Lo Imposible: Esta No Es Su Tumba
El español Juan Antonio Bayona nos narra la historia de la familia Álvarez-Belón, sobrevivientes al tsunami del 26 de Diciembre de 2004 que azotó el sur de Asia, en su segundo largometraje Lo Imposible.
Maria (Naomi Watts) y Henry Bennett (Ewan McGregor), festejan la Navidad junto a sus hijos Lucas (Tom Holland), Thomas (Samuel Joslin) y Simón (Oaklee Pendergast) en un resort pero al día siguiente se ven afectados por un desastre natural que separa a cada miembro de la familia, por lo que cada uno, en ocasiones en solitario y otras en conjunto, deberán buscar la forma de reunirse sin perder con ello la esperanza y la fe.
En su segundo largometraje, J. A. Bayona nos adentra en melodrama contundente y emotivo sobre la pérdida que se puede sufrir cuando un desastre natural hace su aparición. Por una parte recrea la experiencia aterradora que significa ser testigo y parte de un desastre natural y por otra como impacta de forma brutal, tanto física como emocionalmente, a dichas figuras.
El director entiende que ésta es una trama estremecedora y la maneja con sumo cuidado, valiéndose de los efectos visuales eficaces para transmitir el shock de la tragedia, sin perder la esencia reflexiva sobre los pormenores de la familia desde su separación, la angustia por reunirse y conocer el paradero de los demás, hasta el emotivo momento de reunión.
Con un guion de Sergio G. Sánchez, gracias al cual la cinta nunca pierde su ritmo, Bayona toma poco tiempo en presentar a los protagonistas para inmediatamente introducirlos de lleno a la acción palpitante del evento y sus consecuencias. Secuencias que el director no teme explorar con ángulos de cámara poco usuales, gracias al fotógrafo Óscar Faura, para meternos al centro de la acción y con un diseño de audio que envuelve por completo a la audiencia da como resultado un sentimiento de claustrofobia, angustia y pesadumbre siempre presente. Aun con ello, Bayona presenta una película optimista, con un mensaje efusivo y positivo: La esperanza no es arrastrada de vuelta al mar.
Otros de los elementos a aplaudir son las actuaciones de Ewan McGregor y Naomi Watts, el matrimonio protagonista, quienes demuestran su desesperación por sobrevivir y mantener a salvo a sus hijos, en ocasiones por encima de su propio bienestar. Por otra parte tenemos a los tres niños, Tom Holland, Samuel Joslin y Oaklee Pendergast, quienes en ningún momento quedan relegados a segundo plano.
El caso es que Lo Imposible logra emociones bastante intensas en la audiencia al exponerlo al caos y la falta de control que se desata en un segundo cuando un desastre natural se desata, pero también nos muestra como en estas situaciones extremas podemos encontrar nuestra verdadera fortaleza, tanto física como espiritual, así como nuestra voluntad para vivir. Juan Antonio Bayona comprueba con esta cinta su calidad como director y se asegura que sigan abriéndosele puertas en los diferentes géneros del mundo del cine.
Maria (Naomi Watts) y Henry Bennett (Ewan McGregor), festejan la Navidad junto a sus hijos Lucas (Tom Holland), Thomas (Samuel Joslin) y Simón (Oaklee Pendergast) en un resort pero al día siguiente se ven afectados por un desastre natural que separa a cada miembro de la familia, por lo que cada uno, en ocasiones en solitario y otras en conjunto, deberán buscar la forma de reunirse sin perder con ello la esperanza y la fe.
En su segundo largometraje, J. A. Bayona nos adentra en melodrama contundente y emotivo sobre la pérdida que se puede sufrir cuando un desastre natural hace su aparición. Por una parte recrea la experiencia aterradora que significa ser testigo y parte de un desastre natural y por otra como impacta de forma brutal, tanto física como emocionalmente, a dichas figuras.
El director entiende que ésta es una trama estremecedora y la maneja con sumo cuidado, valiéndose de los efectos visuales eficaces para transmitir el shock de la tragedia, sin perder la esencia reflexiva sobre los pormenores de la familia desde su separación, la angustia por reunirse y conocer el paradero de los demás, hasta el emotivo momento de reunión.
Con un guion de Sergio G. Sánchez, gracias al cual la cinta nunca pierde su ritmo, Bayona toma poco tiempo en presentar a los protagonistas para inmediatamente introducirlos de lleno a la acción palpitante del evento y sus consecuencias. Secuencias que el director no teme explorar con ángulos de cámara poco usuales, gracias al fotógrafo Óscar Faura, para meternos al centro de la acción y con un diseño de audio que envuelve por completo a la audiencia da como resultado un sentimiento de claustrofobia, angustia y pesadumbre siempre presente. Aun con ello, Bayona presenta una película optimista, con un mensaje efusivo y positivo: La esperanza no es arrastrada de vuelta al mar.
Otros de los elementos a aplaudir son las actuaciones de Ewan McGregor y Naomi Watts, el matrimonio protagonista, quienes demuestran su desesperación por sobrevivir y mantener a salvo a sus hijos, en ocasiones por encima de su propio bienestar. Por otra parte tenemos a los tres niños, Tom Holland, Samuel Joslin y Oaklee Pendergast, quienes en ningún momento quedan relegados a segundo plano.
El caso es que Lo Imposible logra emociones bastante intensas en la audiencia al exponerlo al caos y la falta de control que se desata en un segundo cuando un desastre natural se desata, pero también nos muestra como en estas situaciones extremas podemos encontrar nuestra verdadera fortaleza, tanto física como espiritual, así como nuestra voluntad para vivir. Juan Antonio Bayona comprueba con esta cinta su calidad como director y se asegura que sigan abriéndosele puertas en los diferentes géneros del mundo del cine.
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