Se fundamenta en el acto de la repetición constante. Representa la habilidad que posee el hombre para poder recordar lo que pasó y predecir lo que ocurrirá en el futuro. Simboliza el cimiento que permite memorizar todos los hechos del pasado y también visualizar el futuro. Nos demuestra en su reflexión que en su tiempo, cada cosa es hermosa y se hace más gustosa cuando se logran incorporar los ingredientes justos.
Con esta acción encontraremos el renacimiento espiritual, el rejuvenecimiento del físico. Ofrece una reconsideración de todo lo que ha pasado y otorga algunas primicias de lo que puede llegar a venir. A lo largo de cada situación que se enfrenten se darán componentes opuestos, como energía y flaqueza, habrá algo que pertenece a la niñez y algo perteneciente a la madurez.
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