Cerbero

...Un perro negro como la oscuridad, grande, claramente desnutrido pero con un pelo tan lustroso que aparentaba ser más un can perdido que uno callejero, pero aun así en su mirada existía un reflejo tan aterrador que por un instante se parecía al mismísimo perro del infierno: Cerberus al que se le había encomendado cobrar mi alma, pero su hocico y rabo indicaban otra cosa, que era gentil, inteligente y con un jubilo por que no lo maltrataba o corría. No tenia collar ni marca de propietario anterior por lo que decidí tomarlo como propio y llamarlo así: Cerbero, lo cual le encanto a mi nuevo acompañante.

Nunca he creído en el destino ni en sus casualidades pero algo me dice que este animal esta aquí por algo más que una simple compañía...