Telenovelas Mexicanas: El Fenomeno

Una de las industrias con mayor repercusión e influencia en los ámbitos sociales de México es sin lugar a dudas el de la producción de telenovelas. Las razones por las que se ha suscitado el fenómeno por el simple hecho de que la sociedad necesita parámetros y modelos a seguir pues actualmente estos no se construyen de la nada, simplemente debemos ejemplificar uno de los rasgos comunes de la mayoría de las telenovelas mexicanas: La concepción de la progenitora intachable y vulnerable que representa los valores que rodean el culto a la madre propio de la sociedad mexicana. En el momento en que los productores de telenovelas empezaron a percibir el fenómeno cultural que tenía su producto con la sociedad mexicana, pues este contenía elementos característicos de la misma, invirtieron dinero, tiempo y esfuerzo a la realización de las mismas.



Gradualmente estas historias ampliaron el nivel de audiencia al repetir una formula inequívoca: El amor como motor principal de la trama, donde los protagonistas luchaban contra los conflictos que conlleva su unión, misma que es amenazada por envidia e intereses de terceros, personajes que deben luchas contra el mundo para estar juntos y terminar consagrarse en un final feliz. Su estructura amorosa se ha mantenido vigente y exitosa por el simple hecho de que se adecua al momento de transmisión pues lo mismo integra problemas juveniles, temas políticos y eventos de importancia contemporáneos. Dicha estructura funciona pues la mayoría de los mitos o historias universales tiene como foco principal el amor. Siendo los medios electrónicos, en este caso la televisión una catarsis social pues muestra rasgos de “idealización” qué muchas veces deseamos en la realidad.

Los elementos antes mencionados han sido un éxito comprobado ya que los personajes que tiene un lugar dentro de la trama son arquetípicos y exteriorizados donde el antagónico siempre actúa de manera egoísta, negativa, es envidioso, interesado, ruin, tiene suerte para que sus planes malvados funcionen pero al final recibe un castigo del tamaño de sus actos, exceptuando si este se arrepiente de sus actos; el protagónico bueno en cambio es noble, cándido, altruista y con una capacidad inconmensurable de perdonar a los antagonistas que le tratan de hacer algún perjuicio a él o a su pareja pues con ello demuestran que son capaces de vencer cualquier obstáculo para realizar su amor. Difícilmente los espectadores no anticiparan la forma de actuar de cada personaje y evento que se desarrolle, incluso más de uno mencionara el final de todos los acontecimientos dando como resultado el que muchas personas consumidoras de este medio discutan con otras sobre que es lo que piensan de dicha telenovela y cual es su opinión en torno a un capitulo en particular, lo cual es un estimulo para continuar encendiendo el televisor a una hora señalada y disfrutar de su telenovela favorita pues se regocija al enterarse de los eventos de la historia sucedieron como lo había pensado. Esto hace a las personas que ven telenovelas en alguien “poderoso” pues anticipan las reacciones de los personajes, los eventos que ocurrirán y se emocionan cuando esto ocurre, pues en la vida cotidiana no siempre ocurre este tipo de emociones y las telenovelas las proporcionan.

Aparte de la carga emotiva que proporcionan las telenovelas también hay que evidenciar que son una ventana a la sociedad mexicana principalmente para los países que importan dicho producto, pues ellos son testigos del grado de apreciación que tiene la Virgen de Guadalupe, la integración familiar, la particular forma de ver el bien y el mal y nuestra manera de esperar que la situación actual se arregle espontáneamente. Haciendo que las telenovelas sean satanizadas por algunos sectores de la sociedad pues señalan que lo mostrado por estas dista mucho de la realidad que nos rodea. Los críticos de las telenovelas dicen que esto provoca conflictos sociales y familiares al tratar de manipular la forma de pensar, ser y mostrarse ante los demás. Pero al igual que toda la ficción que circula por nuestro mundo este no debe tomarse demasiado en serio simplemente verse como muchas veces tenemos aspiraciones y sueños hacia algo mejor, aun cuando muchos no logren ver la línea que separa la ficción de la realidad.

Siendo critico o seguidor empedernido de las telenovelas no hay que olvidad que como buen mexicano en algún momento viste y disfrutaste de al menos una telenovela.

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