Cambio
Cuando hablamos de un cambio en nuestras vidas en la mayoría de las ocasiones se sugiere algún acto importante, una desviación de las cosas que se repiten constantemente en nuestras vidas cotidianas. Esto habla de varios aspectos sobre las personalidades genéricas en nuestro mundo, vemos que uno no suele cambiar por costumbre, esta costumbre se encuentra directamente relacionada con el temor de encontrarse uno envuelto en nuevas sensaciones, esto deja un mensaje bien claro, mientras uno no tome la decisión de cambiar, la rueda del tiempo y la fortuna seguirá rodando de la misma manera a lo largo de todo el tiempo.
En esta rueda constante la muerte se ve seguida del nacimiento y viceversa, encontramos al odio que es perseguido por el amor, vemos que al gran éxito le sigue el fuerte fracaso y a su vez también en viceversa.
Esto nos lleva a una reflexión detrás de un llamado de atención, si nos paramos un pequeño tiempo sobre nosotros y analizamos detalladamente nuestras generalidades veremos un patrón, que se repite día tras día, veremos que nuestras acciones llevan un patrón circular que describe un ciclo. Esto no quiere decir que no te encuentres en un momento tranquilo, sino que todo lo contrario, un día estas bien y al otro te sientes mal, el cambio simboliza los extremos, pero son justamente estos extremos que marcan un ciclo, el ciclo de la rueda, la rueda de la vida.
El llamado de atención, no es ni bueno ni malo, sólo exclamación para que te escuches, es momento de dejar de contradecirte y simplemente mantenerte de una vez en una postura firme, no se puede estar bien con Dios a la mañana y a la noche del mismo día llegar a odiarlo, este es el momento de tomar las riendas de la situación y dejar atrás las quejas de la inmadurez.
Abre los ojos, es un momento que predica un cambio necesario en ti, un cambio en tu entorno, un cambio en las personas que se encuentren cerca de ti, el cambio siempre es renovación, siempre es crecimiento mientras uno se mantenga en la firmeza de su propio ser.
En esta rueda constante la muerte se ve seguida del nacimiento y viceversa, encontramos al odio que es perseguido por el amor, vemos que al gran éxito le sigue el fuerte fracaso y a su vez también en viceversa.
Esto nos lleva a una reflexión detrás de un llamado de atención, si nos paramos un pequeño tiempo sobre nosotros y analizamos detalladamente nuestras generalidades veremos un patrón, que se repite día tras día, veremos que nuestras acciones llevan un patrón circular que describe un ciclo. Esto no quiere decir que no te encuentres en un momento tranquilo, sino que todo lo contrario, un día estas bien y al otro te sientes mal, el cambio simboliza los extremos, pero son justamente estos extremos que marcan un ciclo, el ciclo de la rueda, la rueda de la vida.
El llamado de atención, no es ni bueno ni malo, sólo exclamación para que te escuches, es momento de dejar de contradecirte y simplemente mantenerte de una vez en una postura firme, no se puede estar bien con Dios a la mañana y a la noche del mismo día llegar a odiarlo, este es el momento de tomar las riendas de la situación y dejar atrás las quejas de la inmadurez.
Abre los ojos, es un momento que predica un cambio necesario en ti, un cambio en tu entorno, un cambio en las personas que se encuentren cerca de ti, el cambio siempre es renovación, siempre es crecimiento mientras uno se mantenga en la firmeza de su propio ser.
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