Vulva: El origen del Mundo
La vagina o en este caso su parte más exteriorizada la vulva, el complemento y opuesto al pene, fuente de placer, de inspiración y elogios por parte de los hombres, parte fundamental de la historia humana. Víctima de la vulgaridad y el moralismo, la vulva fue condenada a la negación perversa y voluntariosa de un formato ideológico fálico y autoritario que ha relegado el papel fundamental de un órgano tan primordial para la vida humana.
La palabra vulva viene del latín Vulva y significa envoltura un nombre bien ubicado pues en ella se encuentra alojado un sistema más complejo que el del pene, ya que cuentan con un monte púbico o Monte de Venus, un clítoris, los labios mayores y menores, clítoris, perineo y por su puesto la vagina. Todo esto solo es parte de este órgano reproductor. Durante el coito la vagina se expande y segrega un líquido lubricante que facilita el acceso del pene. Una vez llegada la eyaculación las contracciones involuntarias de esta impulsan a los espermatozoides hacia el óvulo. Con ello, muchos estudiosos han designado a la vagina como un “órgano inteligente” pues no solo es una cavidad en si, sino que es una zona con una alta concentración de terminales nerviosas y sanguíneas que es capaz de expandirse y contraerse para el acto sexual o las labores de parto.
Al igual que su contraparte, la vulva ha tenido un papel esencial dentro de las religiones y creencias populares. En el neolítico existían figurillas donde se mostraban cuerpos femeninos con órganos sexuales hinchados y abultados que denotaban el ideal femenino, en Irlanda existen las Sheela-na-Gig, figuras femeninas que muestran su vagina que se encuentran incrustadas en los templos e iglesias, en Egipto las damas alzaban sus ropas para multiplicar las cosechas, Plinio el Viejo aseveraba que una mujer que caminara con los órganos sexuales expuestos antes del amanecer podía ahuyentar el mal, incluso en México se tiene la creencia que una mujer embarazada puede proteger a los cultivos de la plaga con solo caminar entre el campo. Siendo también un símbolo de protección y fertilidad, pero menos primitivo, que el pene.
En cuanto a las diosas de la fertilidad, que se pueden mencionar son muchas. Tenemos a Gaia la madre tierra, Afrodita, Deidad del amor y la belleza y a Artemisa, Protectora de las doncellas en Grecia; Anu, Madre de los Celtas; Atira Madre sagrada de la vida de los Pawnee; Cybele, el equivalente a Gaia de Asia; Frigga Diosa del amor y el matrimonio escandinava; Ishtar Señora dela fertilidad mesopotámica; Tonantzín Diosa mexica de la fertilidad; Venus para los romanos. Incluso la religión Catolica-Cristiana le da importancia y peso a la mujer al poner como una de las figuras principales a la Virgen María, la madre de Jesucristo, quien muchas novias le ofrecen el ramo de bodas para no tener problemas de embarazo, sin mencionar a las santas y vírgenes que pueblan el santoral, además de todos aquellos santos patronos a los que se les reza para tener éxito en cuanto al amor, como San Antonio de Padua o en caso de embarazo, como a San Gerardo.
Muchos artistas han tratado de capturar la esencia vaginal en su trabajo como por ejemplo el pintor Gustav Courbet y El Origen del Mundo, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Charles Bukowski, Andy Warhol son solo alguno pintores que retrataron de una forma singular y única a la mujer y sus parte privadas. Ya no digamos el cine, la música, la literatura y el arte conceptual.
Aun así la vulva se convirtió en un tema tabú para la sociedad a partir del siglo XVII cuando las reformas a la iglesia intentaron despreciar todo lo placentero y carnal imponiendo el matrimonio como un contrato para tener relaciones. Por lo cual las mujeres empezaron a negar su sexualidad, ignorando su fisiología y perdiendo la capacidad de tener placer; los anatomistas y médicos no ayudaron mucho ya que la vulva y sus componentes era un tema poco estudiado, solo explicado por textos antiguos, la mayoría de ellos poco ilustrados, incorrectos en muchos casos y llenos de eufemismos y circunloquios. Incluso cuando se realizaba algún examen medico este era hecho con los ojos cerrados, sobre todo si lo realizaba un hombre.
Fue hasta el siglo XX que retomo, incluso sobrepaso, su status antes mencionado. Inclusive Sigmund Freud realizo un ensayo La Psicología de la Mujer donde exponía que el orgasmo femenino provenía del clítoris, en la infancia y de la penetración en la madurez. Dicho ensayo ha sido rechazado actualmente pues estudios revelan que el placer es consecuencia de la relación sexual, pero se le debe dar importancia histórica al ser el primero en exponer las necesidades y problemas psicológicos de la mujer. Además feministas del mundo empezaron a pedir y tener un papel fundamental dentro del esquema social predominante.
Hoy en día existe una obra teatral Los Monólogos de la Vagina donde expone lo referente al parto, la penetración, el auto reconocimiento, el lesbianismo, la clitoridectomía, la menstruación y los problemas concernientes a la vagina. Su autora Eve Ensler ha tenido gran cantidad de reconocimientos y halagos por parte de algunas mujeres del mundo pues expone con su obra ciertos temas que son considerados tabú para algunos extractos de la sociedad.
