Total Recall: Oh. Entonces es así como debe ser
Total Recall (El Vengador del Futuro) del director Len Wiseman adaptación libre de la historia corta de ciencia ficción We Can Remember It for You Wholesale de Philip K. Dick. Cinta que viene a ser la segunda versión de dicha historia pues esta ya había sido adaptada con anterioridad, y con el mismo nombre, por Paul Verhoeven en 1990.
Fines del Siglo XXI, Gran parte de la Tierra se ha vuelto inhabitable debido a las guerras químicas que dejaron al planeta dividido en dos facciones: La Federación Británica Unida donde vive la elite dirigida por el Canciller Cohaagen (Bryan Cranston); y La Colonia, donde vive la población obrera en condiciones deplorables. Uno de esos obreros es Douglas Quaid (Colin Farrell), quien apenas gana suficiente dinero para mantener a su esposa Lori (Kate Beckinsale). Al sentirse insatisfecho y frustrado con su paupérrima vida Quaid decide contratar los servicios de la empresa Rekall, especializada en implantar memorias falsas de eventos que nunca ocurrieron para sentir cierta “emoción”, pero durante el procedimiento se revela que él es un agente trabajando en una misión pero que su memoria fue borrada en algún momento. Entonces, para encontrar respuestas, Quaid se auxilia en una mujer llamada Melina (Jessica Biel), quien asegura conocer la verdadera identidad de Quaid. Pero al mismo tiempo descubre que el Canciller Cohaagen y sus esbirros tratarán de capturarlo pues Quaid puede poner en peligro el balance político del planeta.
Len Wiseman hace referencia inmediata de muchas cintas de ciencia ficción para realizar esta “adaptación” como por ejemplo Minority Report: Sentencia Previa, Blade Runner, Exterminio, La Guerra de las Galaxias, El Vengador del Futuro (1990) y Yo, Robot. Estas simples referencias, o más bien plagios descarados, hacen pensar que el director decidió tomar atajos, tanto narrativos como audiovisuales, para realizar dicha cinta además de que el guión de Kurt Wimmer omite toda referencia a Marte, a la invasión extraterrestre que se encontraban plasmados en la historia de Philip K. Dick. Cierto, estos detalles no afectan la narrativa global, la cual es pobre y en ocasiones incoherente, pero ilustran la condescendencia del director y su falta de visión para ofrecernos una nueva interpretación de la historia, ya que solo se limita a duplicar escenas, pero con mejores efectos especiales.
Un único punto rescatable de El Vengador del Futuro son los efectos especiales. Legacy Effects, MPC y media docena de estudios adicionales contribuyeron para crear un extraordinario mundo futurista con un nivel de detalle y realismo decente. No por ello se salva película, pero se acerca bastante. Apoyando ese atractivo visual Wiseman también desarrolla escenas de acción muy bien coreografiadas y suficientemente nítidas que puede uno disfrutar sin terminar mareado y confundido por lo que pasa en pantalla. Por otra parte los actores realizan un trabajo más que decente. Kate Beckinsale se esfuerza en darle convicción a su personaje de esposa/asesina. Mientras que Jessica Biel apenas la libra como el interés amoroso del protagonista. Y Colin Farrell es un adecuado como héroe con aptitud física y carisma suficiente pero la construcción de su personaje es débil y a la posteridad olvidable.
A pesar de todo, El Vengador del Futuro es una experiencia entretenida; los efectos digitales, las peleas y el frenético ritmo que mantiene el director contribuyen a la ilusión de drama. No se debe exigir mucho si la cinta al final cumple con su cometido y eso es entretener por un par de minutos. Lastima que siempre existirán las comparaciones de esta con la anterior adaptación.
Fines del Siglo XXI, Gran parte de la Tierra se ha vuelto inhabitable debido a las guerras químicas que dejaron al planeta dividido en dos facciones: La Federación Británica Unida donde vive la elite dirigida por el Canciller Cohaagen (Bryan Cranston); y La Colonia, donde vive la población obrera en condiciones deplorables. Uno de esos obreros es Douglas Quaid (Colin Farrell), quien apenas gana suficiente dinero para mantener a su esposa Lori (Kate Beckinsale). Al sentirse insatisfecho y frustrado con su paupérrima vida Quaid decide contratar los servicios de la empresa Rekall, especializada en implantar memorias falsas de eventos que nunca ocurrieron para sentir cierta “emoción”, pero durante el procedimiento se revela que él es un agente trabajando en una misión pero que su memoria fue borrada en algún momento. Entonces, para encontrar respuestas, Quaid se auxilia en una mujer llamada Melina (Jessica Biel), quien asegura conocer la verdadera identidad de Quaid. Pero al mismo tiempo descubre que el Canciller Cohaagen y sus esbirros tratarán de capturarlo pues Quaid puede poner en peligro el balance político del planeta.
Len Wiseman hace referencia inmediata de muchas cintas de ciencia ficción para realizar esta “adaptación” como por ejemplo Minority Report: Sentencia Previa, Blade Runner, Exterminio, La Guerra de las Galaxias, El Vengador del Futuro (1990) y Yo, Robot. Estas simples referencias, o más bien plagios descarados, hacen pensar que el director decidió tomar atajos, tanto narrativos como audiovisuales, para realizar dicha cinta además de que el guión de Kurt Wimmer omite toda referencia a Marte, a la invasión extraterrestre que se encontraban plasmados en la historia de Philip K. Dick. Cierto, estos detalles no afectan la narrativa global, la cual es pobre y en ocasiones incoherente, pero ilustran la condescendencia del director y su falta de visión para ofrecernos una nueva interpretación de la historia, ya que solo se limita a duplicar escenas, pero con mejores efectos especiales.
Un único punto rescatable de El Vengador del Futuro son los efectos especiales. Legacy Effects, MPC y media docena de estudios adicionales contribuyeron para crear un extraordinario mundo futurista con un nivel de detalle y realismo decente. No por ello se salva película, pero se acerca bastante. Apoyando ese atractivo visual Wiseman también desarrolla escenas de acción muy bien coreografiadas y suficientemente nítidas que puede uno disfrutar sin terminar mareado y confundido por lo que pasa en pantalla. Por otra parte los actores realizan un trabajo más que decente. Kate Beckinsale se esfuerza en darle convicción a su personaje de esposa/asesina. Mientras que Jessica Biel apenas la libra como el interés amoroso del protagonista. Y Colin Farrell es un adecuado como héroe con aptitud física y carisma suficiente pero la construcción de su personaje es débil y a la posteridad olvidable.
A pesar de todo, El Vengador del Futuro es una experiencia entretenida; los efectos digitales, las peleas y el frenético ritmo que mantiene el director contribuyen a la ilusión de drama. No se debe exigir mucho si la cinta al final cumple con su cometido y eso es entretener por un par de minutos. Lastima que siempre existirán las comparaciones de esta con la anterior adaptación.
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