Ruby Sparks: Mi Novia Virtual me Ama
Ruby Sparks (Ruby, La Chica de mis Sueños), el nuevo film de los directores de Pequeña Miss Sunshine, Valerie Faris y Jonathan Dayton, quienes, en esta ocasión, conjugan el cine romántico y de relaciones humanas con un toque original cercano al fantástico.
Calvin Weir-Fields (Paul Dano), un joven escritor que tuvo inesperado éxito con su novela anterior pero ahora vive en completa soledad y sufre un bloqueo creativo que le impide recapturar la inspiración y así poder escribir una palabra para su nuevo y esperado libro. Tras seguir el consejo de su astuto psiquiatra, el Dr. Rosenthal (Elliot Gould), Calvin redacta la descripción de una enigmática chica que apareció en sus sueños llamada Ruby Sparks (Zoe Kazan). El ejercicio es un éxito y encuentra en su musa una renovada energía por su oficio, y hasta se dispone a escribir un nuevo libro. Pero misteriosamente esta mujer se le presenta en su vida real y ello cambia radicalmente la vida del escritor.
Nunca he escondido mi desdén hacia las comedias románticas, cuyas rutinas ya conozco de memoria y que me resultan vacuas y sin sentido. Pero en ocasiones ciertas cintas románticas llaman mi atención dado que, al menos en apariencia, sugieren temas más profundos y mensajes muchos más adecuados a la realidad. Además, estas cintas se inclinan por un reparto más creíble que las vacuas "estrellas" hollywoodenses y Ruby, La Chica de Mis Sueños pertenece a ese cine romántico con mensaje, cine del mismo tipo que Más Extraño que la Ficción, (500) Días con Ella o Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, que cuenta una historia aparentemente fantástica, pero enfocada en la realidad y con valiosas lecciones de vida.
Con buen ritmo la pareja de directores, Valerie Faris y Jonathan Dayton, desarrollan la historia con buen gusto, otorgándole ligeros toques de comedia y de fantasía. Dichos toques de fantasía son un aporte de la también guionista Zoe Kazan, quien los emplea como base indispensable de la premisa. Trama que en esencia nos muestra que el encontrar a la "mujer perfecta" no necesariamente conduce a una relación perfecta. Y a partir de ahí cada quien puede sacar sus propias conclusiones sobre el verdadero mensaje de la película, que resultó mucho más profunda e ingeniosa de lo que yo esperaba en una comedia romántica.
Y es que además de la relación amorosa entre los protagonistas, la cual progresa y finalmente termina a causa de que uno de ellos intenta moldear a la otra persona más su “medida” y capricho lo que hace que una relación se vaya pudriendo y envenenando, también nos encontramos con la relación entre el creador y su obra, comenzando como algo productivo en donde florece la inspiración y el querer superarse a sí mismo creando algo que le complete y reconforte. Desgraciadamente, con el paso del tiempo, eso va desapareciendo dando paso a borrones y alteraciones en la obra en busca de un final perfecto para finalmente dejar una obra fragmentada e inconclusa. Tanto la relación de pareja como el trabajo del escritor son combinados de forma perfecta en una de las mejores tramas, y cintas, del año para mi gusto, llena de originalidad, frescura, con diversas lecturas sobre el amor, la inspiración, las parejas, la realidad y madurez de los individuos.
A pesar de lo dicho con anterioridad, Ruby, La Chica de mis Sueños cae ocasionalmente en los típicos vicios del cine romántico como el hecho de que la historia se siente a ratos un poco forzada y presuntuosa. Por otra parte, en lo que respecta al elenco, ofrece sólidas actuaciones de principio a fin, destacando Paul Dano como un escritor lleno de timidez e inseguridad; Zoe Kazan como la enigmática Ruby la "mujer ideal" que no es una súper-modelo escultural y perfecta, sino una chica normal, con defectos, pero simpática y entusiasta, siempre encantadora. La relación entre Calvin y Ruby funciona a la perfección gracias a ellos.
Les acompañan Chris Messina como Harry, el hermano de Calvin, quien a pesar de ser algo inmaduro tiene los pies en el suelo; Annette Bening y Antonio Banderas como una pareja de hippies felices que viven en su pequeño paraíso terrenal; Steve Coogan como un egocéntrico escritor de éxito y Elliot Gould como el psiquiatra de Calvin.
En resumen, Ruby, La Chica de mis Sueños me pareció una experiencia muy recomendable, tomando en cuenta mi desagrado por las comedias románticas. La película no es perfecta y tiene algunos problemas, pero gracias a su contagiosa energía, buen humor y valor para entrar a terrenos emocionales logra compensar las fallas. Sin llegar a ser una película redonda Ruby, La Chica de mis Sueños ha conseguido robarme el corazón gracias a su historia y a sus personajes. Preciosa.
