Depresión: ¿Para que continuar?
Parafraseando al Dr. Manhattan “¿Por que continuar si no tengo ningún interés por ello?”. Esta frase encierra más de lo que en apariencia dice ya que todas las personas pasan por un episodio depresivo en algún momento de su vida, en menor o mayor grado.
La Organización Mundial de la salud define a la depresión como: “Un desorden mental común que se caracteriza por un estado de desmotivación, perdida de interés o placer, sentimientos de culpa o baja autoestima, cambios de sueño y de hábitos alimenticios, baja energía y concentración”. Todo esto causado por un evento cotidiano desagradable o por la pérdida de un elemento que proporcionaba seguridad al individuo. En otras palabras cuando nos encontramos ante la perdida del empleo, el fallecimiento de un ser querido, sea familiar o amigo, y/o ante la culminación de una relación amorosa.
Nuestra vida gira en torno a la seguridad que nos proporcionan ciertos ambientes y/o personas dado que bajo esas circunstancias podemos asumir que las probabilidades de sufrir emocionalmente son mínimas, pero una vez que la seguridad se desvanece, al menos en apariencia, caemos en depresión pues nos sentimos solos y desprotegidos. Nadie quiere tener esa sensación de zozobra y angustia, pero en ocasiones es necesario; pues nos muestra que seguimos siendo personas comunes que aún tienen la capacidad de sentir algún tipo de emoción, aun cuando esta sea negativa. Reflexionar sobre que nos entristece, llorar por un momento a solas, darse cuenta que los eventos que desencadenaron nuestra depresión ya pasaron y buscar una forma de seguir adelante, aun cuando sea en apariencia difícil. No con esto quiero decir que debemos llorar por las calles como Magdalenas en pena buscando quien puede salvarnos y ayudarnos, solo digo que debemos ver la situación como un modo de aprender y comprender, al menos en parte la madeja que comprende esto que llamamos vida.
Es difícil de aceptar estas palabras ya que creemos que nadie comprende nuestro pesar, en parte es cierto pues cada situación es propia de quien la sufre pero no por eso nos debemos negar a otros que nos ofrecen un poco de ayuda para levantarnos y despejar nuestra mente de todo aquello que nos hace padecer de tristeza.
Si deseamos salir adelante hay diferentes formas de hacerlo:
- Ayuda: Un paso muy importante es acercarte a los seres queridos ya que al menos uno de ellos podrá motivarte o proporcionarte el consejo necesario. Además puedes recurrir a un profesional para tomar terapia en caso de que lo requieras. Solo comprende de que no debes depender solo de estas ayudas, pues la verdadera voluntad de continuar esta en ti y en nadie más.
- Calma: No es fácil tratar de recuperarse de una depresión a corto plazo, por lo que debes de afrontarlo con paciencia y ánimo, si te mantienen convencido de que saldrás adelante lo harás en un momento que no esperas.
- Actívate: Lo que menos se desea después de una depresión es salir al exterior o salir de una rutina que hasta el momento nos ha funcionado pues creemos que si lo hacemos nos provocaremos más daño y por eso nos mantenemos inactivos o repetitivos. Debemos romper con este tipo de prácticas, salir a caminar donde podamos despejar nuestra mente, hacer ejercicio, tomar aire fresco o ligeros baños de Sol, disfrutar de algún bocadillo o de algún tipo de entretenimiento que pueda hacer que nos sintamos vivos.
- Amor: Sonara demasiado cansado hablar de que el amor cura cualquier herida pero es cierto, ya que los seres con los que hemos creado lazos sentimentales, de una u otra forma podrá apoyarnos a seguir adelante durante este duro periodo.
- Exteriorizarte: A veces debemos comunicar todos aquellos sentimientos que guardamos dentro, pues se han convertido en una pesada loza que hace que nuestras vidas sean miserables. Por eso hazlo sin importar nada, con la única condición de que sea dentro de lo razonable y que no perjudique o dañe a nadie, incluyéndote a ti.
- Interioriza: busca dentro de ti mismo todas aquellas cualidades y logros que te hacen una mejor persona, aleja de ti todo aquello que te haga pensar en lo negativo.
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