voluntad de vivir. Poco después de despegar en un vuelo que va hacia la civilización, el avión se estrella en medio de la nada, durante una tormenta de nieve. Los supervivientes, encabezados por Ottway, tendrán que hacer frente al hambre y el frío mientras tratan de huir de un grupo de lobos salvajes en cuyo hábitat han ido a parar.
El director Joe Carnahan se especializa en películas de acción aunque en ocasiones puede sobrepasarse y crear productos irrisorios, no cabe duda de que tiene talento suficiente para crear una atmósfera de suspenso y orquestar escenas de acción, pues la fotografía es impresionante y hace que los escenarios naturales se conviertan en parte de una atmósfera amenazante, convirtiendo esta cinta en una emocionante experiencia, aderezada con bastante sangre, violencia y buenas actuaciones. Quizá el único inconveniente de la cinta es su guión algo mecánico y un tanto alargado, que se limita en su última mitad a ser poco más que una secuencia de eliminación de personajes, y que utiliza el recurso de los flashbacks de forma un poco forzada, rompiendo el ritmo de un interesante filme de aventuras para adultos, que enfrenta al hombre con una naturaleza salvaje y nada clemente.
En cuanto a Liam Neeson, podemos quedar satisfechos con su actuación ya que personifica convincentemente a un hombre nihilista sin los suficientes ánimos en la vida pero que sin embargo deberá sacar fuerzas suficientes si desea sobrevivir a los acontecimientos en los que se ve inmerso. Por otra parte, la cinta se rehúsa a ser complaciente con el espectador más habituado a las genéricas cintas de acción y lo obliga a pensar, algo que pocas veces se asocia con el cine de género.
En fin, Carnahan sabe manejar con igual destreza las escenas de acción, los tensos momentos de suspenso, y los respiros contemplativos donde los rudos héroes reflexionan sobre su mortalidad y lo que dejaron atrás. A final de cuentas Un día para Sobrevivir es una cinta que no pretende trascendencia. Pero es innegable que es un entretenimiento trepidante y por momentos filosófico.
John Ottway (Liam Neeson), un francotirador que se encarga de matar lobos mientras sus compañeros trabajan en una planta petrolífera de Alaska. Deprimido, taciturno y hasta cierto punto, sin voluntad de vivir. Poco después de despegar en un vuelo que va hacia la civilización, el avión se estrella en medio de la nada, durante una tormenta de nieve. Los supervivientes, encabezados por Ottway, tendrán que hacer frente al hambre y el frío mientras tratan de huir de un grupo de lobos salvajes en cuyo hábitat han ido a parar.
El director Joe Carnahan se especializa en películas de acción aunque en ocasiones puede sobrepasarse y crear productos irrisorios, no cabe duda de que tiene talento suficiente para crear una atmósfera de suspenso y orquestar escenas de acción, pues la fotografía es impresionante y hace que los escenarios naturales se conviertan en parte de una atmósfera amenazante, convirtiendo esta cinta en una emocionante experiencia, aderezada con bastante sangre, violencia y buenas actuaciones. Quizá el único inconveniente de la cinta es su guión algo mecánico y un tanto alargado, que se limita en su última mitad a ser poco más que una secuencia de eliminación de personajes, y que utiliza el recurso de los flashbacks de forma un poco forzada, rompiendo el ritmo de un interesante filme de aventuras para adultos, que enfrenta al hombre con una naturaleza salvaje y nada clemente.
En cuanto a Liam Neeson, podemos quedar satisfechos con su actuación ya que personifica convincentemente a un hombre nihilista sin los suficientes ánimos en la vida pero que sin embargo deberá sacar fuerzas suficientes si desea sobrevivir a los acontecimientos en los que se ve inmerso. Por otra parte, la cinta se rehúsa a ser complaciente con el espectador más habituado a las genéricas cintas de acción y lo obliga a pensar, algo que pocas veces se asocia con el cine de género.
En fin, Carnahan sabe manejar con igual destreza las escenas de acción, los tensos momentos de suspenso, y los respiros contemplativos donde los rudos héroes reflexionan sobre su mortalidad y lo que dejaron atrás. A final de cuentas Un día para Sobrevivir es una cinta que no pretende trascendencia. Pero es innegable que es un entretenimiento trepidante y por momentos filosófico.
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