Hidalgo: La Historia Jamás Contada

Con motivo de los festejos patrios tanto del Bicentenario del Inicio de Independencia como del Centenario del Inicio de la  Revolución se nos presenta una muestra filmica conmemorativa a tales hechos, y es Hidalgo: La historia jamás contada del director Antonio Serrano de la hablaremos en esta ocasión.

Miguel Hidalgo y Costilla (Demián Bichir) comienza a recordar a modo de flashbacks algunos de sus momentos de juventud y adultez en Valladolid y San Felipe Torres Mochas, todo esto mientras se encuentra encarcelado a la espera un juicio y posterior ejecución, donde vemos rastros de su amor por el teatro, la música, la fiesta, la enseñanza y por supuesto las mujeres.

Aun cuando en los últimos años la frase "Un película mexicana sin un Hermano Bichir no es película... mexicana" ha sido muchas veces utilizada y pareciera que en ocasiones se volviera real, es en esta ocasión que él protagonista, Demián Bichir logra mostrar una actuación muy adecuada para los tiempos que corren donde lo que sobran son malos actores, creando un personaje carismático que es capaz de rebelarse contra las "buenas conciencias" de su época, donde lo mismo le da por jugar baraja, cantar, bailar, andar de fiesta, responder ante los hipócritas pero que también le pesan sus acciones y pecados cometidos y que sabe que pronto pagara todas las afrentas realizadas contra los que tienen el poder. Además de que sabe que al que sirve allá arriba también puede juzgarlo.

Un inconveniente que se puede encontrar dentro del guión es el personaje de Josefa Quintana (Ana de la Reguera), quien figura como mujer y madre de algunos de los hijos de Hidalgo, ya que entra en escena tardíamente y no logra adecuarse muy bien a la trama pareciendo que a veces puede no ser necesaria para la continuidad de la misma. Otro elemento que puede ser un inconveniente es cuando se presenta, por parte del cura Hidalgo, la adaptación Tartufo de Moliere ya que no logran sacar el máximo provecho a este evento pues con ello habrían logrado hacer ver al padre de la patria aún más rebelde y critico en contra de la Iglesia y el sistema establecido en aquel momento.

Aun así el director Antonio Serrano logra traernos de una forma más que adecuada a la pantalla la version desmitificada de este personaje tan trascendental para la historia de México, esta no es la primera vez que alguien se arriesga a hacerlo pues La Virgen que Forjó una Patria de 1942 del director Julio Bracho lo hizo primero pero si es la más actual para mis contemporáneos; donde el ritmo es entretenido, pues tienen cabida el drama histórico como la comedia ligera. Una mención especial hay que hacer a la Dirección de Arte de Brigitte Broch, pues logra retratar son muy buena mano tanto los exteriores como los interiores donde se llevan a cabo los acontecimientos de la historia, la música de Herminio Gutierrez y Alejandro Giacomán dando un peculiar y maravilloso atractivo al producto final pues todo esto me traen a la memoria películas mexicanas donde el protagonista era Pancho Villa caracterizado por Pedro Armendáriz donde se usaban los recurso disponibles para realizar una buena película.