The Secret Life of Walter Mitty: Soy una Hoja en el Viento, Vean cómo me Elevo
The Secret Life of Walter Mitty (La Increíble Vida de Walter Mitty) tiene su origen como un relato corto escrito por James Thurber, el cual había sido previamente adaptado al cine, ahora, después de varios años e intentos infructuosos llega una nueva versión a cargo de Ben Stiller, tanto en la dirección como en el protagónico.
Walter Mitty (Ben Stiller) es el encargado de procesar las fotografías que llegan a la revista Life, pero su vida monótona y carente de emociones lo obliga a ensimismarse en toda situación, imaginándose lo que sería una gran situación en su mente sobre lo que está pasando. En su cumpleaños el fotógrafo más prestigiado que colabora para ellos, Sean O'Connell (Sean Penn), le manda un negativo fotográfico que considera debe ser la portada del último número impreso de la revista, desafortunadamente no aparece en el paquete que le hace llegar. Por lo cual Walter se enfrascará en una travesía, tanto física como emocional, donde no sólo buscará el negativo sino donde descubrirá el sentido de su vida.
Personalmente, con honrosas excepciones, considero a Ben Stiller como un comediante con poca gracia, cuyos personajes cómicos rayan en lo burdo y absurdo, aunque he de admitir que un par de cintas que dirige, Una Guerra de Película y Zoolander, son de mi agrado. Razón esta última por la que decidí darle mi voto de confianza a La Increíble Vida de Walter Mitty, cinta que supero mis expectativas.
El personaje de Walter Mitty resulta ser un hombre contemporáneo, condenado a vivir una existencia gris y aburrida, a tener que dejar atrás sus sueños, sus necesidades, su pasión, para poder apoyar a su madre y hermana. No importa si quiere una mejor vida, el hecho está ahí y es inamovible. Stiller logra transmitir, tanto delante como detrás de la cámara, todo lo que el personaje sueña y desea, a la par que muestra su frustración y el camino que debe recorrer para cambiar su triste y mísera existencia.
Dicho camino resulta ser la quintaesencia de la trama, por medio del cual debe labrar un perfil de vida, atractivo y autentico, superar el estadio de infantilismo que el protagonista arrastra, dejar de soñar despierto y pasar a los hechos, porque la realidad resulta ser más rica que la fantasía, siempre que este dispuesto a salir de la zona de confort. Un proceso de maduración, donde tiene que aprender a vivir en el presente. Ahí radica lo increíble de la vida que Walter Mitty, atreverse a ir un poco más lejos cada vez.
Durante dicha odisea personal el personaje también explora algunas de las preguntas universales. ¿Qué es la vida, la aventura, la felicidad, la realización personal?, ¿el amor? Respuestas que Walter descubrirá mientras somos testigos de su progresiva transformación, en donde cada paso lo acercan más hacia su libertad. Todo este periplo resulta fascinante y seductor, que nos invita a descubrir lo que hay en nosotros mismos.
Las secuencias que retratan la imaginación del personaje son espectaculares, épicas que, te dejan sin palabras, afortunadamente, no logra ser fastidiosas ni pretenciosas, simplemente son magníficas. Y una banda sonora que te sumerge en la trama sin pensarlo, porque a veces los diálogos sobran.
Por otra parte, Ben Stiller ofrece lo que a mi parecer el mejor papel de toda su carrera, muestra su mejor momento, tanto en la faceta de actor como de director. Mientras que Kristen Wiig también brinda un atractivo papel como Cheryl Melhoff, el interés amoroso del protagonista, mientras que el cameo de Sean Penn como Sean O'Connell resulta adecuado como el desencadenante de la travesía de Walter.
La Increíble Vida de Walter Mitty es una de las cintas obligadas de ver, fuera de juicios previos que se tengan el actor y es que la película destila positivismo, motiva para buscar soluciones y realiza una reflexión sobre nuestra existencia y como en ocasiones nuestra vida se torna gris, aunque en el fondo soñemos con grandeza. Romántica, cómica, entrañable, Ben Stiller ofrece una película hecha a la medida de los tiempos que corren.
