Dredd: Es Igual que Nakatomi, Sólo que con Ma ma

Dredd (Dredd, El Juez del Apocalipsis) es la adaptación cinematográfica del comic inglés Judge Dredd que corre a cargo del director Pete Travis y del guionista Alex Garland y cuenta como protagonista a Karl Urban.

En un futuro, la Tierra se ha convertido en un semi-desierto radioactivo, y la humanidad se ha congregado en mega-ciudades sobrepobladas, la más grande es Mega-City One, con 800 millones de habitantes y la ley está representada por Jueces bien armados y altamente entrenados que funcionan como vigilantes, jurados y verdugos. El Juez Dredd (Karl Urban), el más reconocido de los Jueces, se prepara para evaluar el desempeño de la novata Juez Anderson (Olivia Thirlby), quien gracias a sus poderes psíquicos podría ser útil en la lucha contra el crimen. Durante la evaluación, ambos investigan el asesinato de tres pandilleros en un enorme rascacielos conocido como Peach Trees donde tiene su base de operaciones una impredecible y peligrosa criminal llamada "Ma Ma" (Lena Headey), quien controla la producción y tráfico de una nueva droga llamada "Slo-Mo". Entonces Dredd y Anderson se ven súbitamente atrapados en un inmenso edificio lleno de criminales que harán hasta lo imposible por eliminarlos.

El Juez Dredd, al menos en esta versión, es una combinación futurista del Inspector de Policía Harry “El Sucio” Callahan, Batman y RoboCop, si a ello le sumamos el hecho de que se encuentra cautivo en un edificio controlado por malhechores, nos encontramos ante un planteamiento poco original. Lo realmente novedoso de la trama es la extrema violencia que se desprende de la misma, que resulta ser también lo que atrae al espectador a verla pues si dicha violencia fuera censura o limita la cinta se convertiría en un producto mediocre y olvidable. En cuanto a las secuencias de acción presentes en la cinta, el director no pretende marearnos con dosis excesivas de la misma.

Otro aspecto que funciona en es la caracterización del protagonista quien en ningún momento se quita su característico casco acentuando así la inexpresividad y dureza característica de un agente de la ley curtido por las batallas. También es de destacar la música electrónica de Paul Leonard-Morgan, apropiadamente "retro" y muy adecuada para acentuar el suspenso y las secuencias de acción.

No obstante, el uso excesivo de las secuencia en cámara lenta y la poca profundidad de los personajes impiden una completa efectividad de la película. Otra queja que podría recalcar es el nivel de producción puesto en escena, aunque el estudio británico Baseblack hizo un buen trabajo creando vastas tomas de la mancha urbana de Mega-City One, otras escenas que se sienten demasiado pobres y recicladas de otras cintas y no logran evocar plenamente el mundo post-apocalíptico que intenta retratar.

En lo personal disfruté Dredd. Creo que puedo recomendarla como una decente adaptación de comic, mucha mejor adaptación que la realizada en 1995, aunque no necesariamente como una cinta de acción que ganará a todos sus espectadores. Pero aquellos con estomago fuerte y con ganas de ver una cinta de acción ligeramente diferente a las del montón deben ver Dredd, El Juez del Apocalipsis.

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