Pena

Ahora es turno de conocer la Pena, que primero que nada te recuerda que el sufrimiento no es sólo para que te sientas triste. Una fuerte emoción es una consecuencia de estar vivo, y esto no tiene por qué encerrarte en un estado de estancamiento y dolor extremo. Esto es algo que la mayoría de las personas no logra comprender, cuándo se topan con una fuerte emoción prefieren el escape, este escape busca falsamente no enfrentar una realidad reflexiva.

Si miramos en nuestras herramientas para vivir, encontramos a la mente como principal fuente para canalizar y controlar los sentimientos, de la misma manera que usamos a la mente para aprender a escribir, para aprender a trabajar, debemos utilizarla para aprender a conocernos. Es importante que con la mente podamos controlar los malos y buenos momentos, es muy bueno estar bien, y también es muy bueno estar mal, porque de esta manera podemos recordar lo que es estar bien y dejar bien claro las elecciones que debemos tomar.

A veces nos toca elegir mal, quizás por espejismos de nuestros deseos, quizás por confiar en determinadas imágenes que no eran más que espejismo de una realidad que vista de otro modo podía ser muy evidente. Antes de excusarse en otra persona, en alguna traición, o en alguna mentira sufrida es importante reconocer que el primero que se equivoca es uno mismo. Nunca te preguntaste por qué el vecino no se da cuenta de quién tiene cerca, o en el trabajo, o con algún familiar. Bueno de la misma manera puede suceder con nosotros, lo que nosotros a veces no vemos quizás muchos lo ven, es por esta principal realidad que la pena no puede tomar nuestro control.

No podemos estancarnos por errores nuestros y mucho menos por errores ajenos, porque de la misma manera que nosotros podemos fallar las demás personas pueden hacerlo. Hay cosas que no podemos o mejor dicho no debemos controlar, si tuviésemos el control de las demás personas sólo estaríamos rodeados de marionetas, y creo que en el fondo nadie quiere eso, pues entonces es tiempo de que aprendas la lección del momento y de que sigas adelante, de que vuelvas a tener el control de tus emociones y pensamientos para tener esa cuota de equilibrio que ayuda a sentirte fuerte y vivo.

Generalmente detrás de todo dolor aparece una iluminación, y de seguro luego de este momento de pena te espera un nuevo aprendizaje de iluminación.