Este no es un tema Tabú

Tabú, una palabra de uso cotidiano cuyo significado es tan antiguo como el hombre ya que representa la prohibición de llevar a cabo acciones o emplear objetos determinados ya que estos cuentan con características sagradas o sacrílegas que en caso de no respetarse traer consecuencias nefastas a quienes no las respetaron. Curiosamente la palabra en si fue instituida en el lenguaje común hasta 1771 cuando el Capitán Inglés James Cook la escuchó en Togo, Polinesia. Muchos de los tabúes existentes están basados en creencias y factores intangibles, como los rasgos sagrados o sacrílegos que se le da a ciertos objetos religiosos, pero otros se relacionan con prácticas higiénicas y con rasgos científicos, como lo referente al manejo de cadáveres.


Algunos de los tabúes más extendidos son el incesto y el canibalismo, pero estos no son de carácter universal ya que responden a las cambiantes necesidades de las sociedades donde surgen y en ocasiones se mantienen vigentes aun cuando las circunstancias reales que los originaron ya no existan. Por lo que analizar los tabúes permite conocer la mentalidad de las personas en diferentes épocas.

Una de las explicaciones más completas sobre el tabú es la desarrollada por Sigmund Freud quien plantea que son deseos inconscientes y delatan la ambivalencia de los sentimientos ya que por el simple hecho de que algo se encuentre vedado despierta interés e inquietud. Por lo que de esta forma se detonan síntomas de neurosis y dentro de la sociedad pues su equilibrio es frágil y cualquier regla que se rompa podría derrumbar lo precariamente construido por la misma. Para mantener este orden social hay que castigar a quien viole estas normas pues quien haya roto un tabú se convierte así mismo en tabú pues tiene la cualidad de “tentar” a otros a seguir su ejemplo ejemplifica el autor. Además concluye que estas acciones tienen un sentido práctico al mantener el orden dentro de la sociedad.

Con ello nos demuestra que los tabúes son un control social, ninguno de ellos refleja una verdad objetiva, independiente de la cultura y las circunstancias. Son convenios, principios viables y mecanismos de regulación ya que de lo contrario traería caos dentro de la sociedad pues la naturaleza del hombre es violenta y en caso de desencadenarse traería consecuencias nefastas para si mismo, ya que nos comportaríamos peor que animales salvajes. No con esto quiero decir que se deben implementar tabúes carentes de contenido cognitivo, lógica y una relación con determinados hechos. Pero el incesto, el suicidio, el feticidio, infanticidio, parricidio, el etnocidio, genocidio, la mutilación genital, las castas sociales, y el adulterio deberían mantenerse como normas sociales. Aun así pueden tolerarse bajo circunstancias especiales. Como el incesto es probable que sea tolerado en un mundo con posibilidades limitadas para la procreación. O el suicidio que se daría cuando exista una escasez extrema de recursos y la población sea mayor a los recursos existentes.

No existe ningún principio moral, y el tabú es un principio moral, que sea universal, verdadero y válido eternamente, aun cuando determinados preceptos éticos parecen ser universales y antiguos como la equidad, veracidad, mantener las promesas, la jerarquía moral.

Mágicos, realistas, absurdos o racionales los tabúes expresan una voluntad de mantener en orden a la sociedad para garantizar su funcionamiento pero también deben evolucionar, desaparecer o adaptarse a las normas y conductas de un tiempo y lugar determinado pues con ello la sociedad que los vio surgir y que los mantiene dentro de sus principios podrá también cambiar y mejorar por el bien común.

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