Winter's Bone: Más de su Parte
Ganadora del Gran Premio del Jurado en Sundance Film Festival, Winter's Bone (Invierno Profundo) es la adaptación de la novela homónima de Daniel Woodrell y llevada a la pantalla por la directora Debra Granik y con la participación de Jennifer Lawrence.
Ree Dolly (Jennifer Lawrence) vive en las Montañas Ozark y esta encargada de sus hermanos menores y una madre enferma; ahora debe lidiar con buscar a su padre Jessup que tiene cuentas pendientes con la ley pues puso como fianza la propiedad familiar y si no se presenta ante el Juez podría perder su patrimonio, por lo que debe recurrir a todo vecino y familiar para encontrar su rastro pero no siempre encontrara la colaboración requerida.
La cinematografía mundial se ha encargado de proyectar los lugares donde la pobreza se encuentra más enraizada y donde la gente viven su miseria, en toda la extensión de la palabra, día a día, algo que Hollywood ha hecho pocas veces con respecto a su propio país, específicamente en aquellas regiones agrestes y aisladas en las montañas y bosques. Un país que se mofa como la potencia numero uno del orbe y sin embargo tiene características que lo colocan a la par de los países tercermundistas: Sus regiones pobres. Hay que aclarar que aunque se retrata un paisaje donde la pobreza y la miseria humana están presentes esta, es vista bajo la propia idiosincrasia americana y sin ánimos de ser una burla mas bien como análisis de que en todas partes del mundo existe la pobreza y que ningún país, por más poderoso que este sea esta libre de estas condiciones humanas; y es que no es falta de apoyo de las instituciones sino el hecho de que la gente así ha vivido por generaciones y así desea vivir y que nada o casi nada los hará cambiar de parecer. Una curiosidad que surge con la trama es que la podemos comparar con las situación de pobreza que existe en México, o en cualquier país Latinoamericano, en todos ellos las características de pobreza son exactamente las mismas, con la diferencia de la idiosincrasia propia de los países, por ejemplo al haber pobreza económica también la hay intelectual y cultural, hay delincuencia en todos los espectros esperados, hay violencia, descontento, frustración, desconfianza y sobre todo esa apatía que solo se “rompe” si se tiene suficiente dinero para salir de ahí.
Por otra parte más allá del retrato de miseria tenemos una historia muy simple pero poderosa, una joven Ree Dolly, interpretada por Jennifer Lawrence desea encontrar a su padre para no perder el patrimonio familiar, por que entiende que sin un techo donde refugiarse es peor que no tener dinero para el día de mañana demás de que tiene que enfrentar sola esta situación, bueno casi sola pues tiene su vecina Sonya (Shelley Waggener), su amiga Gail (Lauren Sweetser) y su tío Teardrop (John Hawkes) que la ayudan en medida de lo posible, pues los demás vecinos y familiares no desean colaborar pues sus asuntos son demasiado confidenciales y turbios como para que alguien los moleste y menos con la desaparición de alguien que esta en problemas con la Ley. Esto nos muestra que cualquiera con la suficiente voluntad y templanza puede salir adelante solo, incluso una jovencita que apenas tiene 17 años de edad. Todo esta en nosotros, no importa cuanto se nos niegue la oportunidad o seamos golpeados, debemos continuar si por lo que luchamos vale la pena.
En cuanto a los aspectos actorales tenemos a una Jennifer Lawrence soberbia mostrando firmeza, entereza y esperanza en la pantalla pero también una combinación de miedo y angustia por lo que le sucederá durante su viaje. En cuanto a los personajes secundarios no logras diferencias quienes son verdaderos actores de los extras contratados para la filmación, todos actúan de la misma forma que lo haría un lugareño. La directora Debra Granik hace uso del color, principalmente el ocre y azul como parte integral de la historia pues con ellos nos anuncia las esperanzas y desventuras de Ree y el uso de los diálogos y la dirección de actores es sublime.
Una historia contada de forma densa y no apta para cualquier publico, sobre todo si esperan grandes escenas de acción y drama, aunque si hay algunas tan impactantes que aquellos que tienen corazón de pollo de podría perjudicar. Aun así si deseas ver un cine contemplativo y reflexivo y que retrate las zonas rurales más pobres del país más poderoso del mundo esta es una buena opción.