Walter Mitty (Ben Stiller) es el encargado de procesar las fotografías que llegan a la revista Life, pero su vida monótona y carente de emociones lo obliga a ensimismarse en toda situación, imaginándose lo que sería una gran situación en su mente sobre lo que está pasando. En su cumpleaños el fotógrafo más prestigiado que colabora para ellos, Sean O'Connell (Sean Penn), le manda un negativo fotográfico que considera debe ser la portada del último número impreso de la revista, desafortunadamente no aparece en el paquete que le hace llegar. Por lo cual Walter se enfrascará en una travesía, tanto física como emocional, donde no sólo buscará el negativo sino donde descubrirá el sentido de su vida.
Personalmente, con honrosas excepciones, considero a Ben Stiller como un comediante con poca gracia, cuyos personajes cómicos rayan en lo burdo y absurdo, aunque he de admitir que un par de cintas que dirige, Una Guerra de Película y Zoolander, son de mi agrado. Razón esta última por la que decidí darle mi voto de confianza a La Increíble Vida de Walter Mitty, cinta que supero mis expectativas.
El personaje de Walter Mitty resulta ser un hombre contemporáneo, condenado a vivir una existencia gris y aburrida, a tener que dejar atrás sus sueños, sus necesidades, su pasión, para poder apoyar a su madre y hermana. No importa si quiere una mejor vida, el hecho está ahí y es inamovible. Stiller logra transmitir, tanto delante como detrás de la cámara, todo lo que el personaje sueña y desea, a la par que muestra su frustración y el camino que debe recorrer para cambiar su triste y mísera existencia.
Dicho camino resulta ser la quintaesencia de la trama, por medio del cual debe labrar un perfil de vida, atractivo y autentico, superar el estadio de infantilismo que el protagonista arrastra, dejar de soñar despierto y pasar a los hechos, porque la realidad resulta ser más rica que la fantasía, siempre que este dispuesto a salir de la zona de confort. Un proceso de maduración, donde tiene que aprender a vivir en el presente. Ahí radica lo increíble de la vida que Walter Mitty, atreverse a ir un poco más lejos cada vez.
Durante dicha odisea personal el personaje también explora algunas de las preguntas universales. ¿Qué es la vida, la aventura, la felicidad, la realización personal?, ¿el amor? Respuestas que Walter descubrirá mientras somos testigos de su progresiva transformación, en donde cada paso lo acercan más hacia su libertad. Todo este periplo resulta fascinante y seductor, que nos invita a descubrir lo que hay en nosotros mismos.
Las secuencias que retratan la imaginación del personaje son espectaculares, épicas que, te dejan sin palabras, afortunadamente, no logra ser fastidiosas ni pretenciosas, simplemente son magníficas. Y una banda sonora que te sumerge en la trama sin pensarlo, porque a veces los diálogos sobran.
Por otra parte, Ben Stiller ofrece lo que a mi parecer el mejor papel de toda su carrera, muestra su mejor momento, tanto en la faceta de actor como de director. Mientras que Kristen Wiig también brinda un atractivo papel como Cheryl Melhoff, el interés amoroso del protagonista, mientras que el cameo de Sean Penn como Sean O'Connell resulta adecuado como el desencadenante de la travesía de Walter.
La Increíble Vida de Walter Mitty es una de las cintas obligadas de ver, fuera de juicios previos que se tengan el actor y es que la película destila positivismo, motiva para buscar soluciones y realiza una reflexión sobre nuestra existencia y como en ocasiones nuestra vida se torna gris, aunque en el fondo soñemos con grandeza. Romántica, cómica, entrañable, Ben Stiller ofrece una película hecha a la medida de los tiempos que corren.
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