Calvin Weir-Fields (Paul Dano), un joven escritor que tuvo inesperado éxito con su novela anterior pero ahora vive en completa soledad y sufre un bloqueo creativo que le impide recapturar la inspiración y así poder escribir una palabra para su nuevo y esperado libro. Tras seguir el consejo de su astuto psiquiatra, el Dr. Rosenthal (Elliot Gould), Calvin redacta la descripción de una enigmática chica que apareció en sus sueños llamada Ruby Sparks (Zoe Kazan). El ejercicio es un éxito y encuentra en su musa una renovada energía por su oficio, y hasta se dispone a escribir un nuevo libro. Pero misteriosamente esta mujer se le presenta en su vida real y ello cambia radicalmente la vida del escritor.
Nunca he escondido mi desdén hacia las comedias románticas, cuyas rutinas ya conozco de memoria y que me resultan vacuas y sin sentido. Pero en ocasiones ciertas cintas románticas llaman mi atención dado que, al menos en apariencia, sugieren temas más profundos y mensajes muchos más adecuados a la realidad. Además, estas cintas se inclinan por un reparto más creíble que las vacuas "estrellas" hollywoodenses y Ruby, La Chica de Mis Sueños pertenece a ese cine romántico con mensaje, cine del mismo tipo que Más Extraño que la Ficción, (500) Días con Ella o Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, que cuenta una historia aparentemente fantástica, pero enfocada en la realidad y con valiosas lecciones de vida.
Con buen ritmo la pareja de directores, Valerie Faris y Jonathan Dayton, desarrollan la historia con buen gusto, otorgándole ligeros toques de comedia y de fantasía. Dichos toques de fantasía son un aporte de la también guionista Zoe Kazan, quien los emplea como base indispensable de la premisa. Trama que en esencia nos muestra que el encontrar a la "mujer perfecta" no necesariamente conduce a una relación perfecta. Y a partir de ahí cada quien puede sacar sus propias conclusiones sobre el verdadero mensaje de la película, que resultó mucho más profunda e ingeniosa de lo que yo esperaba en una comedia romántica.
Y es que además de la relación amorosa entre los protagonistas, la cual progresa y finalmente termina a causa de que uno de ellos intenta moldear a la otra persona más su “medida” y capricho lo que hace que una relación se vaya pudriendo y envenenando, también nos encontramos con la relación entre el creador y su obra, comenzando como algo productivo en donde florece la inspiración y el querer superarse a sí mismo creando algo que le complete y reconforte. Desgraciadamente, con el paso del tiempo, eso va desapareciendo dando paso a borrones y alteraciones en la obra en busca de un final perfecto para finalmente dejar una obra fragmentada e inconclusa. Tanto la relación de pareja como el trabajo del escritor son combinados de forma perfecta en una de las mejores tramas, y cintas, del año para mi gusto, llena de originalidad, frescura, con diversas lecturas sobre el amor, la inspiración, las parejas, la realidad y madurez de los individuos.
A pesar de lo dicho con anterioridad, Ruby, La Chica de mis Sueños cae ocasionalmente en los típicos vicios del cine romántico como el hecho de que la historia se siente a ratos un poco forzada y presuntuosa. Por otra parte, en lo que respecta al elenco, ofrece sólidas actuaciones de principio a fin, destacando Paul Dano como un escritor lleno de timidez e inseguridad; Zoe Kazan como la enigmática Ruby la "mujer ideal" que no es una súper-modelo escultural y perfecta, sino una chica normal, con defectos, pero simpática y entusiasta, siempre encantadora. La relación entre Calvin y Ruby funciona a la perfección gracias a ellos.
Les acompañan Chris Messina como Harry, el hermano de Calvin, quien a pesar de ser algo inmaduro tiene los pies en el suelo; Annette Bening y Antonio Banderas como una pareja de hippies felices que viven en su pequeño paraíso terrenal; Steve Coogan como un egocéntrico escritor de éxito y Elliot Gould como el psiquiatra de Calvin.
En resumen, Ruby, La Chica de mis Sueños me pareció una experiencia muy recomendable, tomando en cuenta mi desagrado por las comedias románticas. La película no es perfecta y tiene algunos problemas, pero gracias a su contagiosa energía, buen humor y valor para entrar a terrenos emocionales logra compensar las fallas. Sin llegar a ser una película redonda Ruby, La Chica de mis Sueños ha conseguido robarme el corazón gracias a su historia y a sus personajes. Preciosa.
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