Lo queramos o no, la vulva, o en su caso la vagina, es un símbolo de feminidad y maternidad: es la reiteración del papel de la mujer en cuanto a la igualdad que tiene con el hombre, un papel que no debe de ser despreciado
La palabra vulva viene del latín Vulva y significa envoltura un nombre bien ubicado pues en ella se encuentra alojado un sistema más complejo que el del pene, ya que cuentan con un monte púbico o Monte de Venus, un clítoris, los labios mayores y menores, clítoris, perineo y por su puesto la vagina. Todo esto solo es parte de este órgano reproductor. Durante el coito la vagina se expande y segrega un líquido lubricante que facilita el acceso del pene. Una vez llegada la eyaculación las contracciones involuntarias de esta impulsan a los espermatozoides hacia el óvulo. Con ello, muchos estudiosos han designado a la vagina como un “órgano inteligente” pues no solo es una cavidad en si, sino que es una zona con una alta concentración de terminales nerviosas y sanguíneas que es capaz de expandirse y contraerse para el acto sexual o las labores de parto.
Al igual que su contraparte, la vulva ha tenido un papel esencial dentro de las religiones y creencias populares. En el neolítico existían figurillas donde se mostraban cuerpos femeninos con órganos sexuales hinchados y abultados que denotaban el ideal femenino, en Irlanda existen las Sheela-na-Gig, figuras femeninas que muestran su vagina que se encuentran incrustadas en los templos e iglesias, en Egipto las damas alzaban sus ropas para multiplicar las cosechas, Plinio el Viejo aseveraba que una mujer que caminara con los órganos sexuales expuestos antes del amanecer podía ahuyentar el mal, incluso en México se tiene la creencia que una mujer embarazada puede proteger a los cultivos de la plaga con solo caminar entre el campo. Siendo también un símbolo de protección y fertilidad, pero menos primitivo, que el pene.
En cuanto a las diosas de la fertilidad, que se pueden mencionar son muchas. Tenemos a Gaia la madre tierra, Afrodita, Deidad del amor y la belleza y a Artemisa, Protectora de las doncellas en Grecia; Anu, Madre de los Celtas; Atira Madre sagrada de la vida de los Pawnee; Cybele, el equivalente a Gaia de Asia; Frigga Diosa del amor y el matrimonio escandinava; Ishtar Señora dela fertilidad mesopotámica; Tonantzín Diosa mexica de la fertilidad; Venus para los romanos. Incluso la religión Catolica-Cristiana le da importancia y peso a la mujer al poner como una de las figuras principales a la Virgen María, la madre de Jesucristo, quien muchas novias le ofrecen el ramo de bodas para no tener problemas de embarazo, sin mencionar a las santas y vírgenes que pueblan el santoral, además de todos aquellos santos patronos a los que se les reza para tener éxito en cuanto al amor, como San Antonio de Padua o en caso de embarazo, como a San Gerardo.
Muchos artistas han tratado de capturar la esencia vaginal en su trabajo como por ejemplo el pintor Gustav Courbet y El Origen del Mundo, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Charles Bukowski, Andy Warhol son solo alguno pintores que retrataron de una forma singular y única a la mujer y sus parte privadas. Ya no digamos el cine, la música, la literatura y el arte conceptual.
Aun así la vulva se convirtió en un tema tabú para la sociedad a partir del siglo XVII cuando las reformas a la iglesia intentaron despreciar todo lo placentero y carnal imponiendo el matrimonio como un contrato para tener relaciones. Por lo cual las mujeres empezaron a negar su sexualidad, ignorando su fisiología y perdiendo la capacidad de tener placer; los anatomistas y médicos no ayudaron mucho ya que la vulva y sus componentes era un tema poco estudiado, solo explicado por textos antiguos, la mayoría de ellos poco ilustrados, incorrectos en muchos casos y llenos de eufemismos y circunloquios. Incluso cuando se realizaba algún examen medico este era hecho con los ojos cerrados, sobre todo si lo realizaba un hombre.
Fue hasta el siglo XX que retomo, incluso sobrepaso, su status antes mencionado. Inclusive Sigmund Freud realizo un ensayo La Psicología de la Mujer donde exponía que el orgasmo femenino provenía del clítoris, en la infancia y de la penetración en la madurez. Dicho ensayo ha sido rechazado actualmente pues estudios revelan que el placer es consecuencia de la relación sexual, pero se le debe dar importancia histórica al ser el primero en exponer las necesidades y problemas psicológicos de la mujer. Además feministas del mundo empezaron a pedir y tener un papel fundamental dentro del esquema social predominante.
Hoy en día existe una obra teatral Los Monólogos de la Vagina donde expone lo referente al parto, la penetración, el auto reconocimiento, el lesbianismo, la clitoridectomía, la menstruación y los problemas concernientes a la vagina. Su autora Eve Ensler ha tenido gran cantidad de reconocimientos y halagos por parte de algunas mujeres del mundo pues expone con su obra ciertos temas que son considerados tabú para algunos extractos de la sociedad.
Lo queramos o no, la vulva, o en su caso la vagina, es un símbolo de feminidad y maternidad: es la reiteración del papel de la mujer en cuanto a la igualdad que tiene con el hombre, un papel que no debe de ser despreciado
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