Buena Fortuna

Algunos han llegado a la conclusión de que la buena o mala suerte que nos guía existe en forma de entidades superiores o místicas, mientras que o que simplemente esta no existe. Pero la mayoría de nosotros nos hemos cuestionado sobre los mecanismos que desencadenan la fortuna que rige los eventos cotidianos. Sin embargo no hay que confundir el azar, el mismo Aristóteles se refiere a este como “sucesos accidentales por parte de los fenómenos naturales”, y la suerte, que alude a los “asuntos que atañen al hombre presentados de forma accidental”.

De la forma que nosotros lo veamos la suerte existe, dependiendo de las acciones, motivaciones, pensamientos o simples hechos aislados la suerte nos rodea y acompaña a cada momento. Incluso los psicólogos afirman que existe dentro de nuestra estructura personal factores que inciden en la suerte denominados Locus de Control -o Percepción de Control Personal-, el cual es el grado en que un sujeto percibe que el origen de sucesos, conductas y de su propio proceder. Se divide en 2 partes: Locus de Control Interno: Personas que piensan en que cada uno de los sucesos de su vida son causados estrictamente por ellos por consiguiente tienen una mentalidad más enfocada en los ámbitos científicos y toman una mayor cantidad de riesgos, y Locus de Control Externo: Las circunstancias externas que rodean a un individuo son las que en realidad determinan el rumbo de su vida por lo que tienden a ser más supersticiosos y dejan que el azar los predisponga a las siguientes acciones a tomar.

La suerte es una combinación de ambos factores tanto externos como internos, pues no podemos dejar fuera el hecho de que vivimos rodeados de gente que toma sus propias decisiones y que estas nos pueden afectar, además de que existen variables no medibles que pueden favorecer o perjudicar la fortuna que tengamos. Aun así existen “reglas” que pueden ayudar a mejorar la fortuna que nos acompaña:

Optimista: Tener una actitud positiva es algo trascendental en el hecho de que nos vaya bien en la vida, ya que nos mantiene animados a continuar a pesar de que pasemos por una mala racha, no importa que tan mal nos creamos siempre que busquemos la forma de continuar adelante podremos encontrar la mejor fortuna.

Tranquilidad: Nuestra vida esta llena de preocupaciones y malestares, pero si nos podernos a lamentarnos por estos y no les damos una solución rápida y racional no podremos mantener nuestra mente es paz y nos perderemos los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor.

Intuición: El instinto humano es una capacidad casi infinita para saber que acciones tomar en momentos adecuados, no con esto quiero decir que debemos tomar riesgos innecesario sin antes meditarlos, sino que en ocasiones que no encontramos la respuesta en nuestra forma de pensar debemos relajarnos y dejarnos guiar por el instinto.

Conciencia: Ser consiente del lugar que ocupamos, de nuestras capacidades mentales y físicas, además de que todas y cada una de nuestras acciones tendrán un resultado.

Iniciativa: Siempre debemos de mostrar iniciativa para todos los asuntos que atañen en nuestra vida, ya que así podremos ver las oportunidades que se nos presentan y tomarlas para nuestro beneficio.

Ser activo: Mantenerte trabajando, física y mentalmente, ya que así podemos mantener nuestra mente despejada de asuntos problemáticos y nos mantiene en un excelente estado de salud.

Generoso: No necesitas dar todo tú capital o tu esfuerzo para cumplir esta máxima, solo hazlo en ocasiones que en realidad creas que es necesario. Incluso con una pequeña ayuda desinteresada trae grandes recompensas.

Al final de todo el poder de nuestra mente es el que en realidad nos da la suerte que merezcamos, ya que si nos sentimos bien con nosotros mismos podremos hacer que el mundo nos proporciones las satisfacciones más grandes que existen sin caer en la trampa de que solo por ser “nosotros” nos merecemos tal o cual situación.