Amor

Hay 3 conceptos en donde se encuentra situado el amor, el amor en su punto más primitivo se encuentra situado en el sexo, es la forma de amor más precoz en nuestro mundo, y en el otro punto más afinado si se puede decir, se encuentra el concepto de compasión, esta es la forma de amor más elevada. Es entre estos 2 conceptos, entre el sexo y la compasión que como punto medio aparece el amor.

El amor es algo que la minoría sólo llega a conocer, la gran mayoría de los individuos suele aferrar al amor con la sexualidad, es muy cierto que la sexualidad es muy fuerte, la energía animal del sexo se puede transformar en amor pero en síntesis el sexo es sólo una potencia que puede lograr llegar al amor.

Si un individuo logra adquirir una postura atenta y sumamente consiente dentro de la sexualidad, entonces el sexo si puede transformarse en amor, y si este estado meditativo presente logra encontrar una totalidad, un absolutismo, entonces si estaremos hablando de amor. En una buena apología encontramos al sexo como semilla, al amor como la flor, y a la compasión como a la fragancia.

Aquellos que han sido iluminados han encontrado la definición en la compasión en aquel amor que se le suma meditación, cuando el amor supera al deseo, cuando el amor no es únicamente necesidad es cuando el amor se transforma en amor. El amor es amor cuando no es mendigo sino un gran emperador, cuando tu amor no pide nada a cambio es cuando se encuentra en su estado más maduro, el simple placer de dar alcanza para encontrar una totalidad dentro del ser, cuando a esto le agregamos la meditación es cuando encontraremos la fragancia más pura de nuestro ser, es aquí donde aparece la palabra más elevada, la suprema compasión.

Es un claro llamado hacia la reflexión en este tema, es claro que en este momento la palabra amor está en medio de los pensamientos y sentimientos de cada individuo, es momento de ver más allá de lo común, de los propios deseos, es momento de conocer el verdadero amor que se encuentra atrapado en la ceguera del ego. Es el momento de liberarse, de volar en el cielo de la tranquilidad y seguridad, es momento de ver con el corazón y no con los ojos del deseo. Es un llamado hacia el control de las emociones superficiales y terrenales, de los placeres vacíos, es el momento de la realización.

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