Ree Dolly (Jennifer Lawrence) vive en las Montañas Ozark y esta encargada de sus hermanos menores y una madre enferma; ahora debe lidiar con buscar a su padre Jessup que tiene cuentas pendientes con la ley pues puso como fianza la propiedad familiar y si no se presenta ante el Juez podría perder su patrimonio, por lo que debe recurrir a todo vecino y familiar para encontrar su rastro pero no siempre encontrara la colaboración requerida.
La cinematografía mundial se ha encargado de proyectar los lugares donde la pobreza se encuentra más enraizada y donde la gente viven su miseria, en toda la extensión de la palabra, día a día, algo que Hollywood ha hecho pocas veces con respecto a su propio país, específicamente en aquellas regiones agrestes y aisladas en las montañas y bosques. Un país que se mofa como la potencia numero uno del orbe y sin embargo tiene características que lo colocan a la par de los países tercermundistas: Sus regiones pobres. Hay que aclarar que aunque se retrata un paisaje donde la pobreza y la miseria humana están presentes esta, es vista bajo la propia idiosincrasia americana y sin ánimos de ser una burla mas bien como análisis de que en todas partes del mundo existe la pobreza y que ningún país, por más poderoso que este sea esta libre de estas condiciones humanas; y es que no es falta de apoyo de las instituciones sino el hecho de que la gente así ha vivido por generaciones y así desea vivir y que nada o casi nada los hará cambiar de parecer. Una curiosidad que surge con la trama es que la podemos comparar con las situación de pobreza que existe en México, o en cualquier país Latinoamericano, en todos ellos las características de pobreza son exactamente las mismas, con la diferencia de la idiosincrasia propia de los países, por ejemplo al haber pobreza económica también la hay intelectual y cultural, hay delincuencia en todos los espectros esperados, hay violencia, descontento, frustración, desconfianza y sobre todo esa apatía que solo se “rompe” si se tiene suficiente dinero para salir de ahí.
Por otra parte más allá del retrato de miseria tenemos una historia muy simple pero poderosa, una joven Ree Dolly, interpretada por Jennifer Lawrence desea encontrar a su padre para no perder el patrimonio familiar, por que entiende que sin un techo donde refugiarse es peor que no tener dinero para el día de mañana demás de que tiene que enfrentar sola esta situación, bueno casi sola pues tiene su vecina Sonya (Shelley Waggener), su amiga Gail (Lauren Sweetser) y su tío Teardrop (John Hawkes) que la ayudan en medida de lo posible, pues los demás vecinos y familiares no desean colaborar pues sus asuntos son demasiado confidenciales y turbios como para que alguien los moleste y menos con la desaparición de alguien que esta en problemas con la Ley. Esto nos muestra que cualquiera con la suficiente voluntad y templanza puede salir adelante solo, incluso una jovencita que apenas tiene 17 años de edad. Todo esta en nosotros, no importa cuanto se nos niegue la oportunidad o seamos golpeados, debemos continuar si por lo que luchamos vale la pena.
En cuanto a los aspectos actorales tenemos a una Jennifer Lawrence soberbia mostrando firmeza, entereza y esperanza en la pantalla pero también una combinación de miedo y angustia por lo que le sucederá durante su viaje. En cuanto a los personajes secundarios no logras diferencias quienes son verdaderos actores de los extras contratados para la filmación, todos actúan de la misma forma que lo haría un lugareño. La directora Debra Granik hace uso del color, principalmente el ocre y azul como parte integral de la historia pues con ellos nos anuncia las esperanzas y desventuras de Ree y el uso de los diálogos y la dirección de actores es sublime.
Una historia contada de forma densa y no apta para cualquier publico, sobre todo si esperan grandes escenas de acción y drama, aunque si hay algunas tan impactantes que aquellos que tienen corazón de pollo de podría perjudicar. Aun así si deseas ver un cine contemplativo y reflexivo y que retrate las zonas rurales más pobres del país más poderoso del mundo esta es una buena opción